La crisis interna entre el PRC y el PSOE que ha estado a punto de tumbar el Ejecutivo de coalición que comparten en Cantabria empieza a remitir. Después de unos días de enfrentamiento a cara de perro entre ambos partidos, que se han cruzado amenazas y descalificaciones como consecuencia del cambio de postura de los regionalistas en la investidura de Pedro Sánchez, las aguas volverán a su cauce con una convocatoria urgente de la mesa de seguimiento del pacto que forjó el bipartito.
En ese encuentro entre los equipos negociadores de PRC y PSOE, que se celebrará este lunes a las 16.30 horas en el Parlamento de Cantabria, los regionalistas pretenden introducir nuevas condiciones para “garantizar la estabilidad” y asegurar la supervivencia del Gobierno de coalición, según explicó el propio presidente del Ejecutivo autonómico, Miguel Ángel Revilla, y aprobó a petición suya la Ejecutiva del PRC este pasado jueves.
Tras la escalada de tensión que casi hace descarrilar al Gobierno, ambos socios han comenzado a rebajar el tono y enterrar el hacha de guerra. Pero antes, deberán sentarse y fijar nuevas normas. Los regionalistas quieren añadir un anexo al texto que firmaron en junio para garantizar el “respeto institucional” hacia el presidente y pretenden que el PSOE asegure que las inversiones del Estado en obras pendientes sigan adelante y no haya “represalias” por el 'no' del PRC a Pedro Sánchez.
“No quiero sainetes ni más bromas de estas. No quiero estar en un sobresalto permanente. Si no se acepta, no hay gobernabilidad posible”, recalcó Revilla durante una rueda de prensa en la que estableció las “líneas rojas” que quiere marcar en su nuevo acuerdo con los socialistas, en una “renegociación” que aceptaron de facto desde el PSOE a través de un comunicado en el que confirmaban la convocatoria de esa comisión de seguimiento del pacto.
Y es que en el PRC existe preocupación por la situación en la que quedan los compromisos del Estado con Cantabria, una serie de reivindicaciones que firmaron el pasado verano con el entonces ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, cuando los regionalistas se comprometieron a votar a favor de la investidura de Sánchez en la pasada legislatura y que ahora quedan en el limbo tras su incumplimiento hace solo unos días.
Ese 'papeluco', –como se ha bautizado el documento firmado entre PRC y PSOE, primero de manera peyorativa por parte de los partidos de la oposición y posteriormente como argumento de campaña por parte del PRC–, se incorporó como adenda al acuerdo de gobierno que permitió el nacimiento del bipartito en Cantabria esta legislatura y recoge una serie de inversiones fundamentalmente en materia de infraestructuras con sus plazos de ejecución correspondiente.
AVE, Cercanías o Valdecilla
Miguel Ángel Revilla, secretario general del PRC, estableció en la misma noche electoral del 10 de noviembre, con el escrutinio aún en marcha, cuáles serían las exigencias de su partido para dar su apoyo a un Gobierno presidido por Pedro Sánchez: Básicamente, los mismos planteamientos que recogía el documento que el PRC firmó con el PSOE el pasado mes de junio y que permitieron que el diputado nacional de los regionalistas, José María Mazón, se convirtiera entonces en el único apoyo externo de los socialistas en la investidura fallida.
La lista de peticiones del PRC al Gobierno de España pasa por las infraestructuras: desde la finalización de la línea de AVE, que debe llegar a Cantabria en 2024, a la puesta en marcha de un tren de altas prestaciones que una Santander con Bilbao en 40 minutos o una importante inversión para la mejora del maltrecho servicio de Cercanías, la reparación de la red de carreteras que depende del Estado y el apoyo al Centro Logístico de La Pasiega.
Además, los regionalistas suman a estas exigencias el pago completo en los próximos cuatro años de la deuda con el Gobierno de Cantabria por las obras del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, que cifran en 121 millones de euros, o el pago del 50% del gasto de la comunidad autónoma como consecuencia de la aplicación de la Ley de Dependencia, entre otras cosas.
“Ya lo han firmado. Ahora, que lo ratifiquen, cumplan sus compromisos y el PRC sumará su voto al que ha ganado”, aseguró el líder regionalista durante su primera comparecencia tras confirmar la presencia de un diputado del PRC en el Congreso en la legislatura que acaba de arrancar, y que ahora los propios regionalistas han dejado en el aire al incumplir su palabra por sus reticencias al acuerdo entre el PSOE y ERC. “Cantabria prefiere quedarse sin tren a que España se rompa”, afirmó Revilla como resumen de la postura de su partido en la investidura.