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La artista Eva Lootz invita a “ver más allá” a través de la “fluidez del agua”

La artista austriaca Eva Lootz inaugura este jueves en el Palacete del Embarcadero de Santander su exposición 'El agua, no haciendo...', una serie de esculturas realizadas con medios informáticos e imprimidas en mármol, y otras obras, con las que invita al espectador a “ver más allá de la visión clásica” del antropocentrismo, que “parte del individuo como centro del mundo”, a través de la “autoclausura y la fluidez del agua”.

Así, ha incidido en que “estamos acostumbrados, en nuestra tradición -la occidental-, a ponerle marco a las cosas, a hacer cortes que aíslan el objeto del motivo en el que están inmersos”, por lo que ha reivindicado que “la entidad sólo existe en la autoclausura, es superable”. “Para esto, el agua es un modelo maravilloso, ya que lo puede lavar todo, pero no se puede lavar a sí misma. El agua actúa fuera de su autoclausura, invade lo seco, lo que la rodea”, ha asegurado.

En una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), con motivo de la inauguración de su exposición --que estará en la capital cántabra hasta el 6 de agosto--, la artista ha comentado que el agua “es una de las cosas más misteriosas que hay” y que “no tiene forma y se adapta a las formas a las que entra”. De ahí la inspiración para el título de su exposición, 'El agua, no haciendo', que hace referencia al dicho oriental “el agua, no haciendo, muestra su fuerza”.

En este sentido, Lootz se inspira tanto en “la fuerza del no hacer” de la filosofía oriental como en el silencio del filósofo alemán Ludwig Wittgenstein (1889-1951), que “se aisló en una cabaña porque quería estar en contacto con la vida desnuda antes de los esquemas que el lenguaje sobrepone a todo”.

Por todo ello, dada la importancia del agua en esta exposición --de la que forman parte series de filtros cortados como 'Actos fallidos', dibujos, y esculturas como una de la cuenca hidrográfica del río Guadalquivir u otra sobre la evolución del curso de este río durante 300 años--, se ha reivindicado como una mujer “implicada en luchar por que el agua sea un derecho humano y que sea accesible para todo el mundo porque todavía hay millones de personas que no tienen acceso a un agua potable decente”.

Además, ha explicado que la exposición “incide en la tensión entre aquello que es discurso, lengua y proposición racional, y aquello que no cabe en ese campo, que se resiste, lo inefable”. “Cada época tiene su manera de incidir, tiene sus códigos y el nuestro, evidentemente, es el código digital. Hoy, nuestra manera de abarcar las cosas es, sin duda, esa digitalización”, ha considerado.

Esto se debe, en su opinión, a que la digitalización “aporta una nueva visibilidad y un nuevo conocimiento” porque “de pronto, a través de la visualización de datos, aparecen cosas que o no sabíamos o no de los que no éramos conscientes”. “Que hoy en día podamos hacer piezas de estadísticas del crecimiento de una población solo es posible gracias al mundo digital”, ha sostenido.

Y en ese punto, tal y como ha añadido, “aparece un fenómeno que a mí me interesa muchísimo, la interoperatividad”, ya que ha asegurado que “gracias a los tratamientos informáticos podemos transformar el canto de los pájaros en una lámina de escritura, la música y una secuencia temporal en escultura, tal y como he hecho en el caso de la transformación de un tramo del río Guadalquivir”.

No obstante, Lootz ha advertido de “los peligros de la digitalización porque los tiene”, ya que “es importante no estar todo el día delante del ordenador, absorbido por los datos”, sino “estar con los demás y vivir”. En este sentido, ha hecho referencia una frase de la escritora María Zambrano, que dijo que “la experiencia es el conocimiento que ha renunciado a dejar al tiempo solo”.

En este sentido, ha afirmado que “necesitamos vivir y esa es una experiencia virtualmente infinita porque solo extraemos fragmentos de ella dependiendo del grado de consciencia”. Asimismo, ha reconocido que “es muy difícil” transmitir la experiencia al lenguaje. “Para eso necesitamos a los poetas. Los demás repetimos tópicos y cosas muy masticadas. Los poetas son los que realmente meten la mano en la masa de la experiencia, que es lo que nos singulariza como personas”, ha dicho.

Igualmente, como contraposición al mundo digital, ha remarcado que “a través del psicoanálisis” que se muestra en la serie 'Actos fallidos' “somos conscientes de que el ser humano forma parte de la conciencia de energías que están en el ángulo ciego, que normalmente se le escapan a las consciencias”.

Lootz, que fue galardonada con el Premio de Arte y Mecenazgo en 2013, también ha asegurado que “siempre” le ha “interesado muchísimo” la brecha que existe “entre lo que somos capaces de decir y aquello que somos capaces de ver”.