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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El PP gana las elecciones en Cantabria, donde el PRC mantiene su escaño y Vox irrumpe con su primer diputado

El Partido Popular ha ganado las elecciones generales en Cantabria este 10 de noviembre, al convertirse de nuevo en la primera fuerza política en la comunidad autónoma y sumar dos escaños, arrebatando así la hegemonía al PSOE, que el pasado 28 de abril cosechó su primera victoria en unos comicios en más de 25 años. Los socialistas se quedan con un único representante en el Congreso en unos comicios en los que el PRC de Miguel Ángel Revilla mantiene a su diputado e irrumpe Vox, que consigue así a su primer representante cántabro. Ciudadanos confirma su batacazo, pierde su escaño y queda relegado como la sexta fuerza por detrás de Unidas Podemos, que tampoco remonta y se queda fuera.

Y es que la repetición electoral no le ha sentado nada bien el PSOE, que ha perdido en Cantabria más de 15.000 votos con respecto a la última cita con las urnas, perdiendo dos puntos de porcentaje de voto hasta quedarse en el 23,21%. De esta forma, se ha dejado por el camino uno de sus escaños y solo su cabeza de lista, Pedro Casares, estará la próxima legislatura en el Congreso de los Diputados. También este batacazo tendrá consecuencias en el Senado, ya que el PP les arrebata el liderazgo y coloca a sus tres candidatos en la Cámara Alta, dejando a los socialistas con un único representante frente los tres de hace solo seis meses.

El vencedor de la noche electoral en Cantabria ha sido Diego Movellán, el cabeza de lista del PP, que recupera para su partido un feudo histórico y sitúa a los populares como primer partido en la comunidad autónoma, al sumar 84.032 papeletas y el 25,86%, frente a los 77.902 votos y el 21,69% que obtuvo su candidatura en los últimos comicios del 28A. La alegría, sin embargo, no es completa porque la repetición electoral no permitirá a Pablo Casado 'asaltar' La Moncloa al quedarse la suma de las derechas muy lejos de la mayoría absoluta.

Donde sí que ha habido tiempo para la celebración ha sido en la sede del PRC de Miguel Ángel Revilla, ya que los regionalistas se han convertido en el partido que más ha crecido en Cantabria tanto en porcentaje como en número de papeletas. La candidatura que encabezó el diputado José María Mazón ha pasado de 52.266 votos a 68.580, un incremento superior a los 16.000 sufragios y más de 6,5 puntos porcentuales, que mantiene al representante de la formación en el Congreso con un apoyo que ha alcanzado el 21,1%.

El último punto de atención de la jornada electoral de Cantabria ha estado en el resultado de la extrema derecha, que al segundo intento ha conseguido que Vox tenga representación en el Congreso de los Diputados. Emilio del Valle, que ocupó varios cargos de responsabilidad en el Gobierno autonómico con el PP, recogerá su acta y se integrará en el nutrido grupo parlamentario que liderará Santiago Abascal esta legislatura. La formación de ultraderecha ha tenido unos resultados ligeramente inferiores a los del partido a nivel nacional y se ha quedado en los 48.600 votos y un porcentaje del 14,95%, lo que supone casi 8.500 papeletas más que en abril y una subida del 3,77% en su porcentaje de voto.

Ciudadanos y Unidas Podemos, fuera

Por lo tanto, el reparto final de los cinco escaños en juego en Cantabria queda con dos diputados en el Congreso para el PP y uno para PSOE, PRC y Vox. Además, en el Senado, habrá tres representantes de los populares por uno de los socialistas, que han sufrido las consecuencias de la repetición electoral y el auge del PRC, sus socios de Gobierno y único apoyo externo en la investidura fallida de Pedro Sánchez.

El gran fracaso de la noche ha sido para Ciudadanos, que no solo pierde a su diputado en las Cortes, sino que la candidatura que lideraba Rubén Gómez se deja por el camino casi 39.000 votos: de las 54.361 papeletas y el 15,14% pasan a 15.459 y un porcentaje del 4,76%, aún peor que el resultado cosechado por la formación naranja a nivel nacional y que ha dejado a Albert Rivera al borde de una dimisión inminente como gran perdedor de la jornada electoral del 10N.

Tampoco pueden estar satisfechos en Unidas Podemos, que no han tenido ningún margen para la remontada que predecían y pierden del orden de 8.700 votos respecto a abril, subiendo de la sexta a la quinta posición en porcentaje de votos no por méritos propios, sino por la debacle de Ciudadanos. La coalición Podemos-IU suma a la caída de abril una nueva bajada, esta vez del 10,24% al 8,64%, y de 36.784 a 28.075 votos.

A pesar de que había cierto peligro a que los votantes dieran la espalda a los partidos tras seis meses de bloqueo, la participación se ha mantenido en las urnas y ha quedado finalmente en el 70,83%, un punto y medio por debajo de los datos que se dieron en Cantabria el 28 de abril.