La portada de mañana
Acceder
Mazón intenta reescribir su agenda de las horas clave del día de la DANA
Casa por casa con Cruz Roja: “Trabajé en dos tsunamis en Filipinas y esto es parecido”
Que la próxima tragedia no nos pille con un gobierno del PP. Opina Isaac Rosa

Playas artificiales en el Barrio Pesquero, granjas en Cueto y huertos junto a la ría de Raos: el modelo de ciudad de Santander para 2055

Santander entra en la recta final de la legislatura sin tener un avance de Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), pero sí un bosquejo de lo que puede ser la capital cántabra en 2055. El modelo de ciudad titulado 'Santander, hábitat futuro', presentado esta misma semana por el concejal de Urbanismo, Javier Ceruti (Cs), no obstante, ha nacido con financiación pública suficiente -medio millón de euros-, pero una esperanza de vida breve si el PP, socio mayoritario en el equipo de gobierno municipal, no asume los planes de la Concejalía dependiente de Ciudadanos.

Esta semana, el también portavoz de la formación naranja en el Consistorio, Javier Ceruti, presentó 'Santander, hábitat futuro', el documento que servirá de guion (elaborado por  la UTE Landlab-Paisaje Transversal) al futuro PGOU. Dos años de pandemia, los ritmos procedimentales de la administración y el enfoque político de la Concejalía a la hora de primar largos procesos suplementarios de participación ciudadana han sido los principales factores que han hecho que la legislatura, si no en blanco, sí al menos haya pasado con un ritmo tan ralentizado que solo ha producido el citado modelo de ciudad.

A ello ha contribuido un socio de gobierno silencioso, el Partido Popular, que no expresa ningún apoyo o se opone abiertamente como con la convocatoria de un concurso de ideas para redactar el Plan Especial de las Estaciones que tendrá que llevarse a cabo sin el soporte municipal. Las expectativas, por lo tanto, de que el Partido Popular tome como propio 'Santander, hábitat futuro' en un hipotético futuro gobierno 2023-2027 son prácticamente nulas. Con dos meses de participación pública por delante, el modelo de ciudad ahora mismo, y sin apoyo del PP, es prácticamente papel mojado.

No solo es el Partido Popular el que ha recibido con tibieza el bosquejo de futuro hecho por los urbanistas. PRC y Unidas por Santander guardan silencio, Vox se ha mostrado en contra y el PSOE, partiendo de la necesidad de mantener una línea de futuro similar, ha criticado que políticamente Ciudadanos cuestione el planteamiento urbanístico de su socio y al tiempo lo sostenga en la Alcaldía. Para los socialistas, en consecuencia, el modelo de ciudad que ha presentado Ceruti no tiene futuro mientras el PP siga gobernando... gracias, entre otras cuestiones, al apoyo del partido de Ceruti.

Pero, ¿qué propone 'Santander, hábitat futuro'? El avance del nuevo modelo de ciudad se ha presentado esta semana por parte de los responsables técnicos y políticos. Aunque se haya anunciado como un avance de Plan General, carece de los cálculos que enmarcan todo Plan, sobre todo la previsión de población y la expectativa de recursos con que mantener la ciudad en un horizonte de 30 años. Dichos estudios tendrá que acometerlos el equipo redactor del PGOU, con un horizonte que puede llevar una década de trabajo, como ya ocurriera con el malogrado plan de 2012, que la Justicia anuló precisamente porque no calculó bien cómo se atendería una población de 250.000 habitantes, que era lo que preveía entonces.

'Santander, hábitat futuro' es una declaración de intenciones, una serie de líneas de actuación a desarrollar con una imagen idealizada de la ciudad en el horizonte de mediados de siglo. En ese marco, se propone una ciudad con un urbanismo regenerador, que conecte y dote todo los espacios y barrios para que cualquier vecino tenga a menos de 15 minutos los servicios básicos que necesite.

Medioambientalmente sostenible, se propone también que el Santander del futuro reaproveche y potencie sus propios recursos, desde el uso del agua hasta la recuperación de la explotación agropecuaria al norte del municipio. Un anillo verde con el Parque de las Llamas ampliado o la unificación de las Estaciones y el Parque de La Remonta como espina dorsal, vertebraría toda la ciudad en un gigantesco círculo que recuperaría la ría y canal de Raos, y convertiría la prolongación del Pctcan y el espacio colindante con el municipio de Camargo en un “laboratorio de sostenibilidad”.

Devolver el campo a la ciudad

“Los nuevos ciudadanos desean una vida urbana distinta en donde se eviten los problemas de tráfico, el aburrimiento de los barrios dormitorio y la falta de conexión con el entorno natural, en este caso marítimo. Después de un periodo de huida del centro de las ciudades hacia el campo, muchos ciudadanos han comenzado a echar de menos las ventajas de tener cerca todos los servicios que necesitan. Si no es la Arcadia, se le parecerá mucho”.

Esta visión del modelo de ciudad, que entraña un grado de ruralización sobre todo de la “campiña” de los pueblos del municipio, se traduce en una serie de apuestas sobre debates de actualidad. ¿Qué hacer con el frente marítimo y hasta dónde prolongar su uso ciudadano? ¿Cómo recuperar el espacio que se gane con la unificación ferroviaria? ¿Cómo se recuperará el barrio de Castilla-Hermida?

El modelo aboga por alcanzar acuerdos interinstitucionales, algo que despacha como si fuera lo normal en Santander, pero la actualidad revela cómo la posibilidad de llegar a acuerdos con entes como la Autoridad Portuaria no es tan fácil. Este es el caso de la cesión de uso de suelo en La Marga para aparcamientos disuasorios.

Sin embargo, el modelo plantea ir incorporando todo el muelle de Maliaño, actualmente de uso comercial y en obras para reubicar el atraque de cruceros y ferries, como de uso ciudadano-cultural; primero abriendo 'islas' de acceso público y luego conectándolas entre sí hasta generar una franja de nueve kilómetros de longitud entre La Magdalena y el Barrio Pesquero en la que se instalarían dotaciones, habilitándose espacios de recreo y ocio como playas (la dársena de Maliaño es representada como un 'resort' de ocio en toda regla).

El documento apuesta “por incorporar primero 'islas habitables' en el puerto y muelles, para activar su uso y, una vez que se hayan consolidado esos usos y llegado a los acuerdos necesarios para su desarrollo, acometer su metamorfosis física. Pero tampoco parece adecuado, hoy en día, mantener infrautilizados espacios con esta potencialidad y beneficios para la ciudadanía a la espera de acuerdos definitivos. Se trata de comenzar con la transformación del espacio público, al menos mediante gradas y soportes apropiables, seguros y confortables para la ciudadanía”.

Tampoco parece adecuado, hoy en día, mantener infrautilizados espacios a la espera de acuerdos definitivos

Habilitar playas de hormigón en el Barrio Pesquero es una de las propuestas más sorprendentes, algo que se justifica como compensación por la paulatina desaparición de las playas existentes como consecuencia del cambio climático: “En efecto, en 2055 es más que probable que una buena parte de la superficie de playa seca de la ciudad haya desaparecido y que los temporales marítimos sean cada vez más frecuentes afectando a los espacios públicos en continuidad con estas. En este contexto, las playas perderán capacidad de uso y deberán ser otros espacios públicos de la ciudad los que proporcionen sus condiciones de confort y uso”, se recoge en este documento que explica el modelo de ciudad. 

Nada baladí es el problema de solucionar el tránsito entre el cemento y hormigón de Castilla-Hermida y esta franja de esparcimiento se plantea una minoración del tráfico convirtiendo sus calles en paseos o en viales de uso local. Ello conllevaría decisiones importantes sobre el gran flujo del tráfico de acceso y salida de Santander que, dada su configuración como península con fondo de saco ha de producirse por una única franja: la occidental (S-10, S-20, S-30). Desviar o soterrar.

Parque filtrante

La solución definitiva para el tráfico quedará mediatizada por el uso que se dé a los miles de metros cuadrados que la ciudad gane una vez que ADIF reunifique las vías ferroviarias y las estaciones. El equipo redactor del modelo de ciudad propone la conexión de la cresta de la calle Alta con los terrenos ganados al mar y construir un parque filtrante que retome y canalice el agua de escorrentía.

No queda muy claro la fórmula para unificar las estaciones, ya que por un lado da cuenta de los planes del gestor de infraestructuras ferroviarias para cubrir la nueva playa de vías con un 'cajón de hormigón'. Da por descontado que las vías desaparecen de la vista y define como necesidad que el área liberada albergue un “parque filtrante”.

“Se incluye el cubrimiento de las vías de ambos anchos mediante una losa, favoreciendo aspectos tanto urbanos como ferroviarios -recoge el modelo-. A nivel ferroviario se crea un recinto protegido que alberga trenes y viajeros, permitiendo entrada de luz y ventilación natural al recinto de andenes; a nivel superior permitiría conexiones de andenes con el nivel superior de calle”.

Se incluye el cubrimiento de las vías de ambos anchos mediante una losa, favoreciendo aspectos tanto urbanos como ferroviarios

La unificación ferroviaria dará “continuidad ecológica y peatonal” a esta parte de la ciudad y generará “un nuevo parque filtrante, la accesibilidad y conectividad transversal entre barrios y la reactivación económica y social. La ciudad debe ser capaz de abastecerse con el agua que tiene a su alcance dentro de su misma cuenca hídrica, retornándola al medio en alineación a los objetivos de la Directiva Marco del Agua. Es decir, se trata de reducir las externalizaciones al medio natural a nulas o casi nulas. Uno de los factores que ayudará a ese objetivo es el control del agua de escorrentía, su tratamiento y devolución al acuífero”. De ahí el nombre de “filtrante” que se da a ese parque. 

Al hilo de la creación de este eje central, los redactores proponen regenerar urbanísticamente áreas como Peñacastillo y Cajo, renaturalizar los márgenes de la ría de Raos y su canal de desagüe en la bahía, así como recuperar el espacio de marismas que ha sido rellenado en el pasado. Su uso futuro estará relacionado también con el ocio, sobre todo deportivo, y la ubicación de huertas, trasladando la actividad económica del Polígono de Raos.

“Efectivamente el polígono de Raos se encuentra en un aceptable estado de actividad económica. Sin embargo hemos de reconocer que su posición geográfica es inigualable. Lo deseable es que en el futuro, las actividades comerciales e industriales del polígono se desplacen a nuevos emplazamientos y que estas naves, al igual que otras muchas ciudades del mundo (Londres, Nueva York, Ámsterdam, etc.) han remodelado las instalaciones industriales de sus espacios portuarios próximos a los muelles para ser ocupados por espacios deportivos, y/o culturales”, se indica.

Una de las propuestas más sorprendentes del documento es la recuperación del uso agropecuario del norte del municipio así como desistir de la ampliación del Parque Tecnológico para cerrar en ese espacio limítrofe el arco verde de la capital.

“La Vaguada de las Llamas constituye un gran eje central del municipio: reparte la ciudad en dos grandes sectores, al norte y al sur de la misma. Podría ser el gran eje central de la ciudad del siglo XXI, la gran arteria urbana y el espacio verde que marcara la ciudad de Oeste a Este y que integrara, en la periferia occidental del municipio, un arco que permitiera el enlace del parque litoral [Cueto, Monte y San Román] con Peñacastillo y La Remonta, que opere como un punto o eje de apoyo para las áreas verdes de la periferia metropolitana, que facilite integrar, en este sistema, el frente marítimo de la ciudad y el nuevo espacio urbano que surja de las áreas ferroviarias”, se razona en el documento.