Francisco Agudo (Torrelavega, 1964) lo ha sido todo en el mundo de los hostelería y los hoteles en Cantabria. La mayor parte de su carrera ha estado ligada al Hotel Santemar, en Santander, al que se incorporó en 1987 y del que es director desde 1992. También ha sido director general de Turismo durante el Gobierno de Ignacio Diego (PP) entre 2011 y 2013, en que dimitió por motivos personales para volver a la Dirección del Santemar. Desde hace unos meses, es el presidente del gremio, tras la dimisión del empresario Ángel Cuevas.
A Francisco Agudo se le considera un hombre de consenso y dialogante, tal vez lo que necesiten los tiempos postpandemia. Procedente de la directiva del combativo Cuevas en la Asociación de Hostelería de Cantabria (AHC), Agudo toma una presidencia en un ejercicio de continuidad, pero sin la crispación de la pandemia. Ahora, el punto de mira lo tiene puesto en cubrir la oferta de trabajo del sector que parece no cesar en Cantabria, una comunidad cada vez más volcada hacia el sector servicios y, más concretamente, el vinculado al ocio. Lo que parece claro es que, con un nuevo convenio del sector aprobado, la Asociación parece haberse olvidado de traer mano de obra barata del continente americano y quiere ofrecer en Cantabria y en el resto de España “empleo de calidad” con formación incluida.
Según los estatutos de la Asociación de Hostelería de Cantabria, en caso de dimisión el sucesor ha de agotar el mandato. Habrá elecciones el próximo año, ¿va a presentarse a la reelección?
Ángel Cuevas cesó y yo, como vicepresidente primero, tuve que coger las riendas. La directiva es prácticamente la misma, salvo tres caras nuevas. En junio del próximo año deberán convocarse elecciones y, la verdad, ni siquiera he pensado si voy a presentarme. Y no lo pienso porque estamos en el día a día. La asociación continúa y no puede pararse.
Usted tiene una buena imagen personal dentro y fuera de la asociación, pero hay quien piensa que esta desde hace tiempo trabaja sobre todo para los grandes hoteles. Usted, además, dirige uno.
No es cierto esto último. Realmente es todo lo contrario. La mayor parte de los hoteles tiran poco de la asociación, sobre todo en temas que se trabajan mucho como laborales, administrativos... porque tienen unos condicionamientos distintos. En el caso que me toca, trabajo más con el pequeño empresario que con el grande. De hecho, se han creado una serie de comisiones, de hoteles, de cafeterías, de ocio nocturno... En las comisiones de restaurantes y cafeterías, por ejemplo, no hay nadie de la directiva de la Asociación porque queremos dar valor a los pequeños y a los medianos. Tengo claro que trabajamos para todos.
¿Cuántos asociados tienen? ¿Cómo ha salido la Asociación de la pandemia?
Tenemos inscritos 1.800 asociados. Se hacen socios todos los meses. La situación se mantiene, incluso estos meses hemos tenido más altas.
Después de la pandemia se han sucedido dos, pero, sobre todo, un buen verano, el de este 2022. ¿El temporal de la pandemia ya es historia?
Hemos superado la pandemia y sí, este ha sido un buen verano, sobre todo en cuanto a ocupación en los hoteles, pero hay que analizarlo todo para ver la rentabilidad de los negocios.
No hacen más que anunciarnos una nueva recesión. ¿Repercutirán en sus clientes el incremento de la inflación?
El precio de las mercaderías y de los suministros nos está repercutiendo, pero es imposible repercutir todo lo que está subiendo. Es imposible. Si nos suben un 400% la luz no lo podemos repercutir en precios. El precio del IPC sí que repercute en los clientes, lo que redunda en el gasto. Algún restaurador ya nos ha comentado que está bajando el precio medio por ticket.
En alguna entrevista ha llegado a expresar su temor de que la crisis repercuta de nuevo en el consumo y más concretamente en el consumo de ocio. Sin embargo, los bares están llenos y al menos la sensación que uno recibe es que, si hay que recortar algún gasto, no es por el del ocio vinculado a viajes y restauración, por donde se va a recortar.
Estos meses ha habido mucha gente, es cierto.
Luego tendrán un cierre de récord este año.
[Se lo piensa] Yo siempre digo que hay que ver los números al final. Bueno será, pero todo el mundo está muy preocupado por lo que tendrá que pagar de luz, porque eso irá directamente a sus cuentas.
¿Y qué se puede hacer? ¿Van a pedir ayudas? Ustedes siempre están pidiendo...
Siempre pidiendo, claro [Ríe]. Se ha pedido a nivel nacional, pero no lo veo tan fácil ya que afecta a otros sectores.
¿Fueron ustedes un sector privilegiado durante la pandemia? Bonificaciones, exenciones fiscales, ampliación de terrazas... ¿Los hosteleros fueron una excepción en el derrumbe generalizado durante la pandemia?
Se luchó todo lo que se pudo y claro que tuvimos ayudas, pero no las suficientes. Hay que ver cómo lo vivió cada comunidad autónoma y cada zona. En Cantabria estuvimos muy restringidos. En Cantabria lo pasamos muy mal porque la Consejería de Sanidad nos marcó unas normas muy duras, mientras veíamos que en otras comunidades podían trabajar. Hubo ayudas, pero no para todo el mundo. Y estuvimos cerrados, y luego con muchas limitaciones. Fueron muchos meses con unas restricciones tremendas. Mire el ocio nocturno cómo lo pasó. Son los que más sufrieron de todos.
Su antecesor en el cargo insistía en que los locales hosteleros eran sitios seguros en términos de contagio. Ustedes protestaron reiteradamente por las restricciones cuando había una pandemia de por medio.
Nosotros teníamos que seguir luchando por nuestros negocios, porque vivimos de ello. Hemos sufrido mucho en 2020 y también en 2021.
Nosotros teníamos que seguir luchando por nuestros negocios, porque vivimos de ello. Hemos sufrido mucho en 2020 y también en 2021
¿No fue una irresponsabilidad propagar este discurso?
No, el ejercicio de responsabilidad fue lo primero. ¿Cómo íbamos a ir en contra de la salud, de las personas? Hubiera sido incongruente. Lo que estábamos haciendo era luchar contra unas decisiones que se estaban adoptado y que no entendíamos. Fue una época en la que no había diálogo, ni se nos escuchaba. Estaban cerrados en banda.
¿El diálogo con las autoridades sanitarias era un diálogo de sordos?
No sabíamos siquiera si unas horas después [de un decreto de restricciones] podíamos hacer esto o lo otro. No lo sabíamos porque no nos escuchaban, no nos contestaban. Ha sido un problema, de verdad, de interlocución. Nosotros no entendíamos que no nos escucharan.
¿Tuvieron mejor interlocución con la alcaldesa de Santander, por ejemplo?
La alcaldesa nos apoyó con bonificaciones de impuestos, con el IAE, con el IBI, con las tasas... pero ella no tenía potestad para autorizaciones que son propias de la Consejería de Sanidad. Otras consejerías nos escuchaban más, pero nos tocó Sanidad, que era la que tomaba las decisiones.
¿Sanidad fue su 'bestia negra'?
No era una cuestión de consejero [Miguel Rodríguez], sino del equipo que tenía. Cuando empezó la pandemia, nadie sabía de esto. Y pedimos a la Consejería que nos pusiera un interlocutor para informar a los hosteleros y tomar decisiones, pero no hubo forma. Estábamos todo el día pendientes del Boletín Oficial.
Hace unos meses han aprobado un nuevo convenio. Sin embargo, siguen quejándose de que no hay suficientes personas interesadas en trabajar en la hostelería. ¿No es contradictorio presumir de convenio y no ofrecer unas condiciones de trabajo lo suficientemente atractivas como para no tener que buscar fuera de Cantabria?
Son dos cosas diferentes. El convenio de Hostelería vencía el año pasado. Creo que es un buen acuerdo para ambas partes y es a largo plazo, para cuatro años. Y luego está el tema del personal que nos falta y que nos ha faltado este verano. Creo que tenemos que trabajarlo más.
¿Cómo?
Hay todavía una mentalidad que hace que no se quiera trabajar en hostelería y hay muchos puestos de trabajo...
¿Y hay buenos sueldos?
Hay sueldos acordes con lo que deben ser. Ahora estamos llamando a todas las puertas con el tema de la formación para poder organizar cursos.
¿Entonces el problema lo ciñen a que no hay gente suficientemente formada para ocupar los puestos de trabajo que se ofertan?
Somos un sector en donde hay muchos y buenos profesionales, pero necesitamos más. Necesitamos más personal y necesitamos también formarlo. No sé cómo irá este invierno la Navidad y los banquetes, pero de cara al año que viene tenemos que darle una vuelta.
¿Pero una vuelta por Perú, como proponía su antecesor?
[Ríe]. Tenemos que conseguir que sea de aquí y si es de España, también. Tenemos la posibilidad de ofrecer mucho trabajo. Pero no es un problema solo de la hostelería: hay otros muchos sectores donde falta personal.
Somos un sector en donde hay muchos y buenos profesionales, pero necesitamos más. Necesitamos más personal y necesitamos también formarlo
La alcaldesa de Santander dice que el problema de convivencia con los vecinos en las zonas de copas es culpa de los clientes de la hostelería que no saben comportarse ni respetan las normas para consumir en los locales. ¿Toda la responsabilidad es de los clientes? ¿Lo hosteleros no tienen ninguna?
Yo creo que, en general, la responsabilidad es de todos. Nosotros tenemos que hacer las cosas bien. La convivencia siempre es complicada, pero no somos una región problemática. Podemos tener algún problema puntual que se van arreglando. Tenemos que llegar a puntos de encuentro con los vecinos para que podamos estar todos a gusto.
¿Hostelería cree que el visitante de Cantabria es el ideal o se busca otro tipo de cliente?
Somos una región con un sector hostelero y hotelero de calidad, lo mismo con la restauración. Solo hay que salir fuera para valorar lo que tenemos aquí.
¿No se puede morir de éxito si eclosiona el turismo extranjero? ¿Estamos preparados para asumir más turistas?
Hay posibilidades de crecer, pero tenemos que centrarnos. 2022 es un año en donde todo el mundo quiere viajar y todavía no todo el mundo ha empezado a salir al extranjero y viene a Cantabria porque está a tres horas de su casa. Hemos captado mucho a esos turistas para el futuro. Pero habrá que ver en 2023 si los números de este año se siguen manteniendo o si volvemos a veranos más normales como fueron los de 2019 y 2018.