Eva Díaz Tezanos mantiene intacto el pulso con la dirección de su partido. La exsecretaria general del PSOE ha movido a sus peones y los ha colocado en la casilla de salida, pero ni Salvador Blanco ni Rosa Inés García saldrán del tablero de juego hasta que Pablo Zuloaga y su equipo acepten sus condiciones: tener la potestad para nombrar a sus sustitutos y no ser expedientada. Si no es así, pedirá que la cesen de su cargo como vicepresidenta y consejera de Universidades, Investigación, Medio Ambiente y Política Social.
Los responsables de Sodercan y MARE, tal y como adelantó eldiario.es, han presentado este viernes su renuncia para no ser un “obstáculo” dentro del vía cruzciz socialista, pero su marcha no será efectiva mientras Eva Díaz Tezanos no dé luz verde. De este modo, aunque los dos tienen pie y medio fuera del Gobierno, por el momento seguirán en sus puestos. La estrategia de la vicepresidenta es utilizar sus ceses como moneda de cambio en la negociación que mantendrá la próxima semana con Zuloaga para analizar el nuevo escenario.
Las calculadas ruedas de prensa de ambos mandatarios, convocadas a la misma hora, bajo el mismo procedimiento -sin especificar el asunto- y con argumentos similares, han servido a Díaz Tezanos para volver a poner el contador a cero. Las dimisiones en diferido de Salvador Blanco y Rosa Inés García llegan sobre la bocina, el mismo día que expiraba el plazo para que la vicepresidenta diera una respuesta al ultimátum expresado por la secretaria de Política Institucional, Isabel Fernández, quien apuntó que su compañera de formación y número dos del Gobierno cántabro podría ser expulsada en caso de mantener su negativa a destituirlos, como había aprobado la Comisión Ejecutiva del PSOE hace un mes.
Así, los socialistas cántabros no han cerrado la crisis interna que está haciendo tambalear al Ejecutivo de coalición. La propia Díaz Tezanos ha rehusado este viernes aclarar ante los medios de comunicación en un acto celebrado en Castro Urdiales si aceptaba las dimisiones que le han presentado sobre su mesa. No obstante, un día antes ya había dejado claro que ella y solo ella será quien nombre los sustitutos.
“Si la dirección del partido pretende limitar o incluso suprimir el derecho que tengo y que me reconocen las leyes a nombrar y cesar a las personas de mi confianza, pues también lo entenderé como una falta de confianza. Y en este caso creo que el camino es el mismo que se ha hecho con el anterior consejero de Educación, que es proponer el cese al presidente de la comunidad autónoma”, manifestó Díaz Tezanos.
En caso de ser así, las cabezas de Salvador Blanco y Rosa Inés García serían un mal menor para el equipo de la exlíder del PSOE, que mantendría el poder institucional como vicepresidenta y el control de ambas empresas públicas con la mirada puesta en asaltar las próximas primarias socialistas para elegir al candidato o candidata a la presidencia del Gobierno de Cantabria en mayo de 2019.
Mano tendida al diálogo
Mientras tanto, la nueva dirección socialista surgida de las primarias ha decidido rebajar el tono y ya no habla de expedientes o expulsiones, sino que tiende la mano e invita a Díaz Tezanos a salir de esta encrucijada mediante “el diálogo y búsqueda de acuerdo”.
De hecho, insisten en que “la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE considera que solo en base al diálogo sosegado e interno se conseguirá poner fin a esta situación que se desea zanjar de manera interna, definitiva y a la mayor prontitud posible”, algo que esperan concretar en una próxima reunión con la vicepresidenta cuya fecha todavía no han fijado.
El secretario general y su equipo dan por cesados a Blanco y García, aunque esa dimisión 'en diferido' no sea efectiva aún, y no barajan siquiera la posibilidad de que sus renuncias puedan conllevar algún tipo de contraprestación a favor de Díaz Tezanos.
“Los ceses y nombramientos en el Gobierno de Cantabria y en las empresas públicas, de acuerdo al pacto de gobierno que firmó Eva Díaz Tezanos como secretaria general del PSOE de Cantabria, con el Partido Regionalista de Cantabria el 26 de junio de 2015, y que ha sido ratificado por Pablo Zuloaga el 19 de septiembre de 2017, son responsabilidad de los partidos firmantes”, han señalado en un comunicado.
Este criterio dista del defendido públicamente por la vicepresidenta, que recalcó incluso por carta que, en sus actuales cargos, la ley le otorga “capacidad y responsabilidad” para proponer al Consejo de Gobierno el “nombramiento y cese” de las personas que le acompañan en su cometido, anticipando la batalla que ahora se avecina.