El Gobierno de Cantabria ha cumplido sus primeros 100 días desde la toma de posesión de sus nuevos responsables políticos y, en una comparecencia pública para hacer una valoración del arranque de la legislatura, el presidente autonómico, Miguel Ángel Revilla (PRC), y la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos (PSOE), han situado la creación de empleo y la lucha contra la desigualdad como las prioridades del Ejecutivo bipartito.
Ambos han señalado que el objetivo de estos primeros meses no ha sido “arreglar Cantabria”, tal y como anunciaron los anteriores dirigentes en 2011, sino que los esfuerzos han ido encaminados a la puesta en marcha de “nuevas políticas y nuevas formas de hacer política desde el diálogo y el consenso” con el conjunto de la sociedad civil de la comunidad autónoma.
El presidente ha puesto el acento en que en este breve periodo de tiempo se ha recuperado el diálogo social perdido en los cuatro años anteriores. Según ha dicho, ha mantenido más de 200 encuentros con colectivos sociales, empresariales y de toda índole para, entre todos, buscar la fórmula para mejorar la “situación complicada” de Cantabria, marcada en este inicio de legislatura por la obligación de redactar un Plan Económico y Financiero que permita cuadrar las cuentas y evitar la intervención de la comunidad, plan que, según ha recordado, el anterior Ejecutivo dejó sin hacer, dando muestra de una “dejación gravísima”
A pesar del contexto actual, el presidente tiene “buenas expectativas” de cara al futuro. De hecho, ha dado a conocer el interés por instalarse en Cantabria que personalmente le han mostrado más de media docena de empresas y que el presidente atribuye a que la comunidad tiene en estos momentos “muy buena imagen para invertir en ella”, “estabilidad política” y “un extraordinario clima social”.
Por su parte, Díaz Tezanos ha explicado que el trabajo del Ejecutivo en estos meses se ha centrado en tres objetivos fundamentales: dar respuesta a la “situación de emergencia social” que padecen muchas familias de Cantabria, recuperar los niveles del Estado de Bienestar y sentar las bases para cambiar el modelo productivo y el patrón de crecimiento de la comunidad autónoma.
“Hemos empezado por lo urgente y no hay nada más urgente para este Gobierno que la situación por la que están pasando miles de cántabros”, ha asegurado, en referencia a los 161.000 ciudadanos que viven en riesgo de pobreza o exclusión social en Cantabria.