Enterrar la comisión de basuras, dos nuevos presupuestos y más espigones: las prioridades del PP en Santander

Durante la noche electoral, Gema Igual (PP), entre lágrimas de emoción y la euforia propia de la mayoría absoluta, reconoció por primera vez en cuatro años que la coalición con Ciudadanos en el Ayuntamiento de Santander había sido “una etapa muy mala”. Ante sus militantes y compañeros del Partido Popular, la alcaldesa de la ciudad se felicitó de haber obtenido los 14 concejales con los que ya no necesitará a nadie para hacer y deshacer a su antojo durante la próxima legislatura.

El 28 de mayo se ponía así término a cuatro años con una mayoría insuficiente e inestable, con un socio incómodo, con la espada de Damocles de una comisión de investigación sobre la contrata de basuras, con un proyecto de unificación de las estaciones cuestionado, con el avance de un plan urbanístico que no era el suyo, con dos años sin cuentas presupuestarias y una nula relación con otras administraciones.

El PP no estaba acostumbrado a eso, instalado desde hace cuatro décadas al frente de los designios de una ciudad en la que siempre ha gobernado la derecha con distintas marcas. Ahora volverá a las viejas costumbres de la hegemonía: cierta condescendencia con la oposición y vía libre para hacer lo que quiera.

Desembarazada del socio incómodo, la alcaldesa todavía en funciones ya ha anunciado que volverá a retomar todo aquello que quedó parado, con el añadido de que supuestamente se le abrirán las puertas de la colaboración del Gobierno de Cantabria, gobernado por la también 'popular' María José Sáenz de Buruaga, y del Puerto de Santander, territorio hasta ahora en la esfera de los regionalistas [aunque orgánicamente dependa de Puertos del Estado, la presidencia de la Autoridad Portuaria la designa el Gobierno de Cantabria] y que se le abre a Santander como espacio de uso y desarrollo.

“En eso estábamos trabajando con trabas y en eso trabajaremos ahora con más libertad”, afirmaba la regidora momentos después de la fiesta electoral del 28M. “Tendremos mayor colaboración por parte del Gobierno regional y ahora los proyectos irán a nuestro ritmo” que es “el de la celeridad, el de trabajar mañana, tarde y noche y el de ir de la mano de los santanderinos. Yo no me cojo las tardes libres nunca”.

Enmienda a la totalidad a Ciudadanos

Lo primero que hará Gema Igual -ella misma lo ha anunciado- será presentar una moción en el primer pleno que se celebre para que se paralice el proyecto de demolición y se continúe con la construcción de los espigones de La Magdalena, piedra de toque de la relación con Ciudadanos, que había pactado la retirada de la escollera.

Nunca se cumplió el pacto y ahora este espacio al pie del Palacio de La Magdalena puede ver pronto una segunda escollera con la que se pretende fijar la arena y salvarla de la erosión de las corriente interna de la bahía. Eso sí, se procurará que el espigón quede “un poco más bonito o que impacte menos”.

Después, o simultáneamente, el PP de Santander tiene previsto desbloquear el resto de asuntos en dique seco. “Los santanderinos conocen perfectamente nuestra hoja de ruta y lo que vamos a hacer es ejecutarla”, ha advertido la alcaldesa.

Por si alguien todavía no cae en ello, Gema Igual recordó que Santander no tiene presupuestos [Vox no los pactó los dos últimos ejercicios como hizo al principio de la legislatura anterior] por lo que el Ayuntamiento se dotará de unas cuentas oficiales en el segundo semestre de este 2023 e irá preparando las de 2024, que aprobará sin problemas dada su mayoría absoluta.

A tal fin, ya este mismo 19 de junio, se reunirá la nueva Junta de Gobierno Local para “valorar qué parte del presupuesto de este año [por el borrador] habría que reformar para tener un presupuesto”. Con respecto al próximo, se comenzará a elaborar en el mes de agosto o septiembre. “Antes hay que ver las ordenanzas, tendremos que cuadrar fechas, pero, cuanto antes, vamos a tener un presupuesto”, ha añadido.

En la nueva hoja de ruta de Santander estará también el impulso del proyecto de unificación de las estaciones, un proyecto reformado por ADIF, gestor de infraestructuras ferroviarias, que no gustaba nada a Ciudadanos y que ahora tendrá vía libre para el cubrimiento de las nuevas playas de vías con una cubierta de hormigón de 50.000 metros cuadrados, la conocida como 'losa' por sus críticos.

Más incierto es aventurar qué pasará con el Modelo de Ciudad que encargó el área de Urbanismo (Ciudadanos) y que ha recibido parabienes de otras formaciones como el PSOE e IU-Podemos. El trabajo realizado por Landlabs y Paisaje Transversal tiene muchas papeletas de quedar arrumbado, ya que nunca concitó una declaración mínima de los populares.

Para Javier Ceruti, portavoz de Ciudadanos y socio de Igual en la Junta de Gobierno, lo que ocurrirá ahora es que el PP desarrollará su propio Plan General con un urbanismo basado en el “hormigón y en enriquecer a cuatro amigos a costa de los vecinos”. Pero esta es una de las incógnitas que se habrá de resolver en las próximas semanas.

Se cambiarán ordenanzas como la de limpieza viaria o la de tenencia de animales, y se adjudicará el megacontrato de la recogida de residuos, que se ha visto afectado por un mal cálculo de los costes salariales. Pero el contrato acabará siendo adjudicado. Lo que no se verá es la comisión de investigación que la oposición en bloque, incluido Vox, consiguió ver aprobada pero que nunca se constituyó ante los continuos recursos del PP contra el mandato del plenario. Qué pasó durante la década en que Ascan-Geaser ejecutó la limpieza de la ciudad seguirá siendo un asunto cubierto de misterio, aunque desde las filas 'populares' se insiste en que todas las explicaciones fueron ya dadas.

Zona de Bajas Emisiones y Puerto

Con el Gobierno de Sáenz de Buruaga y un presidente de la Autoridad Portuaria de Santander del PP o en su órbita, Santander tendrá posibilidad de 'gestionar' la relación Puerto-Ciudad. Una de las primeras cosas que demandará será suelo portuario para abrir un parking disuasorio a las puertas de Santander, cerca de La Marga. No pudo ser mientras Francisco Martín, de la órbita regionalista, controlaba el Consejo de Administración, pero este tiene los días contados como máximo responsable de esta infraestructura que ella sola reporta en torno al 19% del PIB regional y que ahora mismo concentra decenas de millones en inversiones del Estado.

Independientemente de lo que pueda pasar con el Hospital Valdecilla y la relación público-privada con Smart Hospital, Santander tiene otros proyectos pendientes, pero que a diferencia de los anteriores se moverán a ritmos geológicos. Pasará con el diseño y puesta en servicio de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), una directriz de la Unión Europea que el PP de Santander no tiene prisa en ejecutar. La excusa es la obtención de mediciones para efectuar la delimitación y los criterios de eso, aunque ya en 2023 tenía que haber echado a andar.