Rafael de la Sierra (Vioño de Piélagos, 1948), líder histórico del PRC y uno de los padres del regionalismo cántabro, ha fallecido esta noche a los 70 años de edad después de una larga enfermedad que lo apartó definitivamente de la política el pasado mes de abril, cuando decidió renunciar a su cargo en el Gobierno de Cantabria como consejero de Presidencia y Justicia para someterse a un tratamiento médico que lo ha tenido lejos de los focos durante esta última etapa de su vida.
El veterano político, experimentado en la negociación al más alto nivel, hábil parlamentario y hombre de consensos, alabado tanto por sus compañeros como por sus rivales en el resto de fuerzas políticas, se ganó a lo largo de su dilatada trayectoria pública una imagen de dirigente solvente y dialogante, inteligente, culto y gran orador, después de pasar por muy distintas tareas de la máxima responsabilidad, siempre como número dos y fiel escudero de Miguel Ángel Revilla, con el que ha trabajado codo con codo durante casi cuatro décadas de manera ininterrumpida.
“Yo sin Rafa no hubiera sido nada, ni presidente, ni nada”, señaló recientemente Revilla en la toma de posesión de la sucesora de De la Sierra, en un emotivo acto al que el hasta ahora vicesecretario general del PRC no pudo acudir como consecuencia de su delicado estado de salud. El presidente del Cantabria y compañero de filas desde que juntos fundaran la formación política que han convertido en hegemónica en las pasadas elecciones se refirió a él, entre lágrimas, como “el mejor amigo, compañero y hombre clave en los últimos 40 años de la historia de Cantabria”.
También tuvo palabras de cariño y admiración hacia él Paula Fernández, la persona que lo reemplazó en el partido y tomó las riendas de su Consejería tras su cese: “Es la persona que más me ha enseñado de política, de gestión y de saber estar”, dijo sobre De la Sierra, al tiempo que prometió “trabajo y prudencia” para dar continuidad al “legado de sentido común, diálogo, sensatez, capacidad de trabajo, sacrificio a Cantabria y vocación de servicio” del que fue su mentor dentro del PRC y de la Administración pública.
De la Sierra acumulaba más de media vida de militancia política, desde que en 1976 se convirtió en uno de los fundadores de la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC), un ente que nació con el objetivo de impulsar la vocación autonomista y que fue el germen del PRC. Siempre al lado del mediático Revilla en este camino, ha sido ideólogo y alma mater del regionalismo, candidato y concejal en Santander, diputado y portavoz regionalista, además de presidente del Parlamento, entre otras responsabilidades orgánicas en el seno de su partido.
En esta última legislatura que acaba de finalizar, como consejero de Presidencia y Justicia en el Gobierno bipartito, observaba con preocupación la inestabilidad política que ha sufrido la comunidad autónoma. Curtido en mil batallas, siempre recordaba la larga travesía por el desierto que tuvo que afrontar su formación en la década de los noventa y pudo ver un hito histórico: la primera victoria electoral del PRC el pasado 26 de mayo en los comicios autonómicos y la consecución de su primer diputado nacional en las elecciones generales del 28 de abril.
Licenciado en Derecho, con una fuerte vocación política que le ha llevado a desarrollar una carrera ligada al servicio público, De la Sierra es reconocido de forma unánime como uno de los políticos más importantes de la historia de Cantabria. Casado, con dos hijas y cuatro nietos, estuvo siempre muy ligado al ámbito cultural, ya que fue socio fundador de la Coral de Santander y de las asociaciones Vital Alsar, la Asociación para la Consecución de la Universidad a Distancia y de la propia ADIC.
Se da la triste coincidencia de que el fallecimiento de Rafael de la Sierra se ha producido en la misma jornada en la que su partido rubricaba un nuevo acuerdo de gobierno con el PSOE que llevará a Miguel Ángel Revilla a la Presidencia de Cantabria por cuarta ocasión y un día antes de que se constituya oficialmente el Parlamento de Cantabria donde él tendría que haber estado como diputado electo, ya que ocupó el número 3 en la lista del PRC a pesar de sus malas condiciones físicas y de no haber podido participar en la campaña.
En las últimas horas, tras la primera reunión del Grupo Parlamentario Regionalista, el propio Revilla recordaba su ausencia dejando un hueco vacío a su lado en la foto oficial con el resto de diputados regionalistas y anunciaba que no iba a hacer correr la lista aunque su amigo y compañero no pudiera tomar posesión debido a su estado de salud. “Este es el sitio de Rafa. Él va a estar aquí siempre, conmigo, aunque no pueda acompañarnos”, señaló Revilla.