La plantilla de Greyco se pone en manos del fondo buitre Urdaneta Capital

Las opciones para los trabajadores de Greyco se agotan y el tiempo corre en su contra. El conflicto laboral larvado durante años, que explotó el pasado 19 de enero con una convocatoria de huelga secundada de forma unánime por toda la plantilla tiene una fecha de resolución: si nadie lo impide o se alcanza un acuerdo que salve del cierre a esta fundición de San Felices de Buelna, los empleados de la fábrica se irán a la calle el próximo 5 de junio, el día en el que se materializa el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Extinción solicitado por la propietaria, Frenos Iruña, y que afecta a 60 familias del Valle de Buelna.

Ante la gravedad de la situación, el comité de empresa ha decidido apostarlo todo a la oferta de compra presentada por Urdaneta Capital. Y lo han hecho de forma oficial, con la convocatoria de una rueda de prensa en la que han exigido al Gobierno de Cantabria que apoye el proyecto de este fondo buitre con sede en Londres, que se dedica a comprar pequeñas y medianas empresas europeas en dificultades económicas con el ánimo de reflotarlas y, posteriormente, en unos cinco o seis años, revenderlas.

Una apuesta arriesgada que se encuentra con otra dificultad añadida como consecuencia del periodo electoral. El presidente del comité de empresa de Greyco, Francisco González, ha solicitado la intervención de la Consejería de Industria y de la empresa pública Sodercan, que participa en las negociaciones. Un movimiento que el líder sindical reconoce como “muy complicado”, porque se solapa con un Gobierno en funciones con poco margen para comprometer aportaciones económicas.

Además, sobre sus cabezas planea la sombra de Nestor Martin o de Sniace, empresas que contaron con participación pública y que están inmersas en complejos procesos laborales sin resolución a la vista. Sin embargo, aunque son conscientes de las dudas que despierta la entrada de Urdaneta Capital como inversor principal de la fábrica, han decidido llegar hasta el final ante el compromiso de sus gestores de reflotar la fundición.

“Necesitamos que Sodercan apoye a los nuevos inversores y, por ello, pedimos al Gobierno que materialice el compromiso adquirido por todos los grupos del Parlamento de buscar una salida viable a Greyco”, ha insistido González durante su intervención ante los medios, al tiempo que ha mostrado su deseo de que ese acuerdo “no se quede en una mera intención”.

Un proyecto viable

González ha explicado también los detalles que ha dado Urdaneta Capital para demostrar que su proyecto es viable. Según ha comentado, los gestores de este fondo de capital riesgo estarían dispuestos a subrogar los contratos de la plantilla manteniendo el convenio y la antigüedad vigente y realizarían una inversión de entre tres y cuatro millones de euros para apuntalar el futuro de una fábrica con casi tres décadas de historia a sus espaldas.

El presidente del comité de empresa sostiene que, aunque también está interesada en Greyco una fundición francesa que es competencia de la factoría cántabra, Urdaneta tiene “un proyecto ambicioso” para mantener el negocio de la automoción y extenderlo a las gamas blancas y a los ascensores, así como para alcanzar una producción de 16.000 toneladas en 2018 y 2019.

“Estaríamos hablando no solo del mantenimiento de la empresa, algo importante dada la situación económica, sino además de duplicar o triplicar la plantilla actual”, ha subrayado el representante de los trabajadores, que ha instado al Gobierno de Ignacio Diego a asegurar su apoyo a este proyecto a través de créditos participativos u otros mecanismos “antes de que sea tarde”.

Cada día, cuenta. Y es que, según ha señalado, el pasado viernes 15 de mayo la actual propietaria Frenos Iruña presentó un ERE de extinción que tiene como fecha límite para su ejecución el próximo 5 de junio y ha advertido que, si se llega a ese día y “no hay un acuerdo” de todos -trabajadores, la propietaria, Urdaneta y Sodercan-, “se acabó”. “Queremos que quien entre al Gobierno no se olvide de Greyco y nos metan en un cajón”, ha recalcado.