Si alguien se pregunta cómo será el otoño, la experta viróloga Margarita del Val se lo aclara rápido: no habrá vacuna efectiva contra el coronavirus todavía y se mantendrán las medidas de restricción porque se espera un recrudecimiento de la pandemia por la COVID-19. La inmunóloga habla a la luz de la experiencia de lo que está ocurriendo este verano con la relajación de las precauciones y cree que, en condiciones en que la población estará menos tiempo al aire libre y sin una vacuna, no habrá más remedio que aplicar medidas a rajatabla.
Margarita del Val, líder del Grupo de Investigación de Inmunología Viral en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM), se ha expresado así este miércoles en el Palacio de La Magdalena de Santander, donde ha asegurado que “con la vida que estamos llevando en verano no podemos evitar una oleada muy grave, porque vamos a perder el mejor aliado: el aire libre, la distancia, poder tener las ventanas abiertas, etcétera”.
Con la vida que estamos llevando en verano no podemos evitar una oleada muy grave, porque vamos a perder el mejor aliado: el aire libre
“Nadie quiere un confinamiento estricto de nuevo, pero para evitar eso tenemos que aplicar todas las demás medidas con rigor, no como se está haciendo ahora”, afirma la experta en inmunología.
Estas declaraciones han tenido lugar en el curso 'La virología y el coronavirus en primer plano' que ha comenzado este miércoles en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde la científica, junto con un nutrido grupo de expertos, recapitula qué se sabe hasta ahora del SARS-Cov-2 (COVID-19): de dónde viene, cómo evoluciona su material genético y cómo se transmite.
Del Val, voz esencial de la pandemia en España, ha manifestado que “esto es una oleada, mucho más suave que la primera, pero no nos podemos permitir llegar con este número elevado de casos al comienzo del otoño. Hay que tener normas muy estrictas para que los niños puedan ir al colegio, yo creo que es más importante que los deportes colectivos”. En este sentido, ha añadido que “a veces las multas ayudan a entender que esto va en serio”.
Esto es una oleada, mucho más suave que la primera, pero no nos podemos permitir llegar con este número elevado de casos al comienzo del otoño. Hay que tener normas muy estrictas para que los niños puedan ir al colegio
“Se van a tener que prohibir actividades de muy alto riesgo y tendremos que aprender, durante lo que yo llamo los años de la pandemia, a cambiar esto. Por ejemplo, no se pueden permitir las condiciones tan deplorables que tienen los temporeros”, ha sostenido. “Las grandes concentraciones en interiores se tendrán que evitar claramente porque tenemos que basarnos en la evidencia de lo que ha ocurrido. Y al aire libre hay poquísimas cosas que han ocurrido”, ha añadido asimismo.
Respecto al asunto de los espacios cerrados ha considerado que “ahora sabemos que hay mucha más transmisión por el aire, mientras que en las superficies no hay tanto como se pensaba al principio. Pasar todo el día en una oficina cerrada hace que sea mucho más fácil que te contagies”.
Ahora sabemos que hay mucha más transmisión por el aire, mientras que en las superficies no hay tanto como se pensaba al principio
En referencia a las personas asintomáticas, “aunque parezca que es bueno que haya muchos asintomáticos, no me deja tranquila. No colapsa el sistema sanitario, pero se piensa que esto fue lo que pasó en febrero. Personas sanas y jóvenes que podían viajar por todo el mundo por ocio o negocio, fueron transmitiendo el virus sin darnos cuenta y, en un momento dado, saltó a las personas mayores y causó un problema”.
Sin contar con vacunas a corto plazo
Por otro lado, Del Val ha declarado que “posiblemente en esta temporada de otoño, en España no vamos a poder contar con una ayuda notable de vacunas. Lo vamos a tener que superar con nuestro propio esfuerzo, con buenas medidas de salud pública, buen diagnóstico y, si a lo mejor llega en el año 2021 alguna vacuna, se utilizará en brotes o casos especiales”.
La viróloga ha comentado que es posible que “las primeras vacunas, siendo seguras, a lo mejor no sean las más eficaces”. “Creo que hay que esperanza, pero no poder confiar en ella a corto plazo. Tenemos que tener la confianza de que las vacunas sean seguras”, ha subrayado. “La ciencia es lo que nos va a sacar, necesitamos vacunas y, si no, un tratamiento”, ha concluido.