ENTREVISTA
Jaime Sordo, coleccionista de Arte Contemporáneo
“He llegado a pensar que la Colección Los Bragales tuviera una sede abierta al público, pero los costes lo impiden”
Preside la asociación de coleccionistas 9915 cuyos integrantes tienen en “situación de préstamo” cerca de 16.000 obras de todo tipo
Con las obras que han adquirido con los años Jaime Sordo y otra docena de coleccionistas privados que se agrupan en la Asociación 9915 podrían acondicionarse varios museos. Todos ellos tienen 16.000 piezas, entre pinturas, fotografías, esculturas e instalaciones y lo más significativo es que están deseosos de prestarlas a instituciones para que el público tenga acceso a ellas. Esta es una de las principales reclamaciones que Jaime Sordo González hace al estamento político: acometer una mayor inversión en infraestructuras y costes de mantenimiento para facilitar el acercamiento del público al arte contemporáneo.
De ello, él sabe mucho. Con 410 obras de su propiedad, empezó a coleccionar muy joven, siendo universitario, y desde entonces no ha dejado de hacerlo. Pudo porque, como él mismo cuenta, su actividad profesional le proporcionó los recursos para satisfacer su pasión. Pero hasta los recursos de un empresario tienen un límite y ahora reconoce que llegó a pensar en abrir un espacio propio en el que ofrecer al público su colección, pero que rápidamente desechó la idea por los costes que entraña.
Jaime Sordo es ingeniero industrial y ha sido director general y presidente de Airconfort (1976-2011) y consejero delegado y vicepresidente de Setecisa (Telecabarga 1995-1998), entre otros cometidos profesionales. En el campo del arte, es conocido por ser propietario de la Colección Los Bragales, lo que le ha llevado a implicarse en este mundo y presidir desde 2012 la Asociación de coleccionistas Privados de Arte Contemporáneo 9915. Ha sido reconocido como coleccionista del año por el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) y es miembro de la Comisión Asesora del Museo de Arte de Santander (MAS), del Patronato de Laboral (Centro de Arte y Creación Industrial, en Gijón) e integrante de la Comisión de Compras del Tenerife Espacio de las Artes (TEA).
Usted empezó a hacer acopio de arte siendo estudiante universitario. ¿Cómo se gestó esta pasión por el coleccionismo?
En esos de años estudiaba Ingeniería, sentí la necesidad de visitar museos, algunas de las pocas galerías que existían en España, y lógicamente con la lectura de textos en catálogos y revistas especializadas, y cuando tuve capacidad adquisitiva, realicé en los inicios de los 70 mis primeras compras.
¿Exactamente qué es lo que colecciona? ¿Arte, experiencias, bienes de inversión?
Arte Moderno y Contemporáneo en todos sus soportes: pintura, escultura, fotografía e instalaciones; y lógicamente en el ámbito de las experiencias emocionales que transmite el arte y que te lleva a la pasión por el mismo.
¿Puede describirme su colección y cómo ha evolucionado desde que empezó en los años 70?
La colección consta actualmente 410 obras (fueron 540), de las cuales 190 son pintura nacional e internacional, 140 fotografía nacional e internacional, 50 esculturas, 14 instalaciones y 16 videos.
¿Y cómo ha sido la evolución?
La evolución se ha producido con los diferentes movimientos tanto en el ámbito de la pintura como de la fotografía, pasando por la Escuela de París, la Escuela de Madrid, el Informalismo, la pintura de los 80 y de los 90 a nuestros días. Me inicié en la fotografía a partir de 1994 y he incorporado el vídeo y la instalación en el cambio de siglo. Tengo una disposición y actitud permanente al cambio.
Su colección se inició con la pintura y con el correr de las décadas se internó en el campo de la escultura y la fotografía. ¿Por qué o por quién apuesta en la actualidad Jaime Sordo?
Apuesto por el arte de nuestros días manteniéndome en los diferentes soportes y centrado más en los artistas jóvenes actuales, ya que completar los huecos de la colección de artistas consagrados tiene un alto costo que no puedo asumir.
¿Cómo definiría el momento actual del arte?
Como siempre es un claro mercado de oferta en donde el número de artistas actuales, más los que se incorporan cada año, es muy superior al número de coleccionistas que tienen capacidad de compra. En la actualidad, la instalación es la que más aceptación tiene entre los nuevos artistas, sobre todo en ámbito europeo, ya que recopila en una sola obra la mezcla de todos los soportes.
¿Si no fuera empresario sería coleccionista?
Probablemente no, puesto que la condición de coleccionista lleva aparejada la capacidad de generar recursos en tu pirámide de Maslow particular. Dedicar una parte importante de ellos a la compra de arte, prescindiendo de otras cosas. La continuidad y compromiso es imprescindible para crear una colección. A esto solo hay que añadirle el tiempo para configurar un proyecto.
¿Qué es y cómo surge 9915?
Es una asociación de coleccionistas privados (no corporativos) de Arte Contemporáneo que surge por la idea de 12 coleccionistas de querer ser y estar en la escala de valor del arte e incluir nuestra opinión como una más junto a la de artistas, comisarios, directores de museo, agentes culturales, y otros, para así exponerla en los foros donde participan todos estos colectivos.
¿Qué actividad tiene la asociación?
Dentro de las actividades realizadas desde su fundación en el 2012 destaca el curso de coleccionistas que durante diez años se viene realizando en la UIMP, en Santander, así como las tres becas para artistas españoles en residencias extranjeras como Londres, Berlín y París. La asociación está presente en la feria ARCO y en el resto de ferias de España, y ha organizado visitas a las ferias de Basel (Basilea), Frezee (Londres) y Miami.
¿Qué camino debería transitar un joven que quiera internarse por el mundo del coleccionismo?
Informarse, informarse... Visitando museos y puntos de encuentro donde se produzcan eventos como son las ferias de arte y galerías, añadiendo la lectura de prensa especializada. Solo con mucha información se educa la mirada. Además, está a la inteligencia para la toma de decisiones.
¿Qué papel juega un coleccionista en nuestra sociedad, si es que ha de jugar alguno?
Contribuye con sus compras a dinamizar el mercado en donde están los galeristas, artistas y empresas de servicio. Además, las colecciones contraen un compromiso social de poner las obras al servicio de los ciudadanos a través de los profesionales y, por último, la responsabilidad de mantener y conservar un patrimonio histórico sobre una determinada época del sector de las Bellas Artes.
¿Ha pensado que Los Bragales tenga una sede futura abierta al público?
Pensarlo sí, pero los costes de la infraestructura y su mantenimiento no me permiten económicamente tomar la decisión. Requiere crear una Fundación para el mantenimiento de la colección en el tiempo y una importante inversión en el edificio.
¿Qué opina de la política cultural del Gobierno de Cantabria o de las políticas culturales, en general?
Referente al Gobierno de Cantabria, tiene muchos frentes en el ámbito de la cultura y se precisaría de una dotación presupuestaria mayor para generar más cantidad y calidad de eventos de interés en el ámbito del Arte Contemporáneo y así dar más oportunidades a los artistas cántabros a través de los buenos comisarios que tiene la comunidad.
En los momentos actuales, se hacen imprescindibles los proyectos público-privados en donde la administración aporta infraestructuras y presupuesto y el ámbito privado el patrimonio que posee
En los momentos actuales, se hacen imprescindibles los proyectos público-privados en donde la administración aporta infraestructuras y presupuesto y el ámbito privado el patrimonio que posee, en este caso en obras de arte. Los coleccionistas de 9915 podemos tener del orden de 16.000 obras en situación de préstamo. Esto también es extensible a las políticas en el ámbito nacional.
Como miembro del Consejo Asesor del MAS de Santander, ¿cómo observa la evolución de este museo desde su incendio?
Preocupado por el excesivo tiempo empleado en la restauración del edificio. Ya sabemos que las administraciones son lentas en sus procesos de ejecución, pero en este caso creo que hemos disparado los plazos lógicos de la urgente rehabilitación.
¿Qué papel cree que ha de jugar el MAS en una ciudad de museos como lo será Santander cuando tenga abiertos a la vez el Centro Botín, el Museo del Banco Santander y el Reina Sofía?
El papel del MAS y sus fondos es fundamental como institución pública, con un importante patrimonio de más de 1.700 obras en sus fondos, en donde se pueden hacer importantes lecturas de la modernidad y la contemporaneidad en el ámbito regional, nacional incluso internacional.
¿Por qué derroteros debería discurrir Artesantander ahora que se va a realizar la última edición con Juan Riancho al frente?
Creo que Artesantander, en sus 31 años de actividad, ha marcado una línea de unir el Arte Contemporáneo muchas veces joven con proyectos específicos del mercado. La nueva dirección que gestione la feria deberá de encontrar nuevas fórmulas que atraigan visitantes, pero sin perder la referencia de que estamos hablando del arte actual, que es lo que la feria siempre ha apoyado y sus necesidades de promoción y divulgación. La parte didáctica también importa.
¿No se dirige esta ciudad a una oferta puramente museística como si la cultura no diera para más?
Sí, esa es la impresión y, dada además la presencia de tres nuevos museos, parece que toda la cultura gira alrededor del arte contemporáneo y sus exposiciones, pero no debemos olvidar la música, ya que en Santander hay una buena tradición en lo sinfónico con el Festival Internacional más el Concurso de Piano y los Encuentros de Música y Academia, además de las artes escénicas, el ballet y la literatura. La libertad del individuo se obtiene por las artes, las ciencias y la formación.
El Centro Botín cumplió hace unos meses su quinto aniversario. ¿Cree que ha cumplido la expectativa?
Sí, por sus exposiciones internacionales de mucha calidad y con sus becas en los Itinerarios, muy importante para incorporar a jóvenes artistas. Añadiría como otra posible faceta la promoción de artistas y del sector profesional cántabro -galerías, colecciones y comisarios- en su programación.
¿La malla protectora del Centro no viene a decir que hasta los Pritzker no están vacunados contra la chapuza?
Pues sí, es cierto que planteamientos novedosos en la arquitectura traen consecuencias no esperadas en el ámbito de la funcionalidad y posterior mantenimiento.
¿Qué efecto tendrá en el coleccionismo la cada vez mayor digitalización de nuestra vida?
Será una parte importante todo lo que está llegando y vendrá con la tecnología digital la creación industrial y lo relacionado con la inteligencia artificial.
¿Le interesan los activos digitales, el coleccionismo NFT?
No he hecho ninguna operación sobre obras digitales por no encajar el concepto en la colección, pero sí en las instalaciones donde hay obras con tratamiento digital. Sigo el tema con interés, pero el formato no está consolidado y tiene una alta dependencia con la evolución de la criptomoneda y su mercado. Este verano en el curso UIMP de coleccionismo trataremos el tema. Es una cultura muy incipiente que requiere consolidarse y crear mercado.
¿Hay mucho gato por liebre en las artes plásticas?
Como en todos los mercados siempre hay intrusos que intentan especular en el mismo. El volumen de compras anuales del sector son un total de 68.000 millones de dólares, por lo que es normal que, con independencia de la actuación e intermediación de los diferentes profesionales, siempre haya intervenciones especulativas.
¿Dónde fue a parar la crítica?
Pues tristemente la comunicación y la difusión y puesta en valor del conocimiento desde hace unos 25 años ha desaparecido y en los medios especializados que hablan y escriben sobre el tema simplemente se limitan a hacer un relato de las biografías de los artistas o bien de la difusión de una determinada exposición. A día de hoy, no hay crítica.
¿Matisse o Picasso?
Los dos. Matisse significa la continuidad innovada en las Vanguardias con la incorporación expresionista del color y Picasso con sus 'ismos' (cubismo, surrealismo y modernismo) significó un cambio en la forma de expresar la contemporaneidad y en sus últimos años ajena al expresionismo abstracto americano de 1945.