Para el escritor José María Merino la principal diferencia entre el relato y la novela estriba en su extensión y también en cierta consideración de inevitabilidad que tiene el género corto de la narrativa. En palabras del Premio Nacional de las Letras, “hay que tener más cuidado con el cuento porque el interés hay que resolverlo en corto espacio. A toda novela, incluso buena, a veces puede sobrarle cosas y no pasa nada. Pero al cuento no puede sobrarle nada. Como le sobre algo, mal asunto. Tiene que controlarse bien su desarrollo mientras la novela puede permitirse el lujo de expandirse más”.
El ensayista gallego, poeta y Premio Nacional de las Letras 2021 hizo estas declaraciones en el Palacio de La Magdalena de Santander, a donde acudió esta semana para impartir el curso 'De la ficción literaria, teoría y práctica: El microrrelato', y donde ha defendido que “lo bueno de las novelas es que puedes meter de todo. El cuento necesita contención, necesita algo con la mayor brevedad posible. Más es entrar en otro terreno”.
Para Merino, el principal rasgo de un cuento, y ni que decir tiene de un microrrelato, es su brevedad. “Poe dice que un cuento es algo que se lee de un tirón. Si necesitas más tiempo, no es un cuento”, comenta.
La extensión narrativa condiciona la intensidad de lo narrado, algo a lo que contribuye la necesidad de síntesis y de elipsis que reclama, por ejemplo, un microrrelato, para el que más de un folio ya es excesivo, en opinión del escritor gallego. “Siempre digo que la extensión tiene que ser inversamente proporcional a la intensidad. Los cuentos han de concentrar los efectos narrativos, lo que sugieren de conducta y sentimientos”.
Como no hay nada nuevo bajo el sol, la narrativa breve tampoco escapa a este axioma y Merino cita a Esopo y sus fábulas como precursores del microrrelato, que empieza a formar parte del paisaje literario de forma consistente a principios del siglo XX. “Ojalá en las redes hubiera más entrada de minicuentos. Pero no hay la ebullición que cabría esperar”, ha asegurado el autor de 'El río del Edén'.
Merino ha concluido expresando su deseo de una mayor presencia de los cuentos en el sistema educativo: “Los cuentos tienen que entrar en el sistema educativo con naturalidad, porque se entra en la literatura leyendo. La literatura abarca todos los ámbitos pero es el sistema educativo el que tiene que ser consciente en desarrollarlo”.