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ENTREVISTA Ana Gómez, portavoz de la Asociación de Vecinos de Pombo, Cañadío y el Ensanche

“Parece que a ciertos políticos les gustaría que esto fuera un Magaluf o un Port Aventura del copeteo”

Ana Gómez sabe desde que se fue a vivir al centro de Santander lo que es la zona de vinos, aunque no viviera precisamente en primera línea. Entonces, hace más de 20 años, cuando ejercía la docencia, debía encerrarse en el cuarto de baño de su vivienda y ponerse tapones para corregir exámenes. Fue entonces cuando entró como socia de la Asociación de Vecinos de Pombo, Cañadío y el Ensanche. Era el cambio de siglo, pero la situación no ha cambiado hoy y, si lo ha hecho, ha sido a peor, asegura. La situación se ha recrudecido desde hace una década. En 2013, los vecinos, según relata, seguían hartos de los ruidos y de la ocupación de las calles y empezaron a firmar a cientos escritos de queja al Ayuntamiento. Eso animó a retomar el trabajo al frente de la asociación, cambió la directiva y Ana Gómez entró como vicepresidenta y portavoz. El presidente actualmente es Ricardo Alea y el secretario de la asociación, Alfredo Shallcrass. Trabajo no les va a faltar. Los ruidos y la ocupación del espacio público por las terrazas hosteleras son actualmente sus objetivos a derribar.

¿Varias décadas después de que la asociación se convirtiera en un referente de la lucha contra los ruidos y molestias de la zona de vinos sigue siendo necesaria?

Sigue siendo más necesaria que el primer día. Sigue siendo desesperadamente necesaria.

¿Por qué?

Cada alcalde y cada gobierno municipal que se ha sucedido ha intensificado las molestias. Los vecinos no importamos nada. Somos residentes y somos contribuyentes, y somos votantes por tanto, pero no les importa nada. A nuestra zona la llaman zona de ocio, pero zona de ocio es, por ejemplo, Port Aventura o un recinto ferial. Nuestra zona, desde la Porticada hasta Casimiro Sainz y desde Santa Lucía al Paseo de Pereda, es zona residencial y zona de negocios.

¿Cómo les afecta ser una zona de ocio?

Hay mucha gente que tiene que trabajar al día siguiente y no puede dormir. Tenemos gente que está en tratamiento psicológico y que tiene que tomar pastillas para dormir. Hay trabajadores que se tienen que levantar a las seis de la mañana y no pueden dormir hasta las cuatro. ¿Estoy exagerando? No, es que nos lo han contado. Es un deterioro de la calidad de vida, cada vez mayor con cada gobierno municipal.

¿Por qué empeora con cada gobierno?

Todo se hace ya en la zona de ocio. Cada vez que se organiza una fiesta, la del queso, la del Rioja y de la Sidra... la hacen aquí. Nosotros no tenemos fiestas como comunidad de vecinos, pero el Ayuntamiento decide que todo se hace aquí. Y cuando decía antes que los vecinos no importamos nada es porque aquí solo importan los hosteleros. Lo que nosotros pedimos se desatiende. Esa es nuestra experiencia de muchos años.

¿Quiere decir que el Ayuntamiento, en la tesitura de tener que elegir, trata mejor a los hosteleros que a los vecinos?

Siempre. Cuando reclamamos nuestros derechos nunca se nos atiende y todo lo que piden los hosteleros, se les concede. Es más, nos están invadiendo el espacio público por encima de lo que tenían concedido [por las terrazas], no pagan ninguna tasa desde 2020... pero a mí no me han quitado ningún impuestos. Y es el colmo porque somos los paganos de una situación que nos merma espacio público para circular libremente.

¿Considera que la ocupación de aceras y calzadas debiera revertir a la situación prepandemia, independientemente de que se hayan ampliado licencias?

Hemos hecho un estudio comparativo de todas las ordenanzas de España. Aquí hay una ordenanza vigente y queremos que se actualice, por supuesto, pero es que ni siquiera se cumple la vigente porque hay un límite de metros de acera -con menos de tres metros no puede haber terraza- y se pone de todo: barriles, mesas...; tienen que retirarse las repisas en las fachadas porque la sentencia del Tribunal Supremo obliga a incorporar la nueva normativa a las ordenanzas. Santander está en la ilegalidad desde hace tres años, por tanto, porque no ha incluido los cambios normativos y además no está cumpliendo la ordenanza.

¿Qué cabe hacer ante todo esto?

Antes de esta situación pedimos una reunión con Gema Igual [alcaldesa, PP]. Tardó seis meses en recibirnos, pero nos recibió. Estaba también el concejal Pedro Nalda [Protección] y la concejala Carmen Ruiz [Barrios]. Le presentamos un documento muy extenso de lo que pasaba y la alcaldesa nos dijo que nosotros, como asociación, no estábamos para decir los problemas que teníamos, sino que estábamos para llevar a nuestros representados el mensaje de que el Ayuntamiento lo estaba haciendo bien.

La alcaldesa nos dijo que nosotros, como asociación, no estábamos para decir los problemas que teníamos, sino que estábamos para llevar a nuestros representados el mensaje de que el Ayuntamiento lo estaba haciendo bien.

¿Eso se lo dijo la alcaldesa?

Sí, me lo dijo ella. Luego nos dijo: 'Siempre estáis presentando documentos en el Registro y las cosas son mejores de palabra, por teléfono y por correo. Yo le dije que la relación de una Administración con el administrado toda la vida ha sido mediante documentos con su sello. 'Pues a mí no me gusta y me parece mal', nos dijo. 'Tanto documento en el Registro me molesta. Tenéis que hacer como otras asociaciones, que van a sus asociados y les dicen lo bien que lo hace el Ayuntamiento'.

Entonces, no solo no atendieron sus requerimientos sino que les conminaron a convertirse en correa de transmisión de la propaganda municipal.

Por eso somos molestos. Hace semana y media hemos solicitado una entrevista con el concejal César Díaz [Fomento y Movilidad] para hablar del mapa de ruidos, y dos reuniones con el concejal Nalda para hablar de las terrazas, del espacio público y de la Policía.

¿La Policía?

La Policía de Barrio es otra de nuestras reivindicaciones.

Si hubiera que hacer un ránking de sus reivindicaciones, ¿qué sería lo más preocupante?

El nivel de ruido y el espacio invadido.

¿Tienen mediciones de ruido propias?

Las hay propias, sí, un exceso de decibelios descomunal. Estoy hablando de la noche y de una zona como la nuestra en la que hay residencia de mayores y un centro de día. Lo que las ordenanzas de muchas ciudades tienen es que el horario de la terraza nunca coincide con la del local. En la mayoría de ciudades cierran a las 11 o a las 12 y una hora más los tres meses de verano. Nos parece perfecto lo de las 11 porque en invierno no sabemos qué objetivo puede tener abrir hasta más tarde.

¿La ocupación del espacio es solo responsabilidad del hostelero?

El otro día la alcaldesa dijo que el uso de la terraza es responsabilidad del cliente, pero alguna responsabilidad habrá de tener el propietario, digo yo. Tiene que tener un espacio delimitado, que se acote con marcas en el suelo las medidas de la terraza... Y, por supuesto, el propietario ha de estar vigilando. Porque, si no, estamos ante un botellón legal.

En otras ciudades hay cargos públicos dedicados especialmente a la atención al vecino...

Aquí hace tres años se aprobó por unanimidad el cargo de Defensor del Vecino, pero nunca se puso en marcha.

¿Es usted de los que se va de su casa durante la Semana Grande?

Yo me he ido. Pero pasa algo más: se deprecian muchísimo el precio de la vivienda y del alquiler. Nosotros conocemos casos de inquilinos que, una vez que firmaron, le pidieron al casero que le bajaran la cuota o se iban, porque no podían dormir bien. Tenemos asociados que nos dicen 'Si a mí me interesara vender el piso, tengo un problema porque no me lo va a comprar nadie'. A veces pienso que quieren depreciar toda la zona para hacer un Magaluf gigante o un Port Aventura del copeteo. Parece que a ciertos políticos les gusta eso, que todos se vayan y los viejos se mueran para que los pisos sean turísticos y los bajos terrazas. Entonces destruirán la ciudad.

¿Qué me dice de la limpieza de la ciudad?

Nuestras aceras son un cenicero gigante y hay vidrios de copas rotas por todas partes. Si se acaban las discotecas en la zona se acaban los after-hours porque todo se acumula en nuestra zona. El problema es que el alcalde, hace unos años [por Íñigo de la Serna, PP], anuló las distancias. Había en origen 50 metros de distancia entre locales de hostelería. Luego se redujo a 25 y luego a nada. En algunas ciudades se ha declarado el centro como zona acústica saturada y no puede haber más locales, porque lo primero es el vecino. Se llevan fuera las discotecas, se reducen poco a poco los locales de hostelería. La hostelería de Santander es básicamente hostelería de noche.

Habla como si usted pagara impuestos para que le hagan la vida imposible.

Sí, totalmente.

Cuando le preguntaba por la limpieza de la ciudad me refería más bien a una valoración del cambio de concesionario en la recogida de residuos y limpieza viaria.

Hay matices. Se ve a los operarios y se ve que barren. Ahora bien, los contenedores siguen siendo los mismos, que son impresentables. Están cochambrosos, llenos de mugre por dentro y por fuera, rotos, muchos sin tapa. Además, no tenemos contenedor marrón de compostaje y leo que la consejería correspondiente lo está promocionando en algunos municipios, pero en Santander no.

¿Es toda responsabilidad del concesionario?

Que las calles estén sucias depende de muchos factores. Para empezar, el tipo de pavimento que se decide poner. Siempre es esa loseta de granito que absorbe todo y a las dos semanas está absolutamente negra. Están mal ajustadas y la gente tropieza. Desde hace bastante tiempo hay demanda de que se ponga asfalto también en las aceras. Es más barato a la larga, representa una seguridad para la gente mayor, porque evita tropiezos y salpicaduras y drena mejor. Los Corrales de Buelna ha decidido poner las nuevas aceras de asfalto.

Sí, los Corrales decidió aplicar asfalto fundido en las nuevas aceras.

Hay señoras que nos dicen que, cuando no hay ciclistas, prefieren ir por el carril-bici porque el pavimento de loseta hace que se le resienta la rodilla. Cuando camino por un carril-bici hay una diferencia abismal. El cansancio es mucho menor si se camina por asfalto que por loseta de granito. Yo lo que demando a un gobernante municipal, y me da igual si es un marciano, es que tenga ambición, capacidad de lucha, que esté puesto al día y que contrate a gente experta.