La dimisión de la consejera de Economía y Hacienda de Cantabria, María Sánchez (PSOE) va a provocar una reorganización casi completa en el área socialista del Ejecutivo bipartito PRC-PSOE. La marcha imprevista de la actual responsable de las finanzas autonómicas, que a lo largo de los últimos meses ha tenido reiterados encontronazos públicos con el resto de compañeros del Consejo de Gobierno, se produce además tras ver rechazado su plan de bajada de impuestos como consecuencia de la situación generada por la guerra de Ucrania y cuando su posición al frente del departamento estaba muy cuestionada internamente.
La sustituta de María Sánchez en la Consejería de Economía y Hacienda será la también socialista Ana Belén Álvarez, que hasta ahora ejercía como consejera de Empleo y Políticas Sociales. Así, este cambio de responsabilidades supone a su vez que la actual directora general de Vivienda, Eugenia Gómez de Diego, sustituya a Álvarez y tome las riendas de su departamento, en una catarata de cambios que también afectó hace un mes a la Consejería de Sanidad, tras la marcha de Miguel Rodríguez y su relevo por Raúl Pesquera. Todas estas carteras están en manos del PSOE, que se ha visto obligado a renovar prácticamente por completo su organigrama en unas pocas semanas.
Esta dimisión, adelantada por El Diario Montañés, será definitiva en las próximas horas, cuando también se oficialice la catarata de cambios que provoca su marcha. El vicepresidente autonómico y secretario general del PSOE de Cantabria, Pablo Zuloaga, ha confirmado a través de sus redes sociales esta situación con un mensaje dirigido a la hasta ahora titular de Economía y Hacienda, a la que ha deseado “suerte” y ha agradecido “su compromiso en los momentos más complicados de la legislatura”.
La realidad es que Sánchez tenía un pie fuera del Gobierno de Cantabria desde hace meses. A lo largo de toda la legislatura se ha visto envuelta en diferentes polémicas, y desde el PRC habían pedido reiteradamente su cese de manera interna a Zuloaga, que hasta ahora había protegido a una persona que era de su confianza. Sin embargo, las críticas a su gestión no han llegado solo desde la oposición o sus socios del PRC en el bipartito, sino que incluso responsables de áreas socialistas habían apuntado sus ataques hacia la consejera de Economía y Hacienda.
Fondos europeos e impuestos
Así, cuando hace un mes presentó su dimisión el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, reconoció en una entrevista que había “discrepancias” importantes con su compañera de partido relacionadas con las distintas formas que ambos tienen de ver la sanidad. “Yo no veo la sanidad como un centro de gasto, la veo como una inversión en los ciudadanos y creo que la consejera lo ve de otra forma”, aseguró. Al respecto, defendió que “mantener la asistencia sanitaria de los cántabros con el nivel que tiene cuesta dinero y hay que invertir”.
En este sentido, llegó a explicar que comenzó a plantearse su marcha a raíz de la aprobación de los Presupuestos de Cantabria para 2022, en los que, a su juicio, se debería “haber tenido en consideración” con un departamento que todavía estaba gestionando una pandemia.
Sánchez también ha tenido duros enfrentamientos con sus compañeros en el Ejecutivo autonómico, algunos de los cuáles han trascendido a la opinión pública, en relación a la gestión de los fondos europeos y a la puesta en marcha de los proyectos que las distintas consejerías querían financiar con este dinero. Recordó públicamente las estrictas condiciones y los plazos que impone la Unión Europea para la recepción de estos fondos y cuestionó que proyectos como el del polígono industrial de La Pasiega o la Unidad de Protonterapia del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla pudieran acogerse a las ayudas de Bruselas, lo que provocó una reacción inmediata del PRC, que censuró estas palabras de la consejera.
Además, solo hace unos días, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, protagonizó un segundo desencuentro en público con la titular de Economía y Hacienda, y como ocurrió la primera vez, el objeto del rifirrafe fue la financiación de sus proyectos 'estrella', que finalmente han quedado fuera de los fondos europeos y ahora dependen de la voluntad del Estado para salir adelante. “La financiación por parte del Gobierno de España la negocia el presidente, no ella”, manifestó el dirigente regionalista tras una comparecencia de Sánchez en el Parlamento en el que puso en duda la fórmula elegida para pagar estas infraestructuras.
La gota que ha colmado el vaso, según reconocen fuentes internas de la Consejería de Economía y Hacienda, es el rechazo al plan de bajada de impuestos que había presentado en los últimos días María Sánchez como medida para frenar los efectos de la guerra de Ucrania y la crisis económica derivada del encarecimiento del precio de la energía, que no encaja con las pretensiones del resto de consejeros y que incluso ha conseguido la censura del Gobierno de España, llevando a su responsable a la decisión de abandonar la primera línea de la política.