Aída Herreros publica 'Andar es vivir', relato de su peregrinaje por el Camino de Santiago

Aída Herreros Ara salió de Comillas un amanecer del lunes 2 de septiembre de 2013 para llegar a Santiago de Compostela un martes 8 de septiembre de 2020, en el año de la COVID. No tenía prisa. “Hasta que me muera, hay tiempo”, se decía. Tenía 455 kilómetros y ocho años por delante para completar la caminata, pero al final ha vuelto a Cantabria y lo ha hecho con un libro en la mochila, 'Andar es vivir', en donde narra su peripecia y transcribe sus reflexiones.

El libro está dedicado a su padre, “gran andarín, que me enseñó los nidos de los pájaros”; a Paco Santamaría y Ángel Fernández Mendiguchía, “montañeros de ASPAZ”, que le “metieron el gusanillo del caminar”. También hace mención a Luis Salcines, por “una antigua deuda de los tiempos de la librería Puntal 2, de Torrelavega, a donde acudía a varias conferencias, de adolescente”, comenta Herreros.

Las ilustraciones del libro, de la artista Sonia Piñeiro, recrean lo que ha sido su Camino, desde la busca diaria de las flechas amarillas en los sitios más insospechados al deslumbramiento en el Monte del Gozo, con las torres de la catedral a tiro de piedra.

La obra cuenta con un prólogo, de Marta Mantecón, una introducción a este “inventario de todo lo vivido y lo sentido… entre un diario, un cuaderno de viaje y una crónica de acción”.

“¿Andar…? Es vivir en la dicha…”, recoge el primer día de su periplo Herreros, parafraseando una cita de Goethe (“¿Viajar…? Es vivir en la dicha.”).

La autora anima a todo el mundo a realizar el Camino de Santiago: “Andar para conocer. Andar para minimizar/relativizar los problemas, para sanear/sanar/curar la mente (y el cuerpo)…Andar para disfrutar…”. 

El colofón, de Raquel Serdio, cierra el círculo iniciado frente al albergue de Luarca. “Cada Camino es como cada persona”. Ahora solo queda salir a caminar, anima Aída Herreros.