Dinero a cambio de silencio

Los enfermos afectadas de hemofilia u otras coagulopatías congénitas que hayan desarrollado la hepatitis C después de una transfusión de sangre realizada en el sistema sanitario público de Cantabria podrán solicitar a partir de mañana la subvención de 12.020 euros del Ejecutivo regional.

Los que reciban dicha cantidad deberán renunciar, con carácter previo, a realizar todo tipo de reclamaciones por contaminación con el virus de la hepatitis C contra cualquiera de las administraciones públicas sanitarias y centros sanitarios vinculados al Sistema Nacional de Salud o su personal.

El decreto, que entra en vigor mañana y que hoy aparece publicado en el Boletín Oficial de Cantabria, establece el procedimiento para la concesión y pretende completar las indemnizaciones concedidas por el Estado.

Existen “razones de interés público, social y humanitario” para conceder estas ayudas sociales, lo que se hará efectivo de forma directa, al haber un número determinado de personas afectadas y que están incluidas en censos específicos, según se indica en la normativa aprobada por la Administración regional.

Estos enfermos tendrán derecho a una ayuda de 12.020 euros y, en el caso de que hayan fallecido, recibirán la subvención sus herederos legales.

El procedimiento para la concesión de las ayudas se hará de oficio por parte de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria.

Los presupuestos de este departamento recogen una consignación económica de más de 120.000 euros para hacer frente a las indemnizaciones a nivel autonómico.

Con anterioridad a 1990, en un momento en el que el estado de la ciencia no permitía disponer de medidas oportunas para prevenir la transmisión del virus a través de la sangre, un determinado número de personas resultaron contagiadas tras recibir una transfusión y desarrollaron la enfermedad de la hepatitis C (VHC).

Fue a partir de ese año cuando se dispusieron de los medios técnicos adecuados, como es el test de detección de anticuerpos VHC, para descubrir el virus, lo que se aplicó de forma obligatoria en todas las unidades de sangre o plasma extraídas en los bancos de sangre.

Con esta medida, el Gobierno de Cantabria “da respuesta a una reivindicación de la Asociación Cántabra de Hemofilia, que durante 12 años ha demandado la concesión de estas ayudas”.