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Nueva documentación ratifica la propiedad municipal del castillo de Corbanera en Santander y despeja las dudas del Ayuntamiento

Castillo de Corbanera, en Santander.

Javier Fernández Rubio

10 de abril de 2021 20:35 h

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Ha tenido que ser alguien de fuera del Ayuntamiento de Santander quien aporte las pruebas documentales del propio municipio que demuestran que el castillo de Corbanera, en Monte, es propiedad del Consistorio. El arquitecto Annibal Gónzalez de Riancho acaba de sacar a la luz los documentos que lo prueban y cuya enumeración ha trasladado a la alcaldesa de la ciudad, Gema Igual (PP), vía Registro.

El castillo de Corbanera, en Monte, es el más importante resto que queda en Santander de las fortificaciones hechas por la ciudad con motivo de la tercera Guerra Carlista. Actualmente el edificio, que fue declarado Bien de Interés Cultural en 2012, está en la lista roja de Hispania Nostra al estar colonizado por viviendas no solo en el exterior sino en el interior. Gobierno de Cantabria y expertos como Annibal González de Riancho y el desaparecido José Luis Casado Soto atribuyen la titularidad del inmueble al Ayuntamiento de Santander, pero este siempre se ha resistido a asumir su propiedad.

Si el pasado 3 de marzo, el portavoz del equipo de gobierno y concejal de Cultura, Javier Ceruti (Cs), afirmaba desconocer la situación jurídica de esta fortificación de 1874 al no constar “registro de la propiedad que demuestre quién es el propietario”, al arquitecto Annibal González de Riancho le ha bastado sumergirse en los legajos del propio Archivo Municipal, así como en el Archivo Histórico Provincial, para extraer una larga recopilación de actas plenarias, bandos municipales y documentos de todo tipo que demuestran que el Ayuntamiento es el propietario.

La propia existencia de un acta de un organismo oficial, firmada por sus titulares, es un documento fedatario de unos datos ante cualquier instancia ante la que se presente. “Sin duda, la propiedad del castillo de Corbanera es del Ayuntamiento de Santander” es la conclusión que ha extraído el arquitecto tras su investigación. González de Riancho, en este sentido, ha remitido sus hallazgos al propio Consistorio por medio del Registro, acompañados de una carta a la alcaldesa de la ciudad, Gema Igual (PP), poniendo en su conocimiento la situación.

La investigación desarrollada ha extraído documentos de los años 1874, 1879, 1881 y 1888, así como referencias numerosas en actas de plenos municipales. En todos ellos se reconoce de un modo u otro la titularidad de esta propiedad.

Sin embargo, el documento más claro es un bando municipal del 8 de marzo de 1881 en el cual el Ayuntamiento habla de la torre de La Albericia (ya desaparecida) y del Tambor de Corbanera (otro de sus nombres) como excepciones a un proceso de subasta de sus bienes, una vez concluido un plazo para que los expropiados reclamen y paguen por recuperar sus terrenos.

“Los terrenos que dentro del plazo señalado no hubieren sido reclamados y pagados al Excmo. Ayuntamiento, serán vendidos en remate público y al mejor postor a los 15 días de concluirse el plazo prefijado, quedando esceptuados (sic) de esta enagenación (sic) y remate los perímetros que ocupan la torre de la Albericia y el Tambor ó batería de Corbanera”, concluye el bando municipal. Una consecuencia de esta confirmación de la titularidad es que el Ayuntamiento será ahora quien tenga que velar por el mantenimiento de la propiedad, así como por la ordenación de la zona.

El castillo fue encargado por el Ministerio de la Guerra ante el avance carlista hacia Santander pero lo construyó y sufragó por entero la ciudad liberal. Tres millones de reales se destinaron a fortificar los accesos a Santander con una línea de muros y fosos y una serie de fortines como los de Corbanera o La Albericia. En las actas municipales se hace constar cómo el Ayuntamiento expropió a su costa, contrató a obreros y restituyó las expropiaciones una vez concluido el conflicto bélico.

Carta a la alcaldesa

En su misiva a la alcaldesa, González de Riancho comparte con ella su conclusión: “El castillo de Corbanera es fruto de las expropiaciones y construcción posterior de la Línea de Fortificación de la ciudad, realizadas ambas por el Ayuntamiento de esta ciudad”.

Asimismo le insta a proceder a la rehabilitación del inmueble, trabajo para el que se ofrece como profesional con bagaje en trabajos de recuperación patrimonial, apelando también a llegar a acuerdos con las propietarios aledaños a la hora de acometer posibles expropiaciones que pudieran llevarse a cabo -“de la forma más humana y dialogante posible”-, ya que la responsabilidad última de que haya viviendas aledañas a un BIC, incluso en su interior, es del Ayuntamiento por no haber actuado durante décadas.

“No hay que olvidar que la situación actual es producto de la dejación de funciones y abandono del Ayuntamiento de sus propiedades durante muchos años”, ha comentado en este sentido el arquitecto.

Annibal González de Riancho fue el promotor de la declaración del fortín como Bien de Interés Cultural (BIC) allá por 2012, amparándose en un decreto de 1949 sobre Protección de Castillos españoles. Asimismo, tiene experiencia en proyectar rehabilitaciones patrimoniales, tanto fuera como dentro de Cantabria.

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