La consejera de Sanidad del Gobierno de Cantabria, María Luisa Real, ha informado este jueves que el Servicio Cántabro de Salud va a proceder a contratar un estudio y análisis, por un precio de 60.379 euros y un plazo de dos meses, para comprobar que las obras del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla se han ejecutado conforme al proyecto aprobado previamente por la Administración autonómica.
Según ha informado el Ejecutivo en un escueto comunicado, el objetivo es realizar un estudio comparativo de los aspectos funcionales, técnicos y económicos entre el proyecto aprobado y las obras ejecutadas, tras constatar la “falta de un control riguroso” de las obras de la tercera fase durante su ejecución.
A este respecto, el Gobierno bipartito ha señalado que el concurso convocado por la anterior gerencia del hospital para realizar el seguimiento de los trabajos llevados a cabo por la UTE Ferrovial-Siec quedó desestimado.
El contrato de la discordia
El contrato de colaboración público-privada del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla acaparó buena parte del debate político y de la agenda mediática durante los cuatro años de la anterior legislatura gobernada por el PP y aun lo sigue haciendo con el actual Ejecutivo PRC-PSOE.
Desde las filas populares siempre han defendido este modelo como el mejor para finalizar las obras centro hospitalario mientras que regionalistas, socialistas y Podemos advierten que supone una losa para la Administración pública: 40 millones de euros anuales durante los próximos 20 años, además de suponer un “primer paso” para la privatización de los servicios sanitarios, según denuncian.
Las obras de la tercera fase, las que va a investigar el bipartito, concluyeron en mayo aunque el edificio aun carece de licencia de apertura debido a que el anterior responsable del centro sanitario, César Pascual, no encargó la redacción del plan de autoprotección, un documento necesario para que los técnicos del Ayuntamiento de Santander den su visto bueno.