El Parlamento de Cantabria ha sido testigo de otro apretón de manos entre la presidenta cántabra, María José Sáenz de Buruaga (PP), y el expresidente autonómico y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, esta vez para sellar el segundo pacto presupuestario de la legislatura entre populares y regionalistas, afianzando así la alianza estratégica que se inició hace más de un año con sendos acuerdos para facilitar la investidura y la aprobación de los primeros presupuestos.
Ahora, la buena sintonía entre ambos partidos es notoria, y tras una negociación exprés, con apenas dos reuniones en una semana entre diputados de una y otra formación, los regionalistas han accedido a prestar un segundo balón de oxígeno al Gobierno en minoría del PP, ofreciendo sus votos para que saque adelante sus segundas cuentas -las de 2025-, pese a los reconocidos incumplimientos de los acuerdos alcanzados en el primer pacto, que el propio Revilla ha justificado y ha restado importancia. “Es un primer año de Gobierno, hay que introducir un margen de compresión a la prontitud”, ha justificado el veterano líder del PRC.
En este sentido, Revilla se ha mostrado “comprensivo” con esos incumplimientos y ha señalado que su partido otorga “otro margen de confianza” al Ejecutivo de Buruaga, exigiéndole que esta vez “cumpla con lo que firme”. Así, para evaluar el seguimiento de los acuerdos, según ha anunciado, ambas formaciones han acordado crear una comisión integrada por ocho personas de cada partido, que se reunirá de manera trimestral, en marzo, junio y septiembre del próximo año.
Por su parte, la presidenta autonómica ha celebrado este último pacto. Y no es para menos, ya que gracias al PRC, su Ejecutivo se ha garantizado, al menos, la mitad de la legislatura. El partido de Revilla se ha convertido en su “socio preferente”, aunque los regionalistas rehuyan esta consideración y no se sientan cómodos con ese calificativo. Y es que, según ha expresado Buruaga, esta vez no han planteado negociaciones con otros grupos políticos, sino que, “por coherencia y dados los precedentes”, se ha dirigido directamente a los regionalistas.
El acuerdo en términos cuantitativos afecta al 1% del presupuesto, por lo que no supone ninguna renuncia, ni cesión, ni condiciona nuestro programa
Además, tal y como ha querido resaltar la presidenta autonómica, las exigencias del PRC son mínimas respecto a la cuantía total de las cuentas, que se aprobarán este jueves en Consejo de Gobierno y seguidamente se remitirán al Parlamento para su tramitación. “El acuerdo en términos cuantitativos afecta al 1% del presupuesto, por lo que no supone ninguna renuncia, ni cesión, ni condiciona nuestro programa”, ha resaltado.
Sin embargo, estas palabras no han sentado bien a Revilla, quien, tras la intervención de Buruaga -que ha sido posterior a la suya-, ha vuelto a tomar la palabra para hacer una aclaración al respecto. Y es que los condicionantes de los regionalistas se centran principalmente en 36 obras menores en diferentes municipios de Cantabria, que serán “el principal caballo de batalla”, y otras medidas relativas a combatir la despoblación o a apoyar a los ayuntamientos, que Buruaga ha defendido que ya estaban en su proyecto de ley y “en buena medida ya se cumplían”. Son en total ocho puntos valorados en 50 millones de un presupuesto total de más de 3.700 millones.
Pero para Revilla no es tanto la cuantía como lo que suponen esas obras a las que harán “un seguimiento escrupuloso”. “Son obras fundamentales, y dentro de un año toda Cantabria estará llena de palas y de maquinaria”, ha defendido, incidiendo en que “para el sector de la construcción supone un horizonte de mucho trabajo” y en que para “los núcleos despoblados son muy importantes”.
Además, Revilla se ha vuelto a referir a “la preocupación” en su partido de que el actual Ejecutivo pudiera echar atrás proyectos “emblemáticos” y que “están en el ADN” de su partido, como son La Pasiega, el Mupac o la protonterapia, extremo que no va a ocurrir dada la “receptividad” que encontraron en el PP a que nada se parase, a diferencia, según ha dicho, de lo que ocurrió entre 2011 y 2015, durante la mayoría absoluta del expresidente popular, Ignacio Diego.
“Nosotros nos diferenciamos del clima de crispación que se ve en el resto de España”, ha subrayado Revilla, expresando que en su formación “son partidarios de no poner más zancadillas de las precisas al partido que gobierna. ”No hay zancadilla mayor que impedir presupuesto“, ha afirmado. En este sentido, Buruaga ha elogiado el acuerdo al que han llegado PP y PRC que ofrece ”estabilidad“, y ha resaltado el aumento del 6% de las cuentas -hasta los 3.749 millones-. ”Es un documento serio, realista y prudente, pero también expansivo en la medida de lo posible en cuanto a inversiones“, ha manifestado.