El proyecto 'You are welcome', de la creadora Amanda Pola, muestra la cara menos turística de Santander a través de la fotografía, la literatura, el diseño y la conversación. Barrios periféricos como Cazoña, Cueto o General Dávila protagonizan esta iniciativa a través del visor de Caterina Pérez, la fotógrafa que ha colaborado con Pola. El objetivo de este proyecto, premiado por la convocatoria de ayudas 'Cultura Emprende 2018' de la Fundación Santander Creativa, es “hablar y conectar con desconocidos”, como señala su directora.
Pola ha pasado el mes de junio paseando por los barrios acompañada de personas de todas las edades a las que conoció a través de los trabajadores sociales. Son personas en riesgo de exclusión social, pero la artista aclara que ellos no necesitan la compañía y la conversación más que cualquiera. “El objetivo del proyecto es hablar y ponerse en la piel del otro”, asegura. “En Francia he aprendido que la inclusión se hace entre todos y acompañar es necesario porque iguala la relación”, señala la artista sobre la finalidad de su proyecto.
De igual forma, aclara que su trabajo no es social. “Yo estoy al lado, proponiendo algo que creo que le viene bien a todo el mundo: tener una experiencia con un desconocido”, cuenta. También es autocrítica con la posición de los artistas y con el “buenismo” que impera en ese mundillo, muestra respeto por quien no tiene tanto interés por la cultura y reconoce que, con su trabajo, intenta provocar inquietud y hacerlo agradable para esas personas. “Los artistas no somos tan buenos y con nuestro gusto no es suficiente, así como es cierto que hay personas maravillosas que no leen”, sentencia.
Durante sus paseos por los barrios santanderinos, Pola ha ido tomando “fotos testimonio” de los lugares que le planteaba cada uno de los 43 acompañantes. El resultado ha sido una colección de postales con dieciocho imágenes que buscan “construir un imaginario diferente del que esperamos, pero con un diseño muy de postal”.
La encargada de hacer las fotografías finales ha sido Caterina Pérez, que ha paseado durante dos semanas con Pola por Santander para conocer los testimonios. Esta fotógrafa catalana, como señala la directora del proyecto, “no hace fotos sin relato, a todas les intenta poner una historia detrás”.
No va a ser una colección comercial y las postales pasearán por la franja turística de Santander a bordo de una mini food truck desde el 14 hasta el 19 de agosto. Allí, Pola se dirigirá a los turistas para cerrar el círculo de la misma manera que empezó el proyecto: hablando. Aunque las postales no se venden, para quedarse con una basta con escribir otra y Pola se la enviará a una de las personas que han paseado con ella.
Para no olvidar a los habitantes de Santander que pasean por el centro, la artista ha ideado un mapa grande de la ciudad donde cada uno puede poner sus lugares favoritos y así, crear un guía entre todos. “Provocar un encuentro improbable del que todos tenemos ganas, en vez de confrontarse al turismo y los problemas de desigualdad que provoca”, señala Pola, que añade que esto último es una consecuencia del sistema, no de las persona que visitan los lugares.