El principal brote de COVID-19 en Santoña se concentra en una empresa conservera, Atunlo, que tiene a día de hoy 62 trabajadores positivos así como 120 contactos estrechos de los mismos bajo vigilancia, a lo que hay que añadir que la firma lleva tras de sí un histórico de sanciones por incumplimiento de la normativa en Prevención de Riesgos Laborales, según han confirmado fuentes de la Administración regional a elDiario.es Cantabria.
El de Atunlo es el principal foco de la localidad que lleva tres días clausurada y de vuelta a una fase 2 “intensa” de la desescalada, con entradas y salidas del municipio restringidas a casos excepcionales y la recomendación a los 11.000 santoñeses de no salir de casa. A día de hoy, hay 77 casos activos en la localidad, cinco nuevos este viernes y 12 ayer, lo que da idea de la incidencia que ha tenido el brote en la conservera. Santoña, el pasado miércoles, superó la barrera de 500 casos por 100.000 habitantes (526 exactamente), lo que hizo saltar las alarmas y establecer medidas drásticas de contención de la pandemia.
La industria conservera es una de las más baqueteadas por la COVID en toda España y Cantabria no es una excepción. Sus condiciones de trabajo la ponen habitualmente bajo la lupa de los inspectores que velan por el cumplimiento de la prevención de riesgos laborales, materia que ha saltado a la palestra con la pandemia por coronavirus al ser caldo propicio para los contagios por la proximidad entre trabajadores. Este es lo que ha ocurrido en la empresa de Santoña, que ya tenía a sus espaldas sanciones administrativas, cuyo número no se ha precisado, pero sí que son varias y algunas de ellas de cuantía alta.
La COVID-19 lo que ha hecho es multiplicar los riesgos que en circunstancias normales eran inherentes al incumplimiento de la prevención en materia laboral.