“Yo escucho tecno para todo en mi día a día, y me gusta hacer música cada vez más zapatilla”, así se presenta Sandra Delaporte, la cantante y compositora madrileña perteneciente al dúo de música electrónica al que da nombre su apellido. La artista, con más de siete años de experiencia en el panorama musical, hace referencia continuamente al término “zapatilla” para referirse a cómo ella concibe la música: electrónica, violenta y rápida. Sin embargo, no siempre ha sido así, puesto que la artista ha probado varios géneros durante su carrera profesional hasta dar con el más acorde a su personalidad.
Sandra Delaporte, que actuará junto a su compañero de viajes, Sergio Salvi, en el festival Música en Grande 2024 en Torrelavega, analiza todos los procesos vitales y de concienciación personal que ha vivido durante su camino y repasa los proyectos en los que se ha visto involucrada tanto dentro como fuera del grupo que lidera.
¿Por qué escogió música tecno, qué significa para usted?
Hay que partir de la base de que todos los tipos de música hacen sentir y llegar a espacios de ti mismo que de otra manera no llegarías; ya sea mediante rock, metal, baladas, etc. La música te enseña el camino, el arte en general, pero para mí la música. Cuando escucho música es como si se me abriera una cremallera en el pecho y me hiciese sentir libre, como si me curase el alma. El tecno es uno de los medios para abrir la cremallera, es una entrada directa a lugares raros que no conocía de mí misma. Llevo desde 2020 escuchando tecno a menudo, antes escuchaba música electrónica, pero no tan violenta, y es verdad que es un género que se asocia a un contexto oscuro, de drogas y gente perdida en la vida. No creo que se aleje mucho de géneros como el punk o el metal. Para mí es una vía para soltar la ira y la ansiedad.
Para mí, estar en un festival de música electrónica es como que dios baje a verme personalmente
¿Es la música que mejor funciona en festivales?
Depende del festival, si es un festival rockero o indie ,el público prefiere algo diferente. Aun así, el tecno funciona, porque en cualquier festival, a según que hora, la gente agradece este tipo de música. Creo que depende de la hora y de la energía que tengas, hay muchas personas que a altas horas de la noche necesitan beats más violentos y electrónicos para seguir disfrutando, algo que no te puede dar una batería acústica. Creo que el tecno funciona en festivales de cualquier género, pero para mí, un festival que sea solo de música electrónica es como que baje dios a verme personalmente.
¿Por qué se asocia a la música tecno con las drogas o con el desfase?
Yo siempre digo que la gente que va a un evento de música tecno a drogarse no le gusta el género, porque es imposible que te enteres de nada. Puede ser que se haya asociado mucho el nivel de fiesta con decir que este tipo de música es una excusa para drogarse. El tecno es un género que puede llevarte a estados de consciencia que de por sí no puedes alcanzar, cuando lo escucho llego a unos niveles de bienestar y éxtasis que en mi vida normal no alcanzo. Es una música que está diseñada para entornos oscuros y que suena muy alto, para durar muchas horas, a lo mejor puedes estar doce horas sin parar de bailar. Cada uno es libre de hacer lo que quiera con su cuerpo, pero creo que la gente que consume drogas quiere amplificar esa sensación, aunque yo personalmente no lo hago. A mí me encanta el tecno, y cuando voy a un concierto, voy a escuchar solo tecno con una botella de agua.
Puede que se haya asociado mucho la música electrónica con la droga. La gente que va a un festival de música a drogarse no le gusta el género, lo que la gusta es drogarse
Hábleme de 'Aquí y ahora'...
'Aquí y ahora' ha sido un disco que ha surgido de momentos muy concretos, estuviera donde estuviera sacaba el ordenador y me ponía a grabar. Daba igual que estuviera en el monte, en un café, en el tren... He compuesto en muchos sitios, a veces estaba en casa de algún amigo y en cuanto escuchaba una idea me iba a grabarla directa. Se suele decir que la inspiración te pilla trabajando, pero para mí es que la inspiración te pille viviendo. Por suerte tengo un portátil, solo tengo que abrirlo y vomitar todas las ideas en la pantalla. A la hora de componer no había ningún concepto, lo que queríamos era transmitir, porque en muchos discos la gente nos comentaba que el directo era brutal, pero que no se parecía a lo que escuchaba en plataformas. En directo hacemos remixes, speed ups y versiones un poco más cañeras de los temas en stream. Pasa la misma paradoja que con las redes sociales, lo que ves en plataformas es muy diferente a lo que vives en directo. Está bien así, no hay drama, en este disco decidimos unificarlo un poco más para que la gente viviese la energía del directo en el propio disco.
Dadas las características del género, ¿puede que haya gente que se quede con el ritmo y no profundice en el mensaje u otros valores de sus canciones? ¿Cómo debería interpretarse su música?
Creo que una vez sueltas la canción, la interpretación depende del corazón de cada uno. Si a un oyente le acaban de romper el corazón, puede que valore más una letra que otra o que interprete que se asemeja al momento vital que él está pasando. Si te ayuda a entender cosas dentro de ti, aunque yo al escribirlo no hubiese pensado en eso, está genial. Durante todo este tiempo en la música me he dado cuenta de que todos los conceptos de éxito que nos han enseñado son mentira, por lo menos para mí. No me gustaría estar en la posición de C. Tangana, por ejemplo, y verme forzada a sacar un nuevo disco con la obligación de que sea igual de exitoso que los anteriores. Si yo tuviese el nivel de éxito que él tiene, me preocuparía no saber como volver a bajar a lo que realmente me hacía disfrutar cuando comencé. Trabajar el ego es lo más duro que hay como ser humano, y cuantos más éxitos tienes, más duro se vuelve. Es difícil atreverse a ser uno mismo y a que nada de lo que hay a tu alrededor interrumpa lo más importante, que es crear y dar lo más profundo de ti con el mayor amor posible.
Si yo tuviese el nivel de éxito que tiene C. Tangana, me preocuparía no saber como volver a bajar a lo que realmente me hacía disfrutar cuando comencé. Trabajar el ego es lo más duro que hay como ser humano
Los beats del disco están hechos desde ese punto de vista, de hacer lo que realmente quiero. Al principio, me daba miedo meter beats tan violentos, es lo que a mí me gustaba, pero pensaba que tenía que agradar y asemejarme a las fórmulas que ya me habían funcionado. El disco es el resultado de decir: “Ahora me lo voy a pasar bien”, por eso muchas tomas de voz se han quedado grabadas, o el sonido del tren. Si toso, entra, y si me rio, también, eso es lo que lo vuelve tan genuino. Para mí el disco es una celebración de estar vivo y de todo lo que es cada oyente que lo escucha.
La música tecno es un género ampliamente utilizado para variopintas labores: desde concentrarse con él a escucharlo al salir de fiesta, lo que le vuelve un género muy versátil. En su caso, ¿cómo disfruta del tecno?
Yo disfruto de él todo el rato. Si me levanto y voy a ir a correr, escucho tecno; si tengo que fregar los platos, escucho tecno, y así con todo lo que tenga que hacer. También escucho algo de música ambient para meditar. Esta música me ayuda a relajarme y a detectar cuando tengo ansiedad, y a partir de ahí, enfocarme en cómo volver a estar bien. Mucha gente me ha dicho que mis canciones le suben la productividad en el trabajo, porque les ayuda a concentrarse. Yo la escucho cuando estoy componiendo, pinchando o buscando música, porque me encanta buscar nueva música, soy una periodista musical. Encontrar nueva música es igual de gratificante que crearla, hay que tener mucha creatividad. Al final, debes hacer lo que te entusiasma y resuena dentro de ti, yo lo denominaría periodismo musical. Creo que el tecno es perfecto para ello, ayuda a la productividad y a la concentración. Yo he llegado a meterme en bucles musicales de más de siete horas sin comer, donde de repente te preguntas dónde estás. Escuchando música puede pasar el día entero y no darte ni cuenta.
Ha habido mucha música desde su primer EP 'One'. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
La verdad que ha habido un montón de música desde entonces, yo ahí tenía 21 años y ahora tengo 30. Cuando empecé a escuchar música electrónica tenía 20 años, antes de eso estaba obsesionada con el jazz y lo único que quería era estudiar jazz, que me sigue encantando. Sin embargo, a partir de los 20 empecé a escuchar autores como Jamie XX o James Blake y creo que en los primeros EPs se nota su influencia. En el momento en el que empezamos a tocar eso en directo dije: “Esto es aburridísimo, yo quiero más y más zapatilla”, y es lo que nos lleva a nuestra música más reciente. También ha habido momentos donde le presentaba a Sergio temas más cañeros y él me decía que no era su estilo, porque no le gusta el tecno tan violento y rápido. Entonces me preguntó por qué no juntaba la música violenta en otro proyecto diferente e individual, y a los dos nos pareció una buena idea. De esa urgencia vital nació Alexxandra. Muchos de los temas están grabados al momento, se nos ocurría una idea e íbamos directos a grabarla. Entre los dos siempre encontramos un punto en común y nos lo pasamos muy bien. Que los dos tengamos nuestra propia manera de entender la música nos enriquece a ambos.
Hábleme de Sandra Pelusa...
Sandra Pelusa fue un proyecto que me planteó Cultura Inquieta, que es un canal que yo seguía desde hace muchos años. Ellos me plantearon un script con una idea general y me gustó, porque me dieron mucha libertad, solo tenía que ser yo misma. Es difícil encontrar esa libertad de expresión para poder transmitirlo en el aprendizaje, cosas que sentíamos útiles como por ejemplo no castigar a los niños porque se saliesen de la línea en las partes de pintura. Aun así, los rodajes fueron bastante intensos, divertidos pero intensos. Me gustó que cuando había escenas de baile, solo tenía que bailar, pienso que cuando tu te dejas llevar y la gente te ve siendo tú misma, invitas a los demás a dejarse llevar también.
Es cierto que pertenecía a Disney, que no estoy de acuerdo con los modelos románticos que nos han vendido hasta el día de hoy, pero eran otros tiempos y lo entiendo. Me dieron la oportunidad con la propuesta de Sandra Pelusa y quise probar, aunque me di cuenta de que ser actriz es durísimo, te quita muchísimo tiempo. Yo quería enfocarme en la música, que es lo que de verdad me gusta, y llegó un momento que Disney quería que Sandra Pelusa fuera mi única actividad y ahí decidimos salirnos del proyecto. Además, había bastante censura desde arriba de la cadena y a mí no me gustaba no poder decir lo que pienso. Si me planteasen ahora retomar las giras de Sandra Pelusa diría que no, ya pasó ese punto vital, realmente no me apetece.
¿Qué objetivos tiene Delaporte para el futuro?
Ahora mismo, la gira. Vamos a estar en muchos festivales y me apetece mucho porque esta última gira ha habido un “clic” y últimamente me lo paso incluso mejor que antes. Siempre me lo he pasado bien, pero ahora es un desfase, casi alcanza el nivel de punk, del todo vale. Va a haber Delaporte para rato. Puede que saquemos más temas no muy tarde, porque de todos los temas que hicimos para 'Aquí y ahora', muchos se quedaron fuera, y hay tres o cuatro que ya están hechos. El 22 de junio estaré presentando un EP nuevo de Alexxandra. No me puedo dividir en cien Sandras y me gusta mucho cuidar la salud mental y física, así que iremos poco a poco con giras y clubs para compaginar tanto de Delaporte como de Alexxandra.