Primero se dijo que había que esperar a los resultados, pero luego la decisión parece haber sido tomada ya pese a que no habrá conclusiones finales de los estudios hasta febrero. El Ayuntamiento de Santander, dirigido por Gema Igual (PP), todavía no ha tomado una decisión oficial sobre la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que la ciudad tiene pendiente desde hace dos años, pero continuamente hace referencia la regidora en sus declaraciones a que no aplicará “restricciones” o “cortes” de calle.
Mientras el Ayuntamiento deshoja la margarita de la Zona de Bajas Emisiones, el Defensor del Pueblo recuerda a las entidades locales, que, apoyándose en la legislación nacional, es injustificable que se implanten medidas alternativas como una nueva regulación semafórica para evitar aplicar las restricciones de acceso de los coches más contaminantes. Es decir, la ZBE hay que implantarla sí o sí y con restricciones.
Preguntado oficialmente, el equipo de gobierno aún no se pronuncia. “Santander ha defendido siempre una solución basada en datos y necesidades reales, partiendo de que la ciudad cuenta con una buena calidad del aire. Por ello, el Ayuntamiento está inmerso en una hoja de ruta que pasa primero por analizar los datos de cara a tomar la mejor de las decisiones respecto de la futura Zona de Bajas Emisiones”, ha declarado un portavoz.
Para ello, se han instalado 10 estaciones de calidad del aire en otras tantas zonas de la ciudad, con el fin de monitorizar la calidad del aire (CO, NO, NO2, SO2, O3, PM10, PM2.5, PM1.0) y parámetros ambientales (temperatura, humedad relativa, presión atmosférica, dirección y velocidad del viento). “Una vez que se conozcan los datos, el Ayuntamiento valorará y adoptará las decisiones más adecuadas a las necesidades de la ciudad”, ha concluido la fuente oficial consultada por elDiario.es.
Una ciudad sin atascos
En Santander no hay atascos, se puede recorrer de punta a punta en media hora y además tiene cerca el mar. Estos son los argumentos que la alcaldesa de Santander esgrime en público para quitar hierro a la implantación de ZBE, que puede quedar reducida a su mínima expresión con los datos que se van obteniendo ya de los sensores instalados.
La alcaldesa de Santander ya había anunciado que la ciudad no implantaría Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) “si no es necesario” y que serían los sensores que se van a instalar los que determinarán las medidas a adoptar. Aparte del hecho de que la implantación no es algo decidido por los ayuntamientos, ya que está dictada por una jerarquía normativa superior como es la del Estado en la que se regulan las zonas de bajas emisiones, el resultado de lo que vaya a ser, si se confirma, es muy parecido a lo que ya está: las limitaciones de velocidad en las calles se implantaron en 2021, aunque el resultado práctico dista mucho de la intención; y no habrá calles restringidas al acceso a los coches más contaminantes, a tenor de lo expuesto por Igual recientemente.
Como novedad, se va a acometer una regulación distinta de la red semafórica. Sin embargo, el Ministerio de Transición Ecológica y el Defensor del Pueblo ya han indicado que no caben medidas de mejora de la movilidad alternativas a las restricciones de la ZBE. Pese a ello, y según la regidora, se apostará por mejorar la regulación del tráfico y “no restringir”. La regidora municipal ha añadido que los datos provisiones obtenidos por los sensores “nos están diciendo que Santander no es una ciudad contaminada” y que, aunque puede haber “algunas zonas con algún pico”, “no tenemos por qué alarmarnos y preocuparnos”.
“Santander es una ciudad abierta al mar, en donde de manera puntual y días puntuales puede haber retenciones o atascos, pero tampoco es lo habitual”, ha señalado Igual que, por ello, ha adelantado que, con ese diagnóstico o “estudio” de los datos de los sensores, se presentarán “las medidas” a adoptar. Unas medidas que irán parejas a una ordenanza y un plano de las zonas, pero que, para Igual, no pasarán en ningún caso por “cortar el tráfico”. “No solamente existe la medida de cortar el tráfico, hay otras medidas de calmado de tráfico”, ha insistido.
“Creo que en una ciudad como Santander no hay que cortar el tráfico en ninguna zona. Lo que sí habrá que hacer es tomar alguna medida en zonas puntuales”, ha dicho la regidora, que ha reiterado que no está “en el ánimo de este Ayuntamiento restringir, sino regular”. Una regulación que podrá ser, ha citado, con medidas como reducción de velocidad en algunas calles o algún tratamiento en los semáforos para que los vehículos permanezcan menos tiempo parados y arrancados, pero ha emplazado a esperar a los resultados para “buscar alternativas”, aunque ya ha dicho que no consistirán ni en “cortar el tráfico” ni en implantar una “almendra central” sin circulación.
Defensor del Pueblo
El Defensor del Pueblo, en su último informe, ha urgido a los municipios de más de 50.000 habitantes, caso de Santander y Torrelavega en Cantabria, a que implanten las ZBE cuanto antes, siguiendo el patrón establecido por el Ministerio, sin aceptar ya argumentos dilatorios.
El Defensor ha enviado 11 recomendaciones a 33 ayuntamientos, extensibles a todos los de más de 50.000 habitantes, pidiéndoles que las Corporaciones locales que no hayan iniciado los trámites para poner en funcionamiento las ZBE lo hagan “cuanto antes” y que las que se encuentran todavía tramitándolos los aborden “sin más dilaciones ni retrasos”.
Ha insistido en que las ZBE que se aprueben cumplan con los requerimientos procedimentales exigidos y que vengan precedidas de los estudios necesarios para evaluar su impacto ambiental, presupuestario, económico, social, de género, y de discapacidad sin que estos trámites previos puedan servir para alargar de manera indeterminada o excesiva su implantación.
Según su parecer, deben delimitar un área de carácter continuo y permanente, que resulte adecuada y suficiente para el cumplimiento de sus objetivos y proporcional a ellos, e incluya una parte significativa de la población, de la superficie del municipio y del tráfico de vehículos a motor dentro del mismo. Ni las peculiaridades geográficas ni las urbanísticas pueden servir para eludir tales exigencias o justificar la falta de aprobación de la zona.
En este aspecto, tienen que incorporar entre sus medidas restricciones a la entrada, circulación y estacionamiento de vehículos, en función de su distintivo ambiental. Sin embargo, no se puede establecer excepciones distintas a las dispuestas por el Ministerio para la Transición Energética y el Reto Demográfico (Miteco) y la aprobación de medidas de mejora de la movilidad alternativas a dichas restricciones tampoco pueden servir para sustituirlas.