Podemos sigue en caída libre tras pasar casi un año descabezado en Cantabria
El precipicio por el que Podemos lleva en caída libre desde hace casi un año en Cantabria parece no tener fin. Cuando parecía que la formación morada había tocado fondo, tras perder el escaño nacional en abril y la representación parlamentaria autonómica en mayo, la repetición electoral de este domingo ha vuelto a enterrar cualquier atisbo de resurgimiento. Descabezado, a punto de cumplirse un año del nombramiento de la gestora, el partido no ve luz al final del túnel.
Y es que la candidatura encabezada por el edil en Bezana, Luis del Piñal, que también fue número uno al Congreso el 28A, ha perdido 8.700 votos respecto a la cita electoral de hace siete meses, y se ha quedado más lejos del ansiado escaño que entonces. Ha pasado de un 10,2% de los apoyos a un 8,6%, una bajada de casi dos puntos que, sumada al ascenso de la extrema derecha de Vox -de un 11 a casi un 15%- ha hecho imposible que se acercara siquiera a la posibilidad de obtener representación en Madrid.
Si bien es cierto que la caída ha seguido la tónica nacional, argumento esgrimido por Del Piñal en su análisis de los resultados en la noche electoral, la situación del partido a nivel autonómico, donde perdió la representación parlamentaria en mayo y donde sigue en manos del autodenominado 'equipo técnico', no hace presagiar un futuro a corto o medio plazo esperanzador para los morados.
Tras una legislatura pasada marcada por una guerra interna, con denuncias de acoso y primarias en los tribunales, que terminó por desintegrar el partido, que actualmente solo cuenta con un concejal en Bezana -el propio Del Piñal- y otro en Castro Urdiales, la reestructuración del mismo sigue pendiente, con el incentivo ahora de que Unidas Podemos va a formar parte del Ejecutivo nacional tras el acuerdo de coalición del PSOE.