José Ramón Hoz Castillo lleva presidiendo 11 años el comité de empresa del servicio de recogida de residuos de Santander, que es tanto como decir que lleva 11 años con sobresaltos periódicos. Primero con Ascan y ahora con Cespa, es el principal portavoz de un colectivo de 275 trabajadores que en los últimos años se ha tenido que manifestar más de una vez en la Plaza del Ayuntamiento para reclamar el abono de las nóminas o que en los últimos días tienen que trabajar en unas condiciones en donde todo es nuevo y todo está por asentar. La subrogación del personal al nuevo concesionario, y la subrogación por tanto de su comité de empresa, no ha estado exenta de sobresaltos desde que en la noche del 10 al 11 de noviembre se traspasaran los trabajadores prácticamente in extremis y pudieran salir los camiones de recogida como todas las noches. Hoz Castillo es sindicalista de Uso. Entró a trabajar en el servicio hace 33 años y desde 1994 viene peleando con las sucesivas propiedades que han estado al frente de la limpieza de la capital de Cantabria. Su objetivo ahora es que tanto el Ayuntamiento de Santander como el propio concesionario den marcha atrás y no solo frenen la amortización de plazas que se está acometiendo desde hace años sino que doten de personal 30 puestos de trabajo más para que el servicio recupere los niveles de eficiencia de antaño.
¿Al subrogarse los trabajadores a Cespa también se ha subrogado, por así decirlo, el comité de empresa?
Sí, estamos tal cual hasta agotar mandato. Si variase el número de plantilla, tal vez sí tuviéramos que ir a elecciones, pero no es el caso.
Empezando por el final, ¿cómo es la situación actualmente?
Estamos esperando un análisis de Cespa del listado de subrogación que entregó Ascan el mismo día 10 a la una de la tarde. Hay que revisarlo porque ya ha habido un primer problema: una trabajadora de la Administración, que cautelarmente le han mandado para casa porque la empresa dice que Ascan no aportó los datos necesarios para una subrogación. Como saben que esta persona tiene una demanda interpuesta contra Ascan por derechos y cantidades va a tener un permiso retribuido, sin incurrir en baja, a la espera de lo que diga esa sentencia. El juicio será en enero. Entonces se verá si realmente es subrogable o no lo es. Ese es el único problema con el listado de subrogación. Del resto, estamos todos.
Aparte de depurar listado, ¿ha sido traspasada toda la documentación necesaria?
Cinco minutos antes de que empezara la asamblea de trabajadores nos pasaron la subrogación.
El equipo de gobierno municipal dice que fueron dos cajas de papeles que dejaron encima de una mesa de Cespa. Era lo justo para tramitar las altas, según tengo entendido. ¿Falta documentación?
Nos están solicitando que rellenemos documentación aportando datos. Hemos tenido que dar el número de cuenta para cobrar este mes, que no lo tenían... Lo único que se tenía esa tarde eran los nombres y apellidos en papel y los datos para el alta y Cespa lo hizo en tiempo récord porque a las doce de la noche ya estábamos de alta en la Seguridad Social.
Y esa misma noche salieron a trabajar.
Sí. Se empezó a trabajar en las condiciones en que se empezó a trabajar. De hecho, comenzamos sin tener uniformes con nuestras tallas, sin botas porque desconocían las tallas... y esa noche se salió a trabajar con la mitad de vehículos de los que había normalmente.
¿Cómo era el material con el que se puso en marcha?
Mal. Ahora que se han recuperado los vehículos de Ascan ya bien. Los vehículos que consiguió Cespa de alquiler, además de ser diferentes, los brazos de carga lateral no venían adaptados a los contenedores: hubo que adaptarlos. Los camiones también eran diferentes, viejos en muchos casos, que se averiaban... Las dificultades han sido por la maquinaria porque el personal ha estado trabajando poniendo todo de su parte, desde coger la basura desde el suelo a trabajar con vehículos que eran...
No ha quedado nadie atrás, ¿verdad?
Nadie, pero, para nosotros, falta gente. Esta es una discusión que estamos teniendo con el propio Ayuntamiento. En 2012, en el pliego de condiciones, había 327 puestos de trabajo. Un mismo puesto lo pueden ocupar dos personas si su contrato no es del 100%. En el contrato que firma Ascan con el Ayuntamiento se dice que puede amortizar 52. Ascan no amortiza 52, amortiza 90. Ha seguido amortizando en 2019, 2020 y 2021 cuando no podía. Por medio del último convenio entró a trabajar una plantilla de fin de semana con contratos del 40%. En total, sumándolo todo, los porcentajes, son 16 puestos de trabajo. También ha habido alguna incorporación.
¿Qué planteamiento mantendrá el comité de empresa?
El comité de empresa defiende el empleo y creemos que para que se cumpliera el contrato anterior necesitaríamos ahora mismo más de 30 puestos por cubrir. Nuestras dudas son si, con un contrato de emergencia, estamos sometidos al pliego de condiciones de 2012. Nos vienen a decir que no, que el contrato de emergencia ya no se somete a ese pliego. Esto es algo que me parece inaudito, que estemos sin un pliego que lo regule.
¿Cuántos puestos consideran que deberían recuperarse como mínimo?
Restando 52 a 327 estaríamos en 275 puestos de trabajo, pues bien, no hay 275 puestos. Para nosotros, contando el personal de fin de semana, aún faltarían por cubrir 30 puestos de trabajo.
¿Se han subrogado mandos también?
En la Administración se ha subrogado todo el mundo y los encargados de taller, que son mandos intermedios, se han subrogado y se ha subrogado el director técnico, que ya se subrogó en el contrato anterior. La alta dirección, ya no.
Me gustaría que valorara cómo ha sido el proceder seguido por Ascan en todo el proceso de traspaso.
La actitud de Ascan no ha sido buena con nosotros. Si comité de empresa no ha facilitado datos. Como consideraban el contrato a Cespa ilegal no iban a facilitar nada. Cuando les negaron las medidas cautelarísimas y luego las cautelares, ese mismo día nos facilitaron documentación al comité de empresa. De hecho, el día 8 por la tarde,el Ayuntamiento nos había citado a una reunión a cuatro bandas y Ascan no acudió. El día 9, Ascan nos citó a una reunión explicándonos su punto de vista y hasta hoy.
¿Cómo se encuentran con Cespa?
De trato, bien. Hemos tenido una primera reunión comentando las incidencias, porque es verdad que hay muchas en seguridad y salud.
¿Por qué?
El contrato de emergencia con un mes de plazo ha hecho que no dispongamos de toda la uniformidad adecuada. Los vehículos, tampoco hasta que se han conseguido los de Ascan. Los centros de trabajo estaban sin montar: la gente ha estado dos semanas sin vestuarios. Los cuartelillos de los barrenderos, a día de hoy, siguen sin agua y luz. Es bastante complicado trabajar así. Sin embargo, la actitud de Cespa es facilitadora de información, es fluida...
¿No echan de menos a los anteriores?
[Sonríe] Hombre, se echa de menos las instalaciones de trabajo, los vestuarios... Ahora estamos en unas naves en donde se han metido casetas de obras modulares, con oficinas y vestuarios construidos en tiempo récord. Poco a poco se van consiguiendo los medios de trabajo.
Las naves están ubicadas en Candina.
Sí, son tres: en una están aparcados camiones y furgonetas, con dos depósitos de gasoil para los vehículos; una nave intermedia que es donde va a estar el taller y el lavadero de los vehículos; y una principal, en donde están oficinas y vestuarios.
¿Cómo están los demás servicios, caso de la recogida selectiva?
El punto limpio de Eduardo García del Río es un problema. Era de Ascan y ahora mismo no se dispone de otro. Cespa ha tenido que construir uno improvisado que no reúne las mejores características y están intentando hacer uno como el que había.
Es cuestión de tiempo que se alcance cierta normalidad, entonces.
Todo va mejorando. Al principio nos encontramos que, de la recogida soterrada -por El Sardinero, donde hay muchos contenedores que se activan con mandos- no teníamos los mandos que se ha tardado en conseguir de Ascan.
Nos ha llamado la atención que en las últimas semanas aparecían vehículos que hacía mucho tiempo que no veíamos. Curiosamente, vehículos de Santander tienen la ITV pasada en Galicia
¿En algún momento se han sentido rehenes en la disputa entre empresa y Ayuntamiento?
Nos hemos sentido así siempre. Al final, quien paga los platos rotos, además de los vecinos de Santander, es la plantilla. Eso ha sido siempre, desde el desastre del pliego de condiciones de 2012. La plantilla tuvo congelación salarial cuatro años, luego tuvo un convenio con actualización salarial según el IPC y a partir de ahí también la pérdida de puestos de trabajo, que tiene consecuencias más allá de que la ciudad esté limpia o sucia. Hicimos alegaciones a los pliegos y luego hemos tenido en los años de 2013 a 2015 muchas denuncias, pero no nos hicieron ningún caso. Nos cansamos de denunciar y no seguimos adelante hasta este final inesperado en que hemos estado en contacto con la alcaldesa y la verdad que hemos visto una actitud que nunca los anteriores equipos de gobierno habían tenido con nosotros.
¿Ahora se les escucha?
Se nos tiene en cuenta, se nos explica todo. A veces son decisiones que están por encima de nosotros, pero hemos tenido toda la información por parte del Ayuntamiento y por parte de Cespa. Por parte de Ascan siempre fue más complicado.
En la relación entre Ascan y el Ayuntamiento estos años ha habido períodos en los que ha habido denuncias y otros en que no...
Al principio hubo denuncias. A instancias del comité algunas de ellas. Había muchos incumplimientos entonces. No llegaban los nuevos vehículos y de hecho en 2013 se empezó con los vehículos de la anterior concesión. Hasta el año 2014 no llegó el resto de los vehículos y hasta entonces se trabajaba con vehículos muy viejos y machacados.
¿Hubo más incumplimientos?
Siempre hemos denunciado que Ascan jamás ha cubierto una sola baja, una sola IT (incapacidad laboral transitoria) aunque el pliego decía que toda baja de más de siete días debía cubrirse con una nueva incorporación. Jamás lo hizo. Les sancionaron por ello desde 2020.
¿Alguna más?
También denunciamos que el propio gerente de la empresa debía tener dedicación exclusiva y no la tenía; que las oficinas tenían que ser exclusivas para el Ayuntamiento de Santander y allí se han centralizado todas las oficinas del Grupo ASU, con oficinistas que trabajaban para toda España; en el taller se han reparado vehículos que eran del contrato de Camargo...
¿Ya dispone el servicio de todos los camiones necesarios cedidos por Ascan?
Nos ha llamado la atención que en las últimas semanas aparecían vehículos que hacía mucho tiempo que no veíamos. Curiosamente, vehículos de Santander tienen la ITV pasada en Galicia. Es verdad que ahora la flota está en bastante buenas condiciones para trabajar, mucho mejor que las que ha traído Cespa. Con esos vehículos sí se puede prestar un buen servicio ahora mismo.
¿Y de contenedores tras la retirada de unos 300 por Ascan, que arguyó que eran de su propiedad?
Están trayendo contenedores y va a haber más de los que había antes. En el tema de contenedores no va a haber problemas y en el tema de vehículos, una vez que se han recuperado, tampoco. Ahora hay que esperar qué planteamiento tienen Cespa y el Ayuntamiento, lo que nos lleva al tema de los puestos de trabajo.
¿Qué pasará si no se atienden sus sugerencias?
Si se cubren estos puestos que demandamos la calidad del servicio se va a notar; si no se cubren, que me expliquen qué calidad se va a dar con el mismo número de trabajadores que era y es deficitario.
¿Aceptarían que esas plazas se cubrieran con trabajadores temporales?
No estamos de acuerdo que se introduzcan. Es un parche. Si faltan 30 puestos de trabajo, que se cubran y luego el personal se subrrogue con el siguiente contrato. Esa es la forma de crear empleo de calidad y dar más calidad en el servicio. Este es el servicio más importante que tiene Santander y tiene que reforzarlo para que vuelva a tener la calidad que tenía antes de 2012.
¿Dan por perdidos los 52 puestos de trabajo amortizados?
Ya le hemos dicho a la alcaldesa que se recuperen, si no todos, la mayor parte, porque son necesarios.
¿Hasta qué punto esta situación era previsible?
Totalmente.
¿Y se ha dejado que se llegara a ella?
Yo tampoco lo comprendo, la verdad. Es cierto que, no en Ascan, han ido cambiando los responsables en el Ayuntamiento. Quienes idearon ese pliego de condiciones y quienes adjudicaron entonces el servicio ya no están, ninguno. Ya no está el alcalde (por Íñigo de la Serna) ni dos concejales (por Ignacio Quirós y María Tejerina). Solo queda una persona: la directora general de Medio Ambiente (Belén Domínguez), que estaba y está. El ingeniero jefe también se jubiló. Ahora hay otros técnicos que han dicho que esto no puede ser.
¿Cómo es su relación con la directora general?
En los años 2013 y 2014 tuvimos muchos desacuerdos. En las reuniones con ella y la concejala María Tejerina denunciábamos la situación y decíamos que íbamos al desastre y ella no estaba de acuerdo. El propio gerente de Ascan, Rubén Varela, que ahora se echa las manos a la cabeza, en las primeras reuniones no nos decía la plantilla que iba a amortizar, nos decía que estaba sobredimensionada y que sobraba gente y que se podía suplir por medios mecánicos. Al final el tiempo nos ha dado la razón.
¿Los medios mecánicos no compensan las bajas de personal?
Una barredora no sustituye la mano de obra manual. Los distritos que antes tenían barrido seis días a la semana en muchos casos ahora lo tienen dos. Una máquina pasa y limpia la acera, nada más. ¿Quién vacía las papeleras y limpia las escaleras y los bordillos? Nadie. Están días sin limpieza y esta es la consecuencia. Eso se lo discutimos a Belén Domínguez en su momento, y luego a María Tejerina y a Ignacio Quirós y no había forma. Quirós nos decía que los vecinos de Santander se tenían que acostumbrar a tener una limpieza de la ciudad dos días a la semana, que lo que no podía ser era el lujo de tener a un peón de barrido seis días a la semana.
¿Cómo acogieron esas declaraciones?
Eso a nosotros nos pareció una barbaridad. Se bajó el contrato de recogida de basura muchos millones de euros pero no el recibo a los vecinos de Santander.