El director de Amnistía, sobre las políticas de odio contra la comunidad LGTBI: “Los avances no son para siempre, pero los retrocesos tampoco”

Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España, ha considerado que en los últimos años se está produciendo un aumento de las políticas de odio, de forma general, y sobre la comunidad LGTBI, en particular.

Beltrán ha participado en el seminario 'El camino del Arcoíris' que la Dirección General de Diversidad Sexual patrocina dentro de los cursos de verano de la UIMP, en Santander.

El director de la oficina española de AI ha indicado, asimismo, que en 11 países del mundo la homosexualidad está penada con la muerte, mientras que otros países puede aplicarse según el criterio que se siga en aplicación de la ley islámica.

Las democracias no están exentas de políticas de odio y ha citado a Brasil como el país más “mortífero” a este respecto, mientras en otros las agresiones contra las personas LGTBI no son inusuales, caso de Argentina y Venezuela.

En relación a este colectivo, entre enero de 2008 y noviembre de 2020, al menos 3.664 personas trans fueron asesinadas en todo el mundo.

El director de AI no ha querido ser del todo pesimista. “Del mismo modo que los avances no son para siempre (esa es la mala noticia), los retrocesos tampoco son para siempre (esa es la buena)”, ha señalado.

A su juicio, las políticas de odio suponen la quiebra de un consenso “único” que se produjo al término de la II Guerra Mundial por el cual se coincidía en que “que todos somos iguales”. Las políticas de odio, por contra, consideran que “hay seres humanos superiores a otros” y eso es “preocupante”. “Nos jugamos la democracia, la libertad de expresión, la igualdad...”, ha concluido.

Internacionalización

“En España hay actores que difunden discursos reales con consecuencias reales. Son discursos que intentan desmantelar los derechos LGTBI”. Quien así habla, David Paternotte, profesor de la Universidad Libre de Bruselas, es otro de los participantes en el curso. Entre esos actores que promueven este tipo de discursos ha situado a Vox.

El profesor universitario ha alertado no solo de la internacionalización del discurso de odio, sino también de su “banalización” y de la rapidez con que se están propagando los cambios.