La Librería Estvdio ha echado de manera sorpresiva la persiana a su tienda de la calle Burgos de Santander y da carpetazo así a décadas de un icono de la cultura en la capital cántabra en donde el tradicional establecimiento era un referente indiscutible. Aunque la firma sigue operando en Santander y Torrelavega, el cierre de este establecimiento tiene un carácter simbólico, que revela las convulsiones que se están produciendo desde hace años en el sector del libro y el efecto de la pandemia por coronavirus en concreto.
Estvdio llevaba meses de negociaciones con Casa del Libro para cederle el lugar en la céntrica calle santanderina, pero cuando estaba a punto de cerrarse el acuerdo, a falta de unos flecos, las conversaciones se detuvieron como consecuencia de las drásticas medidas aplicadas a las librerías por la pandemia y la caída de las ventas derivadas en un año, 2020, del que ahora se espera la recuperación. El cierre, por lo tanto, de la librería, supone el reemplazo de la marca, pasando a ser Casa del Libro el que tenga un céntrico comercio en la capital de Cantabria, uno de los puntos de la geografía española en donde no tenía presencia hasta el momento.
Estvdio, no obstante, no desaparece y mantendrá su marca en Santander (tiendas de Calvo Sotelo y Avenida de los Castros), así como en Maliaño (Avenida de Bilbao) y Torrelavega (calle Julián Ceballos). El local de la calle Burgos que ahora ha cerrado ya había mermado sustancialmente su superficie de exposición con la instalación de una perfumería en parte del histórico espacio.
Casa del Libro, la cadena de librerías del Grupo Planeta, fue fundada en 1923 y adquirida por el Grupo en 1992. A las cuatro librerías con las que contaba en 1999, cuando inició su plan de expansión, se han sumado nuevas tiendas en varias ciudades. Cuenta con 42 librerías repartidas por el país pero su plan de expansión pasa por tener una cabecera al menos en cada capital de provincia. La llegada de Casa del Libro a Santander supondrá una alteración del statu quo de las librerías en la capital, siendo Estvdio, en parte, la pieza más débil que se ha cobrado la irrupción de las grandes cadenas del sector.
Casa del Libro sigue un modelo de expansión en dos líneas: tiendas de más de 600 metros cuadrados en el centro de las ciudades y librerías más reducidas en centros comerciales. De este modo, a la hora de implantarse, Casa del Libro busca locales de grandes dimensiones. Ante la falta de oferta de este tipo de espacios en Santander, la cadena optó por negociar con una librería existente, como es Estvdio.
Casa del Libro, asimismo, supone un salto cualitativo en la oferta librera ya que forma parte de una cadena que controla medios de comunicación y editoriales, con un especial hincapié en la venta online, en donde se ha situado como una de las principales empresas del sector del libro. Su desembarco en una ciudad, aparte de las dimensiones del local, se realiza con toda la parafernalia de marketing, actividades y servicios de una de las grandes del sector. Entre sus características se encuentra la disponibilidad de recurrir a autores de la 'casa', que visitan sus tiendas dentro de sus campañas de promoción, como es el caso de los Premios Planeta que se conceden anualmente.