Al menos dos vecinos de El Pilón han tenido que ser ingresados con un cuadro médico de ansiedad e insuficiencia respiratoria generado por el estrés que les está causando la posibilidad, cada vez más real, de perder sus casas. “Esto huele a Amparo II”, se lamenta Belén Madrazo, una de las portavoces de la Plataforma que agrupa a las cerca de 20 familias afectadas por una nueva operación urbanística en Santander.
Madrazo se refiere al caso de Amparo Pérez, la mujer de 86 años que perdió la vida mientras 'luchaba' contra el Ayuntamiento de la ciudad para salvar de la piqueta la vivienda que había construido con sus propias manos seis décadas atrás y que el Consistorio santanderino derribó -mientras ella estaba ingresada en el hospital- para construir un vial de menos de medio kilómetro de longitud.
Al igual que Amparo, la mayoría de vecinos de El Pilón son personas de edad avanzada, cuya salud puede verse resquebrajada al tener que 'enfrentarse' a un proceso de expropiación como el que les amenaza actualmente. Una promotora privada, propiedad del grupo Tecniobras, ha iniciado el proceso para construir literalmente sobre sus hogares dos bloques con 140 nuevas viviendas.
Madrazo relata a eldiario.es Cantabria que están “exactamente igual” que cuando el pasado mes de julio se presentaron como Plataforma. “Hemos conseguido el apoyo de la oposición pero los que tienen la sartén por el mango son ellos (PP)”, apunta. Hasta ahora del equipo de Gobierno han recibido “mucha palabrería pero nada de hechos”. Incluso, los populares, que gobiernan en minoría, han incumplido la moción que ellos mismo aprobaron el pasado 27 de agosto y que instaba al Ayuntamiento a paralizar temporalmente en el plazo de diez días esta expropiación y analizar una solución urbanística alternativa.
“Desde entonces no hemos vuelto a tener noticias”, afirma la portavoz de este colectivo, que dice estar “muy disgustados y súperdecepcionados” con el alcalde, Íñigo de la Serna, y con el concejal de Obras, César Díaz. En este sentido, creen que les han “tomado el pelo” porque “el tiempo pasa y no hacen nada”.
Esta vecina recuerda que el próximo 30 de septiembre, es decir, en apenas 15 días, termina el plazo para detener la constitución de la Junta de Compensación, el órgano, controlado por la promotora, que llevará a cabo el proceso administrativo de las expropiaciones. “Y a partir de ahí nos ponen la soga al cuello”, describe.
La Plataforma de Vecinos de El Pilón recalca que paralizar este proceso es tan sólo cuestión de “voluntad política”. “No están teniendo empatía con nosotros. Para ellos no es una prioridad si nos echan a la calle por cuatro duros”, denuncian.