La sala Inder_Espacio, de Santander, inaugura este viernes, a partir de las ocho de la tarde, la exposición Lluvia, de Fernando Mastretta. La muestra estará abierta hasta el 10 de diciembre.
Fernando Mastretta es licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco en la especialidad de pintura. Su trayectoria se ha visto jalonada por grandes muestras en prestigiosas galerías. Antes de terminar los estudios de Bellas Artes expuso en la bilbaína Windsor Kulturgintza, para luego pasar por Siboney, Fernando Silió o Del Sol Street Gallery en Santander, hoy Inder-Espacio.
Santander es la ciudad en la que ha pasado su infancia y juventud y a la que vuelve con una retrospectiva de su obra sobre papel. En Madrid ha trabajado con las galerías Estampa, Heinrich Ehrhardt y actualmente está representado por Espacio Valverde. Su obra forma parte de museos y colecciones públicas españolas, como el Museo Patio Herreriano, colección Norte del Gobierno de Cantabria, el Museo de Arte MAS, o la Fundación Caja Madrid, así como de colecciones privadas españolas, portuguesas y alemanas.
Su camino ha sido el de la búsqueda constante por expresarse a través de la pintura, principalmente desde una abstracción, no exenta de guiños figurativos. La materia y el color, siempre presentes, se adhieren a retazos de realidad, en el caso del soporte que nos ocupa, el papel, con la práctica del collage.
Fotos de archivo, recortes de periódico y revistas, Mastretta construye el diario de su personal viaje a través de todos esos materiales que certifican las actividades realizadas a lo largo de un día. Las facturas o recibos de compras, las entradas a los museos, el billete de metro o autobús… cada paso que da está atestiguado por un fragmento de papel. Cualquiera de ellos es válido mientras certifique un dato y por lo tanto susceptible de formar parte de una obra.
En cada periodo de su dilatada trayectoria se ha enfrentado a un nuevo lienzo en blanco. El resultado: unas veces grandes superficies monocromas de colores intensos habitados por pequeños personajes u objetos simbólicos, otras la abstracción más gestual, a base de trazos apasionados y materia expresiva, para de nuevo, en otra vuelta de tuerca, retornar al orden: dominando la geometría y la línea.
La exposición en Inder-Espacio reúne veinte años de trabajo en el que se puede seguir la pista de esas incursiones valientes, no exentas de cambios de estilo que desconciertan a los ojos poco versados.