Carril-bus, polizones en el Puerto o relleno de la playa: la espiral de polémicas en bucle de la que Santander no escapa

La alcaldesa de Santander reclamó esta semana al Ministerio de Transición Ecológica el relleno del arenal de La Magdalena para “evitar no tener playa en Semana Santa”. A priori, esta petición se enmarcaría en un titular más de la prensa del día si no fuera porque si alguien que se hubiese dormido entre los meses de febrero y abril de 2019 se despertara ahora no notaría la diferencia del paso de un año a otro.

Y es que la capital de Cantabria entra periódicamente en una espiral con una serie de polémicas de la que no consigue escapar pese al paso de los años. Los rellenos de arena, el polémico carril-bus del Paseo Pereda, los polizones que se 'cuelan' en el Puerto o la financiación pública de la Plaza de Toros, por ejemplo, son asuntos controvertidos que se repiten en bucle a nivel político y mediático. Saltan a la palestra y atrapan en el tiempo a la ciudadanía santanderina como si viviera en 'El Día de la Marmota', la famosa película de Bill Murray. 

La discusión en torno al carril-bus del Paseo Pereda colea desde que el PP implantara el proyecto fallido del Metro-Tus, que tan solo estuvo en vigor siete meses por las críticas que generó entre los vecinos su deficiente funcionamiento. No obstante, el carril-bus que se instauró para ese sistema de transporte urbano se mantiene, y con él, la disputa por su eliminación entre los actuales socios de gobierno PP y Cs, que llegaron a pactar su retirada a la firma de su acuerdo. 

Los polizones, por su parte, son el punching ball de las críticas cada vez que algo negativo concierne al Puerto de Santander. Da igual que colectivos sociales como Pasaje Seguro alerten del peligro de fomentar la xenofobia con determinados discursos y de que aseguren que la inmigración ilegal es un problema “sobredimensionado”. Estos jóvenes, generalmente albaneses, siempre son el foco.

Lo fueron cuando se planteó la propuesta de levantar una valla de cuatro metros, con declaraciones al respecto del ministro Fernando Grande-Marlaska, y lo han sido cuando la compañía Brittany Ferries ha decidido trasladar su línea marítima con Irlanda a Bilbao por falta de mercancías y tras un año en pruebas. 

La financiación de la Plaza de Toros, por su parte, también es un tema recurrente no exento de polémica. En la pasada legislatura, el PP inyectó dinero público a las corridas de toros que se celebran durante la Feria de Santiago en la Semana Grande santanderina a pesar de que el Pleno municipal había aprobado una moción que obligaba al Consistorio a retirar la subvención pública a este evento.

Y es que la sostenibilidad económica de la empresa municipal que gestiona este festejo lleva tiempo en entredicho, y ahora el equipo de gobierno ha propuesto sacar a licitación pública el alquiler de la plaza, lo que ha provocado que vuelva a copar protagonismo político y mediático. 

A estos asuntos hay que sumar otros proyectos cuyo desarrollo o puesta en marcha parecen no avanzar por la demora de sus plazos o la complejidad de sus negociaciones, como pueden ser el Museo de Arqueología y Prehistoria de Cantabria (MUPAC), el centro asociado al Reina Sofía en el antiguo edificio del Banco de España o la reconstrucción del MAS, que también copan declaraciones políticas y titulares de prensa periódicamente junto a otros proyectos encallados como la reordenación ferroviaria o del frente marítimo de Santander.