La Lista Roja de patrimonio en riesgo de desaparecer acaba de incorporar un nuevo hito cántabro: el molino de Romano de Galizano, que data del siglo XVIII. Hispania Nostra, que elabora los listados de bienes en peligro, acaba de incorporar este bien patrimonial que no tiene ningún grado de protección y que amenaza con desplomarse.
No siempre estuvo así: su deterioro progresivo se remonta a los años 50 del pasado siglo. Actualmente, apenas quedan en pie dos paredes medio derruidas, aunque las piedras de la presa en el cauce del río siguen en buen estado de conservación.
“El molino estaba, hasta mediados de los años cincuenta muy bien conservado y en perfecto estado de funcionamiento. Fue construido frente al puente romano hoy derrumbado -asegura Hispania Nostra en su ficha sobre el bien en ruinas-. Se llega a la puerta el molino mediante un camino que termina con un puentecillo de losa arenisca. En la parte posterior, se encuentra una presa de piedra arenisca de unos ocho metros de frente que recoge el agua. Desagua por la derecha del río detrás de molino”.
“El agua mueve dos potentes ruedas horizontales, que enlazan en el piso superior con las muelas dobles: una fija y otra movida por el eje de madera. La «tolvera» o tolva de maíz suministra pausadamente el grano por el embuche penetrando entre las dos ruedas”, prosigue la organización conservacionista.
El molino estuvo entró en decadencia hace 70 años. Entre sus propietarias han sido, sucesivamente: María Setién. Ti María Argos y Piana Gómez, hermana de Manuela “la cotronala”, da cuenta Hispania Nostra. El 70% de su propiedad es público y un 30% privativo sobre derechos de molienda ancestrales.
El puente romano de las inmediaciones, que data de la época de las guerras cántabras, da nombre al molino y al paraje. Actualmente, la Lista Roja de Cantabria está compuesta por 63 bienes, según recoge en la web de Hispania Nostra.