El Gobierno cántabro analizará los móviles de sus altos cargos para comprobar que no son espiados

El Gobierno de Cantabria ha puesto en marcha un plan de actuación para revisar los móviles de sus altos cargos y comprobar que no estén siendo espiados mediante el software Pegasus, tras darse a conocer que algunos miembros del Ejecutivo central han sufrido esta intrusión en sus dispositivos.

Para ello, la comunidad está “en contacto constante” con el Centro Nacional de Inteligenicia (CNI), que está “ayudando mucho” a las administraciones autonómicas, ofreciendo asesoramiento y apoyo en esta materia, según ha señalado en declaraciones a Europa Press el director general de Organización y Tecnología, Ángel Ruiz Gómez.

Como ha explicado, Cantabria empezará comprobando los móviles de los miembros del Consejo de Gobierno y desarrollando un plan de trabajo para “velar por la seguridad del equipo”, aunque por el momento no ha detectado nada extraño en ellos. Sin embargo, advierte que, en estos casos, lo recomendable es no dar demasiada información acerca de la capacidad de detectar los espionajes para que no se vuelva en su contra.

El caso de los espionajes a través de Pegasus destapado estos días “enciende bombillas rojas” también a nivel autonómico, porque, como indica Ruiz Gómez, “nadie está libre”. Y es que el uso generalizado de smartphones ofrece múltiples ventajas pero también “entraña unos riesgos”.

“No hay seguridad cien por cien. El que diga eso, creo que no está diciendo lo correcto”, ha dicho el responsable tecnológico del Gobierno cántabro, que apuesta por “estar vigilantes”.

No obstante, explica que Pegasus es un programa “muy sofisticado, muy caro” y “tampoco es fácil de adquirir”, por lo que principalmente lo usan las agencias de inteligencia -“generalmente la empresa dice que solo se lo suministra a estados”, apostilla-, y quien lo utiliza “tiene que ser un estado o alguien con mucho poder”.

Además, a veces también es “muy complejo de detectar y de evitar”, y su detección no es inmediata como si se tratara de un antivirus. “Estamos hablando de un software muy muy sofisticado, que cambia constantemente”, por lo que requiere ciertas actuaciones “muy técnicas”, ha indicado Ruiz Gómez.