Cantabria inicia un plan de choque en materia de salud mental ante el aumento de intentos de suicidio entre jóvenes

La Consejería de Sanidad está poniendo en pie un plan de choque de atención infanto-juvenil en materia de salud mental ante el incremento ostensible de intentos de suicidio y trastornos en la conducta alimentaria, entre otras patologías, de los más jóvenes.

Dos años de pandemia por COVID-19 han pasado factura a la población más joven, lo que está reclamando la ampliación de los dispositivos de prevención y atención del Servicio Cántabro de Salud.

Según datos de las autoridades sanitarias cántabras los trastornos de la conducta alimentaria se han incrementado un 75%, sobre todo en mujeres, mientras que de los intentos de suicidio no se han ofrecido datos concretos, aunque sí la apreciación del incremento notable de casos tratados tanto en las urgencias como en la hospitalización general.

Una de las principales actuaciones de este plan de choque es la adaptación de la planta pediátrica de hospitalización en Valdecilla para que acoja a niños y adolescentes con algún trastorno psiquiátrico. Se hará en coordinación con el servicio de Salud Mental del hospital, pero su localización física estará en Pediatría.

Las camas que dispondrán estos pacientes en la unidad oscilarán entre cuatro y seis, aunque su número exacto dependerá de la demanda en cada momento, y para poder estar disponibles antes deberán acometerse trabajos de adaptación de las habitaciones para que estén preparadas para aplicar medidas de seguridad si fuera necesario.

Miguel Rodríguez, Celia Gómez y Óscar Fernández, consejero de Sanidad, gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y subdirector de Asistencia Sanitaria, respectivamente, han dado a conocer este viernes los rasgos generales del plan de choque que presupuestariamente supondrá un gasto de medio millón de euros, anualmente, para la contratación, entre otras actuaciones, de dos psiquiatras, dos psicólogos clínicos y cuatro enfermeras, todos ellos especializados en salud mental infanto-juvenil, así como un número indeterminado de auxiliares.

Asimismo, el plan de choque creará una unidad educativa terapéutica, cuya creación será realidad en septiembre de 2022 y dará respuesta a la situación del alumnado. Será una unidad complementaria a los dispositivos actuales y constará de psicólogo, psiquiatra y enfermera.

Se va a ampliar el horario de atención del Hospital de Día infanto-juvenil, habrá programas de atención infantil en urgencias, se potenciarán las consultas para patologías graves y de alta intensidad (una o dos visitas por semana) y habrá medidas de abordaje ambulatorio y medidas relacionadas con la prevención.

Los recursos que se están configurando se mantendrán en tanto en cuanto así lo requiera la demanda de pacientes.

Una de las características de este plan de choque es avanzar para que la sanidad pública se ocupe cada vez más de los pacientes y no los derive a la privada como ahora. Otra de las características es su coordinación con la Consejería de Educación.