La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

“A CastroVerde le ha dado un ataque de amnesia y su seña de identidad ha caído en el olvido”

Juantxu Bazán, uno de los fundadores del partido municipal CastroVerde (CV) de Castro Urdiales, analiza la situación política que vive el municipio tras la reciente decisión de esta formación de romper su pacto de gobierno con el PSOE, su socio al frente de este Ayuntamiento desde las elecciones municipales de 2015. Asimismo, se muestra crítico con la actuación en estos dos años de legislatura, tanto del hasta hace una semana equipo de gobierno, como del propio partido del que se dio de baja hace más de un mes.

Denuncia el “abandono del ideario verde, la marca de CV en sus inicios” y califica de “pésima noticia” la ruptura del acuerdo, ya que pone a Castro en un escenario de “incertidumbre, sin mayoría estable, de gobernabilidad incierta y de dudosa legitimidad democrática”.

“El gobierno del Ayuntamiento queda a merced del PRC, y lo siento mucho, pero no puedo desviar mi análisis de que hay un convenio urbanístico por medio que afecta a intereses personales del portavoz regionalista, Jesús Gutiérrez”, recalca Bazán, en referencia a la posible recalificación del terreno de la fábrica de Lolín, de la que el propio concejal es propietario.

¿Qué valoración le merece la decisión de CastroVerde de romper el pacto de Gobierno con el PSOE?la decisión de CastroVerde de romper el pacto de Gobierno con el PSOE

Romper un pacto es la consecuencia de un gobierno municipal que fracasa, por lo tanto, es una pésima noticia que nos coloca en un escenario de incertidumbre, sin mayoría estable, de gobernabilidad incierta, y de dudosa legitimidad democrática. Sé que lo que digo es muy fuerte, pero no se concibe que un alcalde y un equipo de gobierno alcancen el poder gracias a la suma de dos partidos, con un apoyo electoral del 45% (algo que a mí siempre me pareció insuficiente), y que siga adelante con un apoyo de solo el 30% del electorado, prescindiendo de los concejales del PSOE, el partido que fue considerado entonces por CastroVerde como “el mejor compañero de viaje”. ¿Y quién va a ser ahora el compañero de viaje de CastroVerde? Pues, paradojas de la vida, ahora resulta que quien tiene en sus manos la gobernabilidad del Ayuntamiento es Jesús Gutiérrez y el PRC que, con sus cuatro concejales, va a manejar el Ayuntamiento a su criterio.

Habla de fracaso del gobierno municipal. ¿Cuáles han sido los principales errores que a su juicio ha cometido el partido y el hasta ahora equipo de Gobierno, integrado por ambos grupos?

Fracaso de gobierno municipal y fracaso de los dos partidos que lo sostenían, CastroVerde y el PSOE local. Es difícil hacer un diagnóstico sin conocer toda la casuística, y sin saber cómo han sido las relaciones dentro del gobierno. Cuando se construye un pacto entre diferentes es previsible que haya discrepancias, por lo que un buen pacto debe contemplar un buen procedimiento para resolver conflictos, y es ahí donde los partidos, CV y PSOE, han sido ineficaces. CastroVerde, tras la ascensión al poder municipal, queda muy debilitado como partido, casi angustiado por las tareas de gobierno de un Ayuntamiento muy complicado, muy desorganizado, que tiene que afrontar problemas muy graves y de urgencia social.

Toda la energía de CastroVerde se traslada al Ayuntamiento con los cargos electos, y el partido queda inerme, sin capacidad para afrontar las tareas de partido, y sin capacidad para alimentar las tareas de gobierno. Y el PSOE local, gobernado por una gestora, tampoco ayuda a esas tareas de gobierno y, cuando ha habido discrepancias, en vez de sembrar paz ha alentado discordia. Todo esto en un contexto en el que las desavenencias se airean en los medios de comunicación, con lo que se transmite a la ciudadanía una imagen de descontrol y de desencuentro, de que no hay un equipo de gobierno. Lo que hay es un gobierno sin equipo, de yuxtaposición de concejalías, cada uno con su área de gestión, en la que no ha habido una auténtica cooperación entre el PSOE y CV. Y si no hay cooperación, ni liderazgo, ni mediación, al final surge la desconfianza, el enfrentamiento y la ruptura.

Ha hecho especial hincapié en su blog en los problemas urbanísticos, destacando el depósito de agua en el monte Cueto y la recalificación del terreno de la fábrica de Lolín. ¿Cuál cree que debería ser el procedimiento a seguir en ambos casos?en su blog

En las cuestiones urbanísticas, como en todas las que tengan relevancia, lo que se echa en falta es la participación ciudadana. Al equipo de gobierno le ha debido dar un ataque de amnesia y aquello que fue seña de identidad de CastroVerde, la participación ciudadana y el trabajo con los movimientos sociales, ha caído en el olvido.

La decisión de aprobar la construcción del depósito de aguas en el monte Cueto permite la consolidación de 600.000 metros cuadrados de suelos urbanizables en la zona de la Loma y Santullán de Castro Urdiales, que son resultado de la especulación urbanística que vivió nuestro municipio en la década del 2000. Esto se hace con la sana intención de solucionar el problema de abastecimiento de agua de los vecinos de una de las urbanizaciones pero se comete el error, desde mi punto de vista, de pretender solucionar un problema puntual trasladando el modelo de crecimiento urbanístico del pasado sin plantearse otro tipo de alternativas.

En cuanto a la decisión de aprobar la recalificación de la parcela de la fábrica de Lolín, en la que curiosamente es dueño el concejal Jesús Gutiérrez, portavoz del grupo municipal del PRC, es resultado de la convicción, para mí bastante retorcida, de que el Urbanismo es un negocio entre partes, el dueño y el Ayuntamiento. Tal y como reclamábamos cuando CastroVerde estaba en la oposición, es imprescindible abordar dos cuestiones de suma importancia: primero, abrir un proceso de participación ciudadana y elaborar un plan estratégico para definir el futuro que queremos con nuestro municipio, y segundo, proceder a la Revisión del Plan General. Tanto en un caso como en otro la reunión de expertos y ciudadanos debe ser la fuente de inspiración en la toma de decisiones.

Menciona a Jesús Gutiérrez y el convenio y recalificación de la fábrica de Lolín con la que ha sido muy beligerante. ¿Cree que CastroVerde apoyará esa recalificación?

El equipo de gobierno ya ha aprobado inicialmente el convenio urbanístico, y CastroVerde como partido no se va a oponer a lo que hayan decidido sus concejales. Peor aún, CastroVerde ha hecho suyo un discurso en que el traslado de la fábrica de Lolín, y la recalificación de la parcela para transformarla en un centro comercial se presenta como una oportunidad que favorece el interés general, porque quita a una fábrica del casco urbano y crea puestos de trabajo. En mi blog explico que esto es una falacia que es necesario desmontar. Hay que dejar claro cuál es la secuencia de este negocio, en la que, primero, el propietario Jesús Gutiérrez, acuerda con un grupo comercial la venta de la fábrica y su posterior traslado a un polígono industrial, pero que, para que el negocio sea viable y rentable, hay que recalificar el solar que deja la fábrica de 'industrial' a 'comercial'.

Aquí es donde viene la segunda parte, la de formalizar un convenio urbanístico en el que el Ayuntamiento se compromete a modificar el Plan General. Vamos a ver, esto es un negocio para revalorizar un suelo, y a esto lo hemos llamado siempre 'especulación urbanística', por lo tanto, ¿qué tiene que ver esto con el interés general? Si lo que se pretende es mantener los puestos de trabajo, que dejen la fábrica donde está. Si lo que se pretende es quitar las fábricas del casco urbano, de acuerdo, vamos a hacerlo, pero con todas, no solo con la de Lolín, a través de la revisión del Plan General y con una propuesta de regeneración de la zona de Brazomar.

Por otro lado, el hecho de que yo haya denunciado que la fábrica se apropió de suelo público, y que se hayan metido aprovechamientos urbanísticos por encima de lo que permite el Plan General, o la más que discutible posición en la que una de las partes sea dueño de la fábrica y al mismo tiempo concejal del Ayuntamiento, no parece que haya provocado ninguna reflexión ni en CastroVerde ni en el equipo de gobierno.

¿Es conocedor de más casos, tanto en las bases del partido como entre sus votantes, de descontento y decepción por las políticas llevadas a cabo por CastroVerde y su forma de gobernar?

Hay que decir que entrar a gobernar un Ayuntamiento como el de Castro es tremendamente difícil, y lo más probable es equivocarse teniendo en cuenta que arrastramos unos déficits de recursos y de servicios y unas carencias organizativas que hacen que sea complicado. Han sido muy llamativos casos como el de la OCA (Ordenanza Reguladora de Aparcamiento) en el que 16 trabajadores tuvieron que irse a la calle por no renovar el contrato a tiempo, o el de varias trabajadoras de la Residencia Municipal a las que se retuvo el pago de su nómina durante dos meses, cuestión que finalmente desató las hostilidades entre los concejales del PSOE y el alcalde, y que han dado al traste con el pacto de gobierno.

En ningún caso debe entenderse que han sido decisiones arbitrarias pero la población ha apreciado falta de diligencia. Hay que recordar que CastroVerde entra en el Ayuntamiento con el propósito de hacerlo eficiente, y hasta ahora la población no parece percibirlo. El hecho de que en dos años no se haya aprobado el presupuesto municipal es un indicador de mala gestión, este es un dato objetivo. Sin embargo, también hay que reconocer que ha habido actuaciones muy acertadas que han activado la obra pública y que han ido por el camino de racionalizar la gestión de los servicios municipales. Son algunos pequeños pasos que han sido enturbiados por los grandes titulares en los que los detractores de CastroVerde aprovechan para pedir cabezas.

En cuanto a las decepciones de la militancia, es muy significativo que en el asunto del contrato del CastroBus, también muy controvertido y sobre el que pende la incertidumbre de su continuidad, muchas de las personas que apoyaron y votaron a CastroVerde en Sámano ahora se estén manifestando en la calle contra las decisiones del equipo de gobierno protestando por el recorte de la línea regular a las núcleos rurales más alejados. La militancia de CastroVerde en Sámano se ha ido del partido. Vuelvo a insistir en lo mismo, el equipo de gobierno y CV pueden errar o no en sus decisiones, pero lo que ha creado el desconcierto y la desilusión, es que se esté cultivando un estilo de gobierno en el que no se cuenta con los vecinos.

¿Diría que CastroVerde ha traicionado su ideario político? Si es así, ¿cuáles diría que han sido las causas, después de haber llevado a cabo una oposición tan férrea en la pasada legislatura y tras la ilusión suscitada con los buenos resultados obtenidos en las elecciones municipales de 2015?

No, yo no hablaría de traición, eso quizás sea muy fuerte. No ha habido traición porque el cambio de orientación de las políticas de CastroVerde ha sido apoyado por el propio partido, a mi pesar. Lo que sí ha habido es un abandono del ideario verde, que es la marca del partido en sus inicios, hacia posiciones más posibilistas, propias de un partido independiente y localista en el que la ecología brilla por su ausencia. De hecho, CastroVerde rompe las relaciones hace tres años con Equo, el partido verde que fue su referencia en sus comienzos. Así que cuando CV se presenta en las elecciones de 2015 ya ha soltado todo el “lastre verde” y presenta un programa electoral que no tiene nada que ver con el de 2011. Finalmente gana las elecciones, lo que indica una estrategia acertada para alcanzar el poder, pero quizás desacertada en cuanto que se pierde el relato que le dio la credibilidad de ser un partido diferente a los tradicionales. Lo más difícil en política es administrar el éxito, y con CastroVerde en el poder, y la enorme ilusión que se despertó, al final se ha producido un divorcio inexplicable entre la formación política y la ciudadanía, porque no se han cultivado los procesos de participación ciudadana que se prometieron en el programa electoral.

Finalmente, ¿considera que es posible que funcione un gobierno en solitario de CastroVerde? ¿Qué se puede esperar para los dos años de legislatura que restan? ¿Ve factible una moción de censura impulsada por alguno de los grupos de la oposición?

No, no lo creo, ojalá me equivoque pero no creo que un gobierno en solitario vaya a funcionar mejor que lo acontecido hasta ahora. Lo más probable es que el PSOE haga una oposición contundente, y la del PP va a ser sin duda despiadada. Tampoco creo que haya moción de censura para echar a CastroVerde de la alcaldía porque nadie va a querer asumir la responsabilidad de gobernar un Ayuntamiento en las condiciones de crisis municipal que atravesamos. Por lo tanto, el gobierno del Ayuntamiento queda a merced del PRC, y lo siento mucho, pero no puedo desviar mi análisis de que hay un convenio urbanístico por medio que afecta a intereses personales del portavoz regionalista. Espero, sinceramente, que CastroVerde no caiga en la tentación de hacer un intercambio de favores porque hay argumentos jurídicos como para rechazar ese convenio urbanístico. En breve presentaremos con EQUO Cantabria escrito de alegaciones para demostrarlo.

En los dos años que vienen, la situación es de difícil equilibrio para CastroVerde, pero también es muy negativa para el conjunto de la ciudadanía por lo que habría que hacer algo. ¿El qué? Francamente, no lo sé. Lo único que se me ocurre es apelar a la responsabilidad de todos los partidos y recomponer una nueva mayoría aunque eso signifique que alguien se tenga que ir para casa. Sé que es pedir demasiado, sobre todo cuando la cultura política que vivimos es otra: la de la competitividad y la del enfrentamiento. Cuando CastroVerde ya ha tomado la decisión unilateral de romper el pacto, es muy difícil que se abra paso la reflexión, la consulta y la cooperación.