Sin representantes del equipo de gobierno municipal de Santander ni de los partidos PP, PRC y Vox, en una mañana soleada pero fría, 300 personas se han concentrado este miércoles en el Parque Mendicouague de Santander para recordar a las 69 víctimas mortales del bombardeo por la Legión Cóndor al Barrio Obrero del Rey, en Santander, el 27 de diciembre de 1936.
La convocatoria ha sido realizada por la Plataforma Memoria y Democracia, surgida hace escasos meses para impedir la derogación, anunciada en el Parlamento de Cantabria por PP y Vox, de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de la comunidad autónoma. El acto ha consistido en una representación simbólica de las víctimas asesinadas y una protesta por la inexistencia de ningún recuerdo a ellas en la capital de Cantabria, pese a las peticiones hechas por particulares y colectivos memorialistas.
El Parque Mendicouague acoge en la actualidad bajo su césped un párking subterráneo. pero hace casi 90 años era el lugar en el que se erigía una fábrica de curtidos en la que se refugiaron multitud de personas que huían del bombardeo de la Legión Cóndor alemana. Atrapadas en el recinto y en sus aledaños, los aeroplanos dejaron un reguero de 69 muertos por la ciudad, decenas de heridos y destrozos en viviendas por doquier.
Horas después, se tomaron represalias contra los presos retenidos en el barco 'Alfonso Pérez', anclado en la bahía, una acción que se cobró otras 157 vidas. Estos muertos sí tienen reflejo en el callejero de Santander, que lleva 16 años sin cumplir la ley que obliga a erradicar símbolos del franquismo de la vía pública.
El ajuste de cuentas no fue solo espontáneo. Tribunales populares ejecutaron a prisioneros del barco-prisión, toda vez que había instrucciones en tal sentido ante cualquier bombardeo que supusiera un número elevado de víctimas.
Al mediodía, una serie de voluntarios han formado junto a unas lápidas de cartón que llevaban los nombres de las víctimas mortales del bombardeo, junto con su edad, si es conocida. Unos, vestidos de negro, se han recostado sobre la hierba simulando ser las víctimas, y otros, de blanco, han permanecido en pie, en una reparación simbólica ante la negativa del Ayuntamiento de Santander de instalar una placa-monolito en recuerdo de los hechos, han denunciado.
La performance, arropada por una pancarta con la leyenda 'Sin memoria no hay futuro' y una bandera republicana, ha concluido con aplausos y ha dado paso a la lectura de un manifiesto por parte Jorge Suárez, de la Asociación Héroes de la República. José Luis Pajares, del Colectivo Memoria de Laredo, ha procedido a leer los nombres de los muertos, junto con su edad al ser asesinados:
- Carmen Caballero.
- Rosa Campos, 18.
- Apolinar Cordero.
- Pedro Durán.
- Manuela Echevarrieta.
- Eugenio Escribano...
“No pararemos hasta que sus nombres sean recordados en la historia de Cantabria, porque son nuestra gente, porque son nuestra historia. Somos los que fueron”, ha dicho Suárez a los congregados en el parque. En el manifiesto se ha recordado “los votos en contra de PP y Vox, así como la abstención del PRC” a la hora de denegar en el Ayuntamiento de Santander la propuesta de un reconocimiento público en forma de placa o monolito a las víctimas de bombardeo.
- Jesús Fernández, 16.
- Andrés Fernández, 7.
- David García.
- Lucio Gómez.
- Manuela Macías.
- Ángel Palacios...
“Las bombas no cayeron en El Sardinero ni en Reina Victoria, sino en los barrios de la gente común. Con eso se demuestra de qué bando estaban los fascistas. Como ahora en Palestina, se asesina a la sociedad civil y a los más vulnerables”, han sido las palabras leídas por Jorge Suárez durante el homenaje.
Los congregados han clamado por la “dignidad” de las víctimas de la tragedia del 27 de diciembre de 1936 y han recordado que el “miedo al furor del cielo se adueñó de la población aquellos días”. El silencio de décadas después solo ha sido roto recientemente cuando supervivientes de la tragedia, algunos presentes en el Parque Mendicouague, han recordado lo ocurrido y sus allegados han reclamado la justicia del recuerdo y el desagravio. El acto, que ha tenido momentos de gran emotividad, ha concluido con un aplauso tras la última retahíla de nombres extraídos este miércoles del olvido:
- Luis Puerto.
- Vicente Ruiz, 17.
- Ángel Sainz, 18.
- Felipe Salvador.
- Pablo Sebastián.
- Ramón Toca, 4.
- María Carmen Varela, 16 meses...