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El nuevo logotipo del Gobierno de Cantabria sigue sin implantarse año y medio después de su presentación

Año y medio después de que se hiciera pública la nueva imagen corporativa del Gobierno de Cantabria no hay noticias de su implantación. A pesar de que el Ejecutivo presentó este nuevo logotipo a finales de 2016, lo cierto es que todavía no aparece como sustituto del anterior en ningún organismo o material institucional.

El bipartito convocó un concurso para “modernizar la identidad y adaptar la simbología oficial a los nuevos soportes audiovisuales”, al que se presentaron más de 100 propuestas que fueron valoradas por el público en una primera fase, y por un jurado posteriormente, que dio como ganadora a la creación del diseñador Rafael San Emeterio, titulada 'minimun'.

La convocatoria -que estaba dotada con un premio de 3.000 euros-, no estuvo exenta de polémica puesto que estaba abierta a cualquier participante, algo que desató el enfado de los profesionales del diseño. El propio ganador criticó el formato señalando que “se podría haber cerrado”, mientras que el consejero de Presidencia y Justicia, Rafael de la Sierra (PRC), defendió el modelo como “acertado”.

Tras la publicación en el BOC de la propuesta vencedora, el Gobierno comenzó la elaboración de un Manual de Identidad Corporativa que finalizó la pasada primavera. Desde el Gobierno aseguran a este medio que el decreto que regula la utilización de esta imagen está en proceso administrativo para su aprobación. “Se ha demorado bastante porque el resto de consejerías nos ha hecho observaciones”, explican desde la Consejería de Presidencia y Justicia. A pesar de ello, aseguran que “están tranquilos” porque su implantación está “lanzada”.

El imagen de Santander, a la basura

Esta situación contrasta con lo ocurrido hace un par de años en Santander. Apenas 24 horas duró entonces el concurso impulsado por el Ayuntamiento de la capital para que los ciudadanos pudieran votar, en una consulta no vinculante, por la nueva imagen de marca que representará a la ciudad en acciones de promoción turística.

Las tres propuestas presentadas en aquel caso por la empresa PSLIVE, a la que el Consistorio adjudicó el contrato a través de un concurso negociado sin publicidad por un importe de 60.000 euros, acabaron en la papelera de reciclaje después de las fuertes críticas y la polémica que suscitaron.

La decisión del PP se produjo después de que los profesionales del sector en Cantabria pusieran el grito en el cielo cuando la entonces concejala de Turismo, Gema Igual, ahora al frente de la ciudad, daba a conocer los tres logotipos propuestos por la empresa madrileña y comprobaban entonces graves fallos en los mismos, que incluían erratas, supuestos plagios y “serias dudas sobre la originalidad del trabajo presentado por la adjudicataria”.