Falta de médicos, enfermeras al frente y turnos agotadores en los centros de salud de Cantabria: “Vemos hasta 150 pacientes en 17 horas. Es la guerra”

¿Cómo un sistema sanitario que le cuesta a los cántabros 1.183 millones de euros al año no puede asegurar la existencia de un médico que atienda las urgencias en un municipio que llega a tener una población que en verano alcanza las 100.000 personas? ¿O cómo en otros municipios, caso de San Vicente, la UVI móvil más cercana la tiene en Torrelavega o si la tiene, como en Reinosa, carece de médico; o sencillamente no sube a Potes?

Cantabria vive uno de sus veranos más agitados en la primera línea de la atención sanitaria. Consultorios y centros de salud están colgando el cartel de 'No hay médico' cada vez más a menudo, convirtiéndose lo excepcional en una imagen reiterativa, en Potes, en Castro Urdiales, en San Vicente de la Barquera, en Astillero, en Villaescusa... La UVI no sube a Potes para una urgencia; es el personal médico y de enfermería del centro de salud el que se desplaza con el paciente en una ambulancia hasta Panes.

Las bajas de facultativos o simplemente la escasez de personal médico para cubrir los cuadrantes en los puntos sanitarios ha provocado que los servicios de urgencias de la Atención Primaria estén saturados este verano. En ocasiones, es la enfermera la que está al frente, haciendo lo que puede, consultas telefónicas, y remitiendo los casos más significativos a un hospital. Turnos de 17 horas que se traducen en ocasiones en 150 pacientes. “Es la guerra”, como ha declarado una enfermera del SUAP (Servicio de Urgencias de Atención Primaria) a este medio.

El Servicio Cántabro de Salud (SCS) tiene este año un presupuesto de 1.120 millones de euros. De esa cantidad, en torno al 14,5%, datos de 2021, es el gasto sanitario para la Primaria, cuya gerencia comprende las áreas I, II, III, IV y 061, 42 zonas básicas de salud en total, con sus respectivos centros de salud, 109 consultorios rurales y 28 SUAP, así como cuatro bases asistenciales y un centro coordinador de urgencias correspondientes al 061.

En las Urgencias, ni se atienden solo urgencias, ni es el único cometido que hay que hacer: desde asistir a accidentes de tráfico a certificar fallecimientos en domicilio. “El 90% de lo que vemos no son urgencias -ha comentado una enfermera del servicio-. La gente las siente como urgencia, pero no lo son o son urgencias menores. Aparte de ello, tenemos la urgencia a domicilio, la coordinación con el 061 que puede enviarte en la ambulancia a un accidente de tráfico o traerte un paciente al centro de salud, acudir a residencias de mayores porque no tienen enfermera o a un domicilio a firmar el 'exitus'”.

Pero sobre todo, a Urgencias acuden los que no tienen cita o se les cita a una semana vista, pacientes que acuden al centro de salud por las mañanas y no hay hueco en las agendas y se les da cita días después. “Saben que a partir de las tres de la tarde hay médico y enfermera del SUAP. Nos estamos convirtiendo en PAC encubiertos, aunque no podemos citar, ni hacer interconsultas, ni pedir analíticas programadas.”, ha añadido.

PAC encubierto

Lo que en Cantabria es el SUAP, en otras autonomías tiene el nombre de PAC (Punto de Atención Continuada). No son lo mismo. La diferencia estriba en que un PAC es de seguimiento. El SUAP acaba absorbiendo el trabajo ordinario de un centro de salud, cuyos médicos tienen pactada una agenda máxima diaria de 35 pacientes, que no dan a basto a los usuarios, ni siquiera con lo que se ha denominado 'absorción de demanda' (facultativos que pasan consulta en otros centros de salud por las tardes, de 15.00 a 17.00 horas, para reducir las esperas). Urgencias es el camino que toman estos usuarios para dar cuenta de sus revisiones, lo que satura aún más un servicio pensado para casos urgentes y sin demora. A veces se les da salida y otras no.

“Yo he tenido colas de 10 niños esperando en urgencias, de Madrid, País Vasco, Cataluña, para ser vistos por fiebres o dolores de garganta y el médico se negó a verlos porque solo veía a programados”, ha comentado la sanitaria.

Los SUAP están operativos 17 horas entre semana, desde las tres de la tarde a las ocho de la mañana; y 24 horas los fines de semana, de 8.00 a 8.00 horas del día siguiente. “Desligar las noches de SUAP con el resto de guardia es imposible”, ha asegurado.

Todos los SUAP tienen un equipo compuesto de médico, enfermera y celador, que no está siempre por las noches. Hay pocos SUAP que tienen doble equipo (dos médicos y dos enfermeras): Torrelavega, Sardinero, Los Castros, Castro Urdiales y Camargo-Costa. Y hay también alguno con un 'falso' doble equipo (dos médicos y una enfermera), como el de Potes. De manera excepcional se les aplica refuerzos, personal extra, como en Potes, Meruelo, Torrelavega, San Vicente de la Barquera, pero ni aún así.

“Lo que pasa este verano es que están faltando médicos y también los refuerzos. No hay problemas con las enfermeras. Cuando el médico de refuerzo no aparece, vemos hasta 150 pacientes en un turno de 17 horas. Es la guerra. Se abarcan poblaciones como Noja, Isla, Ajo, Meruelo...; hoteles, campings, casas rurales...; 'paradas' en la playa, rescates. Desligar el día de la noche es imposible porque cuando llega la noche estás tan agotada del día que es horroroso”.

Lo que pasa este verano es que faltan médicos y también los refuerzos. Cuando el médico de refuerzo no aparece, vemos hasta 150 pacientes en un turno de 17 horas. Es la guerra. Desligar el día de la noche es imposible porque cuando llega la noche estás tan agotada del día que es horroroso

Plan de Contingencia y SCA

Los días 24 y 27 de agosto, Astillero se quedó sin médico de Urgencias, sin previo aviso, y el alcalde, Javier Fernández Soberón (Cs) ha montado en cólera, reclamando a la Federación de Municipios (FMC) un cónclave de los 102 alcaldes de la Comunidad. “Lo han vuelto a hacer, el Gobierno de Cantabria nos vuelve a dejar sin médico de urgencias -declaraba el 27 de agosto-. ”He pedido una reunión urgente de los 102 alcaldes de Cantabria -que la FMC ha aceptado- para abordar la situación después de que su municipio se quedara sin médico, no solo en urgencias, dos veces en una semana“.

Para el exconsejero socialista Raúl Pesquera, quien ha pedido el cese del actual titular, César Pascual (PP), no cree una casualidad la situación actual y reclama un plan de contingencia para obtener una solución a largo plazo.

“Hay que diseñar un plan de contingencia y tener, de entre los 150 médicos en plantilla de Urgencias, un sistema de retén remunerado; dos al día, por ejemplo, que se active en caso necesidad. Tocan cuatro guardias localizadas al año, de forma voluntaria, aunque en verano la voluntariedad no vale porque la mitad tiene vacaciones y el resto trabaja”.

La Consejería ha preparado una orden para la creación de una nueva figura que genere precisamente un retén de guardia. A diferencia de la suprimida figura de 'continuidad', basada en la interinidad, el Médico de Atención Primaria sin cupo asignado (SCA), que quedaría adscrito a la categoría estatutaria de Médico de Familia de Atención Primaria, estaría integrado en las plantillas orgánicas de Atención Primaria y prestaría cobertura de corta duración como las bajas sobrevenidas que se están produciendo este verano en los centros de salud. Esta orden, negociada con el Sindicato Médico, está sometida en información pública para el pronunciamiento de ciudadanía y otras organizaciones profesionales y sindicales.

Pero el trabajo de Urgencias, por sus propias características, disuade a muchos médicos, sobre todo por la sobrecarga de trabajo en localidades saturadas de visitantes como Castro Urdiales. “No hay problema para ir hacer una sustitución en Puentenansa o Mataporquera porque duermes toda la noche pero por el mismo precio ir a Castro...”, ha apostillado Pesquera.

Esto ocurre precisamente en Reinosa, cuyo centro de salud se halla 'incrustado' en el Hospital Tres Mares y sus urgencias de Atención Primaria son un híbrido entre extrahospitalaria e intrahospitalaria, hasta el punto de que médicos y enfermeras ven pacientes del hospital y de Primaria al 50%. Este mes de agosto ha sido uno de los centros cuyas urgencias más se han visto alteradas por las bajas médicas. Sin embargo, no todo es carencia de personal, también afecta que ofrezca peores condiciones económicas, por debajo de las de otros SUAP, lo que es disuasorio a la postre como destino de trabajo, por no hablar del régimen de horario distinto entre el servicio hospitalario y el de 24 horas.

Según ha podido saber este medio, el personal médico y de enfermería del SUAP de Reinosa cobra menos que el resto de los SUAP, incluso teniendo que atender una ambulancia medicalizada SVA. En un SUAP que no tiene horario de 24 horas se cobra un precio especial entre las 15 y las 16 horas en día laboral (es la hora que quedaría sin atención entre el cierre de atención ordinaria del centro de salud y la apertura del SUAP). Por esa hora, los médicos cobran 90 euros y las enfermeras, 60 euros. Sin embargo, en el SUAP de Reinosa, al estar abierto las 24 horas, esa hora no se cobra y hace que a fin de mes un médico del SUAP de Reinosa tenga en nómina unos 450 euros menos que un médico de otro Servicio de Urgencias; y una enfermera, 300 euros mensuales menos.

Consecuencia: pocos, por no decir nadie, quieren ir a trabajar en las Urgencias de la Primaria de Reinosa. No muy lejos de allí, los SUAP de Mataporquera y Polientes tienen poca actividad, pudiendo actuar como retén de Reinosa en casos puntuales, cosa que no se ha previsto hacer.

Un año sin los MIR

El Gobierno de Cantabria no ha podido disponer este año de los médicos en formación (MIR) de medicina de familia para completar los cuadrantes al terminar en septiembre su período formativo. Son la promoción de la pandemia de 2020 y por ello este año las autoridades sanitarias no han podido echar mano de médicos recién formados con los que cubrir bajas e imprevistos.

La búsqueda de facultativos por la Consejería se ha dado de bruces con una escasa acogida en los prolegómenos del verano y las expectativas de consultorios sin médico al final se han visto desbordadas, ya no solo en los municipios con escasa población, sino también en municipios en donde la población se dispara entre lugareños y turistas, como en el área San Vicente-Comillas o en Castro Urdiales.

Los incentivos aprobados en agosto para lo que resta del año -275.000 euros- en Atención Primaria son un pálido reflejo de los 3,5 millones con que se han ampliado los incentivos a médicos por 'peonadas' para descongestionar las listas de espera quirúrgica y de consultas. El Gobierno también ha abierto una línea de ayudas a los ayuntamientos para que estos pongan a disposición de los usuarios medios de transporte con los que desplazarse a los municipios más cercanos, pero la convocatoria no ha acogido ni al 40% de los ayuntamientos potencialmente beneficiarios.

Salvarse por la campana

El Gobierno de Cantabria relativiza la situación y espera salvarse por la campana, esperando que termine el verano y que la situación se calme con el fin de la temporada alta turística.

César Pascual, preguntado por el malestar en las comarcas por la falta de médico, no oculta la situación pero repite el mantra de que su departamento quiere contratar, pero no tiene dónde. El pasado miércoles, 28 de agosto, “teníamos siete médicos de baja”, se trata del “primer verano de la historia” que “en España no hay médicos para contratar”, ha llegado a declarar.

Tras indicar que las urgencias sanitarias se afrontan con “relativa tranquilidad” ha inquirido a los sindicatos, los más críticos con su gestión, por alguna 'bolsa' de médicos disponible para poder contratar, algo por lo que les estaría “muy agradecido”. El consejero de Salud cántabro viene responsabilizando al Ministerio de Sanidad de “echar balones fuera” con la falta de médicos tanto en los hospitales como en Atención Primaria y le ha acusado de “olvidar sus competencias”, como la formación de médicos, y la homologación de los títulos de los profesionales extranjeros.

Los sindicatos no están precisamente contentos y barajan movilizarse. CSIF y aSUAP han expresado su preocupación por las “sobrecargas de trabajo, que ponen en peligro tanto la salud de los profesionales como la de los ciudadanos por el mayor riesgo de errores médicos”. Con centros que sobrepasan las 100 urgencias en un día, critican que no se ponga “toda la carne en el asador para encontrar sustitutos como ocurrió hace poco en el SUAP de Castro Urdiales o por tener una plantilla deficiente como ocurre en el SUAP de Torrelavega” pese a ser la segunda ciudad con mayor población de Cantabria. Entienden que la actitud de la Consejería es de “pasotismo”.

Arantxa Cossío, por CCOO, entiende que la situación es ya “insoportable para los profesionales que se están haciendo cargo del servicio, con una extenuante sobrecarga de trabajo que va a terminar mermando aún más el servicio a consecuencia del agotamiento de los mismos. Se trata de una negligencia para la población y para los y las profesionales que debemos frenar ya”.

“Hay que tratar los excesos de jornada de forma respetuosa con los derechos laborales del personal fijo y contratado, pero hay que hacerlo ya porque la situación se está yendo de las manos y, al final, quienes pagan las consecuencias son tanto los y las profesionales que se ven excedidos en su labor diaria como la ciudadanía que no recibe el servicio sanitario que merece”, ha agregado la secretaria general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO en Cantabria.

Ni el Colegio de Médicos ni uno de los principales sindicatos de facultativos, el Sindicato Médico, se han pronunciado estos días.

Barómetro sanitario

Según el 'Barómetro Sanitario 2023' de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, la población sigue confiando y prefiriendo la sanidad pública en contraposición a la privada, pero, tras la pandemia, se produjo una grave crisis de la Atención Primaria, ya previamente dañada durante la crisis de 2008, “de la que no se ha recuperado”.

Paradójicamente, el gasto sanitario, al menos el reflejado en presupuestos, no ha parado de subir estos años. En 2022, el presupuesto por habitante de la Atención Primaria era de 284 euros anuales; en 2024, eran 346 euros per cápita.