El Juzgado de lo Social número 3 de Santander ha concedido la invalidez permanente total a una trabajadora de la limpieza de Cantabria afectada por el síndrome post-COVID, al considerar que no es posible que pueda ejercer esta profesión.
La mujer interpuso la demanda después de que la Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) no le reconociera como incapacitada permanente por no presentar “reducciones anatómicas o funcionales que disminuyan o anulen su capacidad laboral”.
Según los hechos probados, la trabajadora presentaba un cuadro de secuelas que incluía síndrome post-COVID, infección por la que permaneció ingresada en el hospital cinco días intubada; artritis psoriásica; y “bloque completo” de la rama izquierda.
Este cuadro provocaba en ella un “menoscabo funcional” consistente en disnea y fatiga intensas, por lo que pedía la incapacidad permanente para su profesión habitual de limpiadora al considerar que no puede llevar a cabo las “funciones primordiales” de la misma, tal como le ha reconocido el juez.
La sentencia ha sido publicada en sus redes sociales por el Colegio de Abogados de Cantabria, que ha destacado que esta es “pionera” de la jurisdicción social en la comunidad autónoma.