Liberbank, ahora integrada en Unicaja, y Eurocaja Rural, una entidad que no tiene oficinas ni cajeros en Cantabria, son los principales acreedores de deuda del Ayuntamiento de Santander.
Actualmente, el Consistorio santanderino tiene un nivel de deuda saneado, que no le hace necesitar la tutela del Ministerio de Hacienda. Lejos de los tiempos en que sí la necesitaba por acercarse demasiado su nivel de deuda al umbral del 110% de los ingresos corrientes, no se ha abusado en los últimos años de este instrumento financiero.
Sin embargo, la deuda viva del Ayuntamiento de Santander se situaba a 1 de enero de este año en los 52,2 millones de euros, un 34,5% por ciento de los ingresos corrientes. No obstante, el anuncio de que el presupuesto de 2022 recoge un nuevo crédito de 22,64 millones de euros para financiar parte de las inversiones previstas hará que el listón de la deuda suba hasta el 47%, 12,5 puntos más en solo un año.
Pero a la espera de que se consume o no la contratación de este préstamo (el año pasado finalmente no se recurrió a la deuda aunque estaba previsto), el borrador presupuestario da la respuesta en tiempo real a la pregunta de a quién deben dinero los santanderinos, representados por la Corporación municipal.
Según la propia información de la Concejalía de Hacienda, el principal acreedor del Ayuntamiento es Liberbank, entidad integrada-absorbida por Unicaja Banco, del mismo modo que la antigua caja de ahorros Caja Cantabria fue absorbida en su día por Cajastur, matriz del banco asturiano. A Unicaja-Liberbank los santanderinos le debían este Año Nuevo, por la política financiera del Ayuntamiento, 28,1 millones de euros, deuda correspondiente a tres créditos (8,3, 7,8 y 12 millones de euros) contratados entre 2007 y 2020.
Eurocaja Rural es la otra gran entidad acreedora con la que el Ayuntamiento contrató un préstamo de 12 millones de euros en el verano de 2019. Le debe todavía 11,6 millones de euros. Eurocaja Rural es una cooperativa de crédito, de marcado carácter social y agrario, que tiene base en Toledo e implantación en Madrid, las dos castillas y el Levante español. Según su propia información corporativa, es una sociedad con 97.766 socios cooperativistas, 450.000 clientes y 1.092 empleados. Cuenta con una red de 419 oficinas, ninguna de ellas en Cantabria.
Las demás entidades con las que el Ayuntamiento tiene contraídas obligaciones son el Banco Santander, BBVA, Banco Sabadell y Bankia.
Al Santander le debe 1,13 millones de euros todavía, por un crédito de 8,5 millones de euros que data de 2005 y que fue renegociado mediante swaps (instrumento financiero por el cual se realiza una permuta que en la práctica redefine las condiciones de devolución de un préstamo).
Coincidiendo en el tiempo, en julio de 2005 también, el Ayuntamiento contrató con Banco Sabadell otro crédito de 8,5 millones, del que aún le queda por devolver 3,6 millones.
Con el BBVA se contrató en 2006 un préstamos de ocho millones de euros, del que todavía quedan por abonar 3,1 millones.
Por último, con Bankia, actualmente fusionada con Caixabank, el Ayuntamiento tiene contratados dos créditos, de 2006 y 2008, por importe total de 18,6 millones y del que aún le quedan por devolver 4,5 millones de euros.
En resumen, los créditos municipales pendientes totalizaban un principal de 120,9 millones de euros, una deuda que actualmente se encuentra reducida prácticamente a menos de la mitad: 52,2 millones de euros.
Si el Ayuntamiento contratase nueva deuda por valor de 22,6 millones, los intereses que deberá pagar a los bancos sumarán este mismo año 592.000 euros. En el capítulo de amortizaciones la anualidad le supondría al Consistorio la devolución de 9,7 millones, 2,3 del nuevo crédito y 3,3 millones de los préstamos de Unicaja-Liberbank, entre otros compromisos con los demás bancos acreedores.