Cantabria ha registrado en la última jornada dos nuevos casos de coronavirus, que son aislados y no tienen relación con ninguno de los focos detectados estos últimos días. Además, ya solo queda una persona hospitalizada en la región por el virus -una menos, tras varios días habiendo dos- y siguen sin registrarse fallecidos ni ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Así pues, este martes, los casos de COVID-19 activos en la comunidad son 50, al igual que ayer, de los que 49 se encuentran en aislamiento domiciliario, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad.
De esta manera, el total de acumulados positivos desde que comenzó la pandemia asciende a 3.185, que son 13 más que ayer, de los cuales 2.399 han sido detectados mediante pruebas PCR (dos más que ayer, que corresponden a los dos nuevos casos diagnosticados en esta última jornada) y 786 a través de test de detección de anticuerpos.
Por su parte, son 2.923 los curados (13 más que hace un día), cifra que supone el 92 por ciento del total de casos; mientras que los fallecidos se mantienen en 212. El total de test realizados en la comunidad asciende a 101.861, lo que representa un tasa de 17.523 por 100.000 habitantes.
Brotes
De esos 50 casos que a día de hoy siguen activos, 16 corresponden a los dos brotes que se detectaron este fin de semana. En concreto, siete de los positivos están vinculados al foco de las tres personas que viajaron a Cantabria desde Sudamérica y nueve a la fiesta privada de jóvenes en el municipio de Campoo de Suso.
El primero de los focos, tal y como señaló el consejero de Sanidad este lunes, está controlado ya que se circunscribe a siete personas de una misma familia, siendo su origen tres casos importados del extranjero (Bolivia) y cuatro de sus contactos estrechos. También hay otros siete contactos estrechos que, aunque han dado negativo en las pruebas PCR, están en cuarentena en sus domicilios.
En el segundo de los brotes, que por ahora registra nueve positivos, se han realizado PCR a 57 contactos estrechos de los jóvenes que estuvieron en la fiesta y que han dado negativo -aunque también están aislados en sus domicilios-, y ahora se está realizando el estudio de los contactos secundarios sobre los que por el momento no hay novedades.
Por otro lado, en cuanto a los cuatro marineros procedentes de Burela (localidad de A Mariña donde se registraba un brote) que permanecen aún aislados en el albergue de Solórzano porque dieron positivo tras atracar en Santoña, este lunes se les ha vuelto a hacer las pruebas y se está a la espera de conocer los resultados para ver si se da por finalizado su confinamiento.
Sanidad también está pendiente del caso del hombre que dio positivo en Asturias tras haber pasado unos días en Santander, y a la espera de que el Principado comunique si ese contagio se ha producido por el contacto con algún santanderino para proceder a su rastreo.
Por último, el primer brote que se detectó en Cantabria tras concluir el estado de alarma, registrado a finales de junio en un edificio de la calle Nicolás Salmerón de Santander y que obligó a aislar el bloque de pisos al completo con casi un centenar de vecinos durante más de diez días, se dio por cerrado el pasado viernes con el desconfinamiento del último domicilio que permanecía en cuarentena.