La Torre de Alvarado, construcción el siglo XVI declarado Bien de Interés Cultural (BIC), ha quedado integrada en una urbanización de chalets en la localidad cántabra de Heras (Medio Cudeyo). 30 viviendas adosadas, con un espacio verde interior, tienen como punto de referencia y cierre esta histórica construcción.
La Torre de Alvarado data de finales del siglo XVI y es la más antigua de Heras. Es un elemento arquitectónico de especial importancia porque es ejemplo de la transición entre la torre medieval y las casonas montañesas solariegas. Forma parte integrante de la serie de torres defensivas del entorno de la bahía de Santander y se caracteriza por su planta cuadrada con una estética ventana en su fachada principal y un escudo del mayorazgo de los Alvarado. Junto al ventanal reza la leyenda “El derecho está en las armas”. Así, al menos lo publicita la web turística del municipio.
Declarada BIC, con categoría de Monumento, en 2015, la Torre de Alvarado tenía un área de protección que coincide prácticamente con la finca urbanizada. No obstante, en el mismo estado de alarma de la pandemia (abril de 2020), el BOC publicó una gran modificación del Plan General de Medio Cudeyo y son habituales modificaciones puntuales del planeamiento del municipio visadas por la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo.
Residencial Villas de Heras es una urbanización privada de 30 chalets adosados, una promoción de obra nueva en el Barrio Voz al Rey a los pies de Peña Cabarga. Las viviendas de la promoción están saliendo al mercado a un precio de 240.000 euros, aproximadamente.
El proyecto de urbanización y arquitectónico ha corrido a cargo de Moah, por encargo de la promotora Produque. Según el estudio de arquitectura, el resultado final “respeta” la singularidad de la torre. En su página web dice así:
“El diseño de la urbanización se ha realizado teniendo en cuenta la necesidad de respetar y realzar el valor patrimonial de la torre, siendo esta el eje central alrededor del cual se ha desarrollado la ordenación del conjunto. En el interior de la urbanización se ha creado una plaza que, además de servir como jardín de juegos y espacio de reunión para los residentes, ofrece una vista privilegiada de la Torre Alvarado, integrándola de manera armoniosa”.
La promoción ha generado un movimiento crítico en redes sociales por expertos en patrimonio y conservacionistas, los cuales coinciden en calificar de “aberración” lo ocurrido en Heras.