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Cambios educativos por la pandemia en Cantabria: mascarillas obligatorias desde Primaria, 175 docentes más y un 'contrato' de responsabilidad para padres

Blanca Sáinz

20 de julio de 2020 15:09 h

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Después de meses de incertidumbre para padres, docentes y alumnos, parece que Cantabria ya tiene un plan de cómo se desarrollará el próximo curso 2020-21, y aunque este estará ligado a la evolución de la pandemia, será la base para conseguir compatibilizar la educación presencial con el virus. Para ello, Educación ha establecido las mascarillas como obligatorias desde primero de Primaria y ha planteado sumar 175 nuevos docentes en colegios e institutos de la región, entre otras medidas.

En este sentido, la consejera de Educación del Gobierno de Cantabria, Marina Lombó (PRC), ha explicado este lunes en rueda de prensa cuál será el protocolo general de organización para el desarrollo de la actividad educativa hasta el fin de la crisis sanitaria. Un protocolo que, como ha detallado, obligará a utilizar mascarilla a partir de los seis años dentro de los centros, y para todos los alumnos de más de tres años en el transporte escolar, que, por cierto, funcionará con regularidad.

La distancia de seguridad también se respetará en esta nueva normalidad y se garantizará la separación de 1,5 metros entre alumnos, por lo que cada centro dependiendo de sus dimensiones será quien decida cuántas personas entran en cada aula. En la misma línea, y para evitar que haya brotes incontrolados entre los más pequeños, se crearán “grupos burbuja”, es decir, grupos de niños y maestros que solo podrán socializar entre sí.

Asimismo, las familias tendrán que firmar un 'contrato' de responsabilidad en el que se comprometerán a que los estudiantes no acudan al centro educativo si presentan síntomas de sospecha de coronavirus, así como a comprobar diariamente el estado de salud de los mismos. Por último, tendrán que notificar cuál es la razón de la ausencia “en caso de que esté relacionado con la situación epidemiológica”.

Por otro lado, los colegios e institutos pasarán a marcar sus propios horarios para evitar que haya una concentración de alumnos excesiva. “Se podrán establecer turnos de mañana y de tarde, siempre con la premisa de que los turnos de tarde habrán de reservarse para los alumnos de mayor edad”, ha explicado Lombó. El documento, que recoge las directrices del Ministerio de Educación adaptadas a la comunidad, expresa también que el número de alumnos por profesor no podrá superar los 25 en Primaria y los 18 en Infantil, sin embargo, en el caso de Cantabria esas ratios serán más bajas ya que solo el 7% de las aulas alcanzaban los 25 estudiantes por clase antes de la pandemia.

La limpieza de los centros, como no podía ser de otra forma, se convertirá en “imprescindible” este curso y por ello se invertirán más de 500.000 euros en reforzarla. También se dispondrá de material de prevención (mascarillas, batas, pantallas faciales) que se distribuirá dependiendo de las necesidades de cada lugar de estudio, y se contratarán 75 docentes más en Educación Primaria, y 90 en Secundaria.

Posibles cambios

A pesar de que estos cambios están concebidos para una situación como la actual, Educación ha preparado otros dos posibles escenarios. El primero se correspondería con una restricción de la movilidad que llevaría a estudiar de forma telemática a los alumnos de la ESO y primero de Bachillerato y que priorizaría la educación presencial del alumnado de Infantil, Primaria y segundo de Bachillerato. Además, se implantarían más medidas de limitación de contactos más estrictas “que reducirán el número de alumnos por aula y con docencia mixta, presencial y no presencial”.

Y el segundo trataría la posibilidad de que la situación se agravase aún más y hubiese que volver al confinamiento. Para ello, la consejera ha explicado que ya se han firmado varios convenios con el Ministerio de Educación para frenar la brecha digital y que todos los alumnos dispongan de equipos informáticos y conexión a internet.

Lombó ha explicado que este documento cuenta con el informe favorable de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Cantabria y se enviará a la Junta de Personal Docente, comités de directores, mesa de las familias y Consejo Escolar. La Consejería escuchará sus aportaciones esta semana -esta tarde se reúne con la Junta de Personal- con el objetivo de remitirlo a los centros la semana que viene.