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Una campaña llena de conejos en la chistera: los eternos proyectos para Santander que resucitan en elecciones

Como conejos de la chistera, los principales partidos con representación en el Ayuntamiento de Santander sacan en campaña electoral los proyectos para la ciudad. Ampliación del Parque de las Llamas, soterramiento de Marqués de la Hermida y reordenación de las estaciones son ya viejos conocidos de los santanderinos que asisten cada cuatro años a un 'déjà vu' de promesas electorales, todas tan transformadoras como inexistentes. Aunque realmente, si se tiene en cuenta que las campañas electorales ya son permanentes, los proyectos y anuncios reiterativos se suceden sin necesidad de que haya comicios de por medio.

Ninguno de estos 'revivals' viene acompañado con datos o cifras que ilustren una profundidad que vaya más allá del mero póster electoral. Tras el anuncio y la infografía rara vez se dice cuánto y cómo costará cada acción.

A riesgo de eternizarse, y sin visos claros de solución, está el decano de los proyectos irresolutos: la recuperación del Cabildo de Arriba, el barrio de Santander con una estampa más parecida a una zona de guerra que a un área céntrica e histórica. La solución puede venir dada por una ordenanza de solares que movilice la reconstrucción del barrio, pero este lleva varias décadas recibiendo intenciones y ya, por no haber, no existe ni asociación vecinal.

La resurrección más inmediata ha sido la del eterno soterramiento del tráfico de entrada en la ciudad por Marqués de la Hermida. Este es un proyecto que prácticamente todos los partidos han defendido, pero que sigue esperando su realización. El candidato regionalista, Felipe Piña, acaba de proponerlo de nuevo, y el PSOE también lo lleva en su agenda. Quien primero habló de ello fue en 2007 el candidato del PRC, Vicente Mediavilla, cuando propuso soterrar el tráfico denso de entrada a la ciudad y reconvertir el área degradada de Varadero en una zona de ocio.

De los regionalistas también, pero de los anteriores, surgió el proyecto de conectar la prolongación del Parque de las Llamas con una zona de ocio y actividades deportivas. Fue el todavía portavoz José María Fuentes-Pila quien trajo a colación la propuesta que no tuvo apenas eco.

Para soterramientos, también el de Vargas-San Fernando. La oposición vecinal frenó en seco este proyecto surgido durante el mandato de Gonzalo Piñeiro, como el citado de soterrar el Paseo Pereda. El proyecto conllevaba abrir en canal la arteria y afectaba al arbolado. Los vecinos dijeron no.

Trampantojo infográfico

Los auténticos maestros en el trampantojo infográfico han sido los sucesivos alcaldes del PP. Desde el proyecto de soterramiento del tráfico en el Paseo de Pereda hasta el desarrollo lúdico del norte de municipio, con campo de golf en Cueto incluido, candidatos y gobernantes han consumido un Nilo de tinta: Gonzalo Piñeiro, Íñigo de la Serna y Gema Igual han sido alumnos aventajados en este campo.

En otros casos, cuando sí se han llevado a cabo, el resultado no fue el esperado o acabó en fiasco absoluto. Dos ejemplos: la senda costera y el Metro-Tus. Ambos tuvieron una fuerte contestación vecinal.

Sin embargo, fue el metro ligero o tranvía uno de los proyectos de los que más se habló y que desapareció más rápidamente. Ocurrió durante el mandato de Íñigo de la Serna y estaba llamado a revolucionar el transporte público de la ciudad incorporando, en la primera década del siglo, a la oferta del TUS el metro en superficie, al estilo de Bilbao o de ciudades francesas como Burdeos.

Corría el año 2007 cuando el Partido Popular sacó a relucir la panoplia de proyectos sobre el papel. Algunos empezaron a ejecutarse una década después, como fue el caso de algunos carriles-bici y escaleras y pasarelas mecánicas, pero el metro ligero acabó en el olvido. El proyecto preveía conectar de forma transversal la ciudad con un tendido que recorriera la distancia entre las Estaciones y la Avenida de los Castros, lo cual hubiera supuesto tunelar el centro de Santander desde Jesús de Monasterio y construir hasta la superficie el consabido parking subterráneo.

Precisamente de aquella campaña databa una idea que nunca se llevó a cabo porque requería una decisión política contundente contra el tráfico rodado: peatonalizar el centro de la ciudad, desde Cuatro Caminos hasta el Paseo de Pereda, siguiendo el eje ya dibujado en su mayor parte por las calles San Fernando-Burgos-Jesús de Monasterio-Paseo de Pereda.

Por aquella época, en 2006, encabezaba la candidatura a la Alcaldía el socialista Jesús Cabezón. A este cabe atribuir la paternidad de proponer cubrir la Plaza Porticada, una propuesta que vuelve como un oleaje tanto desde las filas socialistas como desde las regionalistas, ya que Fuentes-Pila la hizo suya.

De Fuentes-Pila procede también la reclamación reiterada de ordenar Rucandial, el gran espacio aún sin tocar por las excavadores al norte del Parque Científico y Tecnológico de Cantabria (PCTCAN), un espacio al que da paso el puente de Arenas sobre la S-20. Los regionalistas de Santander han estado interesados siempre en ampliar el PCTCAN, promesa electoral para la próxima campaña, y convertir Rucandial primero en zona en zona semirresidencial y luego en zona empresarial.

Los regionalistas apuestan ahora por un gran parque empresarial de I+D+i en Rucandial junto a la ampliación del PCTCAN y el Centro Logístico de La Pasiega, otro anuncio recurrente que esta vez parece que sí se hará, como “proyecto clave” para que el Puerto de Santander se desarrolle.

Pasos, diques y demás

De 2009 -la década fue pródiga en proyectos- databa el plan de soterrar General Dávila bajo el cruce con la calle Camilo Alonso Vega, pero no sería hasta 2016 cuando el proyecto se retomó con la consabida infografía y el correspondiente incremento presupuestario: 7,2 millones de euros. La obra prometía ser trascendente para la movilidad y complicada en cuanto a su factura técnica, pero cayó en el olvido... hasta que otra campaña electoral lo recupere.

El dique que cierra Puertochico fue objeto también de anuncios con icono visual de Okuda incluido. La candidata del PP a la Alcaldía de Santander, Gema Igual, anunció hace cuatro años un proyecto para transformar el malecón de Puertochico y potenciar así su uso por parte de los ciudadanos, “modernizando y recuperando ese espacio, dotándolo de áreas verdes y estanciales, además de incorporar un bisonte de Okuda como nuevo icono para la ciudad”.

El frente marítimo, entre Varadero y San Martín, es de esos proyectos que, por no acometerse nunca en su integridad, acaban sin tener sentido por las actuaciones puntuales. A estas alturas, prácticamente la necesidad de ordenar sería para sus espacios en los extremos: Varadero y San Martín, ya que el frente central es prácticamente inamovible con el Centro Botín y las construcciones portuarias.

De camino quedaron proyectos como el desarrollo inmobiliario en el Promontorio de San Martín, el centro de ocio para Varadero y la ordenación de San Martín, espacio mal comunicado actualmente, pero que estuvo llamado a acoger hoteles y zonas de ocio y deportivas e incluso se pensó como un primer emplazamiento del Centro Botín.