La vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, Eva Díaz Tezanos (PSOE), ha ofrecido este viernes una rueda de prensa acompañada por la consejera de Sanidad, María Luisa Real; el gerente del Servicio Cántabro de Salud, Julián Pérez, y el director de Valdecilla, Julio Pascual, en la que ha informado sobre las conclusiones y los resultados de la auditoría realizada entre el proyecto aprobado y la obra realmente ejecutada en las obras de la finalización del hospital.
Esta auditoría fue encargada por el actual Gobierno de Cantabria, en este caso por el Servicio Cántabro de Salud a las empresas recursos de obras montajes y asistencias, a la empresa Roma, y a Eurocontrol S.A. que son empresas de ámbito técnico con experiencia importante en el control y supervisión de obras de construcción e ingeniería.
Con ello, el Gobierno que quería conocer realmente el estado del edificio, las instalaciones y el equipamiento. “El informe que tenemos se ha basado fundamentalmente en el análisis de la documentación disponible sobre todo el proceso constitutivo así como también la verificación in situ por parte de los diferentes técnicos especializados”, ha explicado la vicepresidenta, “tratando de esa manera de cotejar el proyecto de ejecución aprobado en abril del año 2014 y los cambios aprobados entre las partes con la obra que finalmente se ejecutó”.
Durante todo el proceso de la auditoría no se realizaron estudios ni ensayos destructivos aleatorios y se ha contado siempre con la presencia de algún responsable de la concesionaria.
Las irregularidades
La auditoría ha detectado irregularidades tanto en el procedimiento administrativo así como modificaciones entre la oferta presentada al concurso en marzo del año 2014 y el proyecto de ejecución final de abril de 2015. También han habido cambios detectados en el análisis del plan funcional que afectan negativamente a la operativa del hospital.
Otra de las irregularidades más importantes es que no se ha vertido el mortero en los suelos de la planta menos cuatro, lo cuál implica que esta planta es intransitable y cuando se considere completarla el coste económico va a ser mucho mayor.
Los cambios ejecutados se estima que le han supuesto un ahorro a la concesionaria de más de dos millones de euros. Aunque según la vicepresidenta, “es difícil en estos momentos realizar una valoración exacta de todas las deficiencias detectadas”, la auditoría sobre la tercera fase de las obras del Hospital Valdecilla ha detectado “numerosas deficiencias e incumplimientos” del contrato de ejecución, por lo que se abrirá a la empresa concesionaria un proceso de “imposición de penalidades”.
A preguntas de los periodistas sobre la posibilidad de que estas “irregularidades” permitan al Gobierno la resolución del contrato, Real ha explicado que en el contrato público-privado se prevé esa posibilidad si se dan un determinado número de penalidades o de cierta gravedad, con lo que ha dejado abierta esta posibilidad.
El informe
El informe aborda ocho apartados, empezando por el procedimiento administrativo, en el que se han detectado “irregularidades” y “carencias” en las funciones de calidad con fases de obra “sin control” exigidas en el contrato. Tampoco hay constancia de la contratación del seguro decenal obligatorio y las fichas de cambio no constan firmadas por el promotor, ni las actas de obra están firmadas.
El segundo apartado se refiere a las diferencias entre la oferta presentada al concurso y el proyecto de ejecución final. También se han detectado modificaciones que “pueden afectar a la funcionalidad y calidad del servicio”, como la eliminación de 122 cabeceros de cama, la no ejecución de una marquesina en el acceso a consultas de Valdecilla Sur o la existencia de partidas del proyecto por un millón de euros que han pasado al bloque de mobiliario.
Además, la vicepresidenta se ha referido, en tercer lugar, a la existencia de cambios que “perjudican claramente” al funcionamiento del hospital, como la eliminación de cuatro ascensores previstos, lo que supone el aumento de los tiempos de espera, y más aún cuando la empresa ofertó el aumento del número de ascensores como una mejora. Y con respecto a la iluminación se ha ampliado el alcance de las zonas de detección por presencia a zonas de consultas y zonas de trabajo, obligando al continuo movimiento de sus usuarios para que permanezcan las luces encendidas.
La auditoría también refleja el incumplimiento de la normativa sobre ventanas sin las barandillas adecuadas; puertas de emergencia y cortafuegos instaladas en sentido inverso al de evacuación o baños considerados accesibles que incumplen la legislación vigente, así como el incumplimiento de los requisitos en las denominadas “salas blancas” de farmacia.