elDiario.es Cantabria lanza la sección 'Mujeres en el deporte'. Este nuevo blog busca dar visibilidad al papel de la mujer en el deporte, a través de entrevistas y reportajes, con el objetivo de contribuir a lograr la igualdad en este ámbito. Cuenta con el apoyo de la Dirección General de Deporte y Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria y de la Sociedad Regional de Educación, Cultura y Deporte. Gobierno de Cantabria.
Azara García, la 'trailrunner' que se plantó ante el machismo: “Debemos demostrar el triple para tener la misma visibilidad”
A diferencia de muchos deportistas que comienzan sus carreras por tradición familiar o porque alguien de su entorno se da cuenta de que destaca por encima del resto, la incursión de Azara García de los Salmones (Los Corrales de Buelna, 1983) en el atletismo, y posteriormente en el trailrunning, fue más bien casual. Sus padres fueron quienes a los 8 años decidieron apuntarla a una prueba de atletismo que tuvo como resultado que a la semana siguiente ya estuviese apuntada al club: “Y de ahí hasta hoy”, resume entre risas la deportista.
Pero a los 28 años algo se truncó en su carrera como atleta y, una vez más y al igual que ocurrió en sus inicios, tampoco fue por los mismos motivos que suelen dar los deportistas, motivos como las lesiones o la edad. “Me ponía muy nerviosa para competir y llegué a hacer mejores marcas cuando estaba sola entrenando que cuando me colgaba el dorsal y competía, así que me dijeron que me tomase un mes de descanso”. De esta forma, la salud mental reclamó su espacio en una cabeza que llevaba 20 años sobre el asfalto y que no había terminado de adaptarse a los ritmos. Sin embargo, también fue su cabeza la que, sin querer, le hizo parar para poder descubrir su verdadera pasión: el trailrunning.
“Alguien me habló de que había un kilómetro vertical en Fuente Dé, en los Picos de Europa, y fui por probar pero no sabía exactamente ni lo que era… Pero fui y me di cuenta de que allí se me pasaban los nervios y solo disfrutaba. Fue increíble, ¡y gané!”, declara orgullosa. Sin embargo, aunque sintió desde el primer momento que correr en la montaña era la pieza que le faltaba, estuvo combinando el atletismo con el trail durante dos años, hasta que en 2013 decidió “que ya no quería bajar más de la montaña”.
Normalmente se relaciona este deporte con su dureza, pero para Azara parece todo lo contrario. De hecho, da la sensación de que salir a entrenar sola y estar corriendo durante cinco horas con lluvia y viento es la cosa más sencilla del mundo. Y es que teniendo en cuenta que ha llegado a hacer carreras de 130 kilómetros estando más de 16 horas compitiendo, los entrenamientos parecen lo de menos.
A veces hacen que no te oyen, o te cierran, o te esprintan, o simplemente protestan. Hay hombres que no llevan nada bien que una mujer vaya por delante
“Siempre te dicen que si has llegado aquí es por tus facultades, pero para mí no es así. Siempre he sido muy disciplinada, muy constante y muy trabajadora y eso, además de que me encanta lo que hago, es lo que me ha hecho no tirar la toalla nunca. Así que creo que la diferencia la marca la actitud y el carácter”, argumenta la corraliega.
Y es tan constante que solo es capaz de recordar un momento de su vida en el que no haya corrido: cuando tuvo a su hijo. No obstante, también guarda perfectamente en su cabeza esas ganas que sentía por volver a ponerse las zapatillas al dar a luz: “Volví con tantas ganas que después de tener al niño es cuando he empezado más en serio con el trail”, reflexiona.
Ese traspiés mental que le alejó del atletismo pero que la acercó a la montaña también le sirvió para entrenar su cabeza, ya que reconoce que no va al psicólogo pero que pasa muchísimas horas consigo misma, algo que le resulta “terapéutico”: “Las corredoras de élite suelen entrenar acompañadas, pero como yo no coincido con nadie siempre entreno sola. Eso en las carreras, y sobre todo cuando pasas momentos muy duros, es un plus”.
De hecho, García de los Salmones le da tanta importancia a esa parte mental que ya se ha convertido en toda una 'coach' para sí misma, algo que achaca a la experiencia, pero en lo que también, a buen seguro, influye su carácter: “A estas alturas sé que no puede elegir todo lo que me pasa, pero sí cómo me lo tomo, cómo lo afronto y qué hago para salir de ello… Aunque también te digo que entiendo que hay gente para la que no es tan sencillo”, explica.
Como se puede esperar de una subcampeona del mundo en su especialidad, su vida es “superestricta”, algo que condiciona el resto de ámbitos de su vida. En cambio, durante unos meses tuvo que bajar el ritmo tras una operación en la rodilla -el hueso estaba erosionado de tanto rozar la banda iliotibial y había mucha inflamación- que la mantuvo alejada de la montaña, aunque este verano consiguió regresar a la competición.
La importancia del feminismo en su vida
La casualidad quiso que el 8 de marzo de 2021, Día de la Mujer, su médico le comunicase en una revisión que ya podía retomar los entrenamientos fuera de un gimnasio, algo que se “moría de ganas” por hacer. Precisamente y hablando de feminismo, Azara se convirtió en toda una referente del deporte para las mujeres después de publicar un vídeo en sus redes sociales en el que se quejaba del trato que se les daba a las féminas por parte de los medios de comunicación.
Y se hizo viral y hasta el vicepresidente del Gobierno de Cantabria, el socialista Pablo Zuloaga, compartió el descontento de García de los Salmones. “Siempre estamos igual, tenemos que demostrar el triple que ellos para tener la misma visibilidad. Y no vale que yo salga a la misma hora, en el mismo sitio y haga el mismo recorrido que ellos. Lo que vale es lo suyo”, reconoce enfadada. Y no es de extrañar, puesto que como ella misma reitera, “son muchos años aguantando”.
Los motivos que le llevaron a grabarse ese día “que la gota colmó el vaso” fueron varios, pero el primero es cómo repercute el hecho de que las deportistas no aparezcan en prensa, televisión o radio: “No puede haber mujeres profesionales porque no hay apoyo. Cuando alguien te ficha o viene un patrocinio para ayudarte a ser profesional esa empresa lo que quiere es que haya un retorno, y ese retorno es que seas visible… Si no te sacan en los medios no te fichan, y si no te fichan no te puedes hacer profesional”.
No obstante, declara que en su caso no fue así, y que sus patrocinadores, Sport HG y AML, le dieron su oportunidad cuando aún estaba lesionada por romperse el tendón: “Son dos marcas que confían muchísimo en las mujeres, y gracias a ellos he sido la primera deportista profesional de mi especialidad en España”. Así todo, advierte que su caso sigue siendo marginal porque “normalmente” los patrocinadores no dan ese paso de confiar en que aunque todavía esas mujeres no tengan la visibilidad que les corresponde, la lleguen a tener.
Otra de las razones es el futuro, y ella, que entrena a niños, se pregunta con qué referentes pueden contar si ni siquiera aparecen: “¿A quién les ponemos? ¿A hombres? Claro, y así les demostramos que a las mujeres no se les dan oportunidades, y que si hay pocas tampoco se las enseña porque hablamos siempre de los hombres”, recalca molesta.
Respecto a cómo es competir en un mundo en el que primordialmente hay hombres, la atleta corraliega cuenta que en algunas carreras todavía tiene que pedir permiso a sus compañeros para adelantarles “y aun así hay algunos que no te dejan”: “A veces hacen que no te oyen, o te cierran, o te esprintan, o simplemente protestan. Hay hombres que no llevan nada bien que una mujer vaya por delante”. Sin embargo, la deportista reconoce que del mal humor que le generan estas situaciones, termina motivándose y adelantándoles con más ganas.
Cuando sale de casa le pasa su ubicación a su pareja a través del teléfono, además de que él la escribe de vez en cuando para "ver si todo sigue bien.
Aunque a veces esa rabia sobre el sistema patriarcal también se puede convertir en miedo a que le pase algo, sobre todo en los entrenamientos en los que está sola, y ahí confiesa que cuando sale de casa le pasa su ubicación a su pareja a través del teléfono, además de que él la escribe de vez en cuando para “ver si todo sigue bien”.
Pero y tal y como viene ocurriendo con las artistas, deportistas o políticas que alzan la voz, ha recibido muchas críticas en las que prefiere no ahondar porque ya le han costado disgustos. Lo que destaca es la falta de apoyo de compañeras, “probablemente para que sus patrocinadores no se enfaden”: “Es que a mí tampoco me conviene levantar la voz, pero no me puedo callar. No sé si es solo el miedo, o también cobardía o egoísmo de que ellas están bien como están, y a las demás que les den”, sostiene.
Sobre el final de su vida en el trail, Azara se niega a desvincularse del todo, aunque sí que es consciente de que llegará un momento en el que tendrá que bajar el ritmo: “Ahí querré centrarme más en trabajar con niños y en las mujeres y en motivarlas, porque aún hay muchas que piensan que el deporte no es para nosotras o que sienten que no pueden”, indica.
No obstante, concluye añadiendo la frase que bien podría resumir su carácter perseverante y apasionado: “La verdad es que me imagino siempre corriendo, no te voy a engañar. Bueno, correré hasta que mis piernas me digan que ya no pueden correr más”, advierte entre risas.
A diferencia de muchos deportistas que comienzan sus carreras por tradición familiar o porque alguien de su entorno se da cuenta de que destaca por encima del resto, la incursión de Azara García de los Salmones (Los Corrales de Buelna, 1983) en el atletismo, y posteriormente en el trailrunning, fue más bien casual. Sus padres fueron quienes a los 8 años decidieron apuntarla a una prueba de atletismo que tuvo como resultado que a la semana siguiente ya estuviese apuntada al club: “Y de ahí hasta hoy”, resume entre risas la deportista.
Pero a los 28 años algo se truncó en su carrera como atleta y, una vez más y al igual que ocurrió en sus inicios, tampoco fue por los mismos motivos que suelen dar los deportistas, motivos como las lesiones o la edad. “Me ponía muy nerviosa para competir y llegué a hacer mejores marcas cuando estaba sola entrenando que cuando me colgaba el dorsal y competía, así que me dijeron que me tomase un mes de descanso”. De esta forma, la salud mental reclamó su espacio en una cabeza que llevaba 20 años sobre el asfalto y que no había terminado de adaptarse a los ritmos. Sin embargo, también fue su cabeza la que, sin querer, le hizo parar para poder descubrir su verdadera pasión: el trailrunning.