El PSOE quiere pisar el acelerador e impulsar en la recta final de la legislatura una promesa electoral aún incumplida, como es la aprobación de una Ley de Memoria Histórica de Cantabria que regule este aspecto dentro de la comunidad y dote de instrumentos a la administración autonómica basándose en los principios de “verdad, justicia, reparación a las víctimas y garantías de no repetición”.
Así se lo ha propuesto la nueva dirección socialista surgida de las primarias que dieron la victoria a Pablo Zuloaga, que ha empezado a trabajar de la mano de las distintas asociaciones memorialistas y familiares de las víctimas del franquismo con el objetivo de llevar al Parlamento de Cantabria “lo antes posible” un anteproyecto de ley que defienda la memoria de los miles de cántabros que dieron su vida por la democracia y la libertad.
Tal y como confirma a eldiario.es el secretario de Memoria Histórica del PSOE de Cantabria, Mario Iglesias, la Consejería de Cultura tiene ya sobre la mesa un borrador basado en el proyecto de ley que se aprobó en Andalucía, una de las normas más avanzadas del país en esta materia, y que incluye algunos matices de la que han puesto en marcha recientemente en la Comunidad Valenciana, que también es pionera en muchos aspectos.
“Esta propuesta no tiene nada que ver con el borrador que había elaborado la Consejería bajo el mandato del exconsejero Ramón Ruiz. Este proyecto es mucho más amplio y ambicioso. Pensamos que partir de la experiencia que se ha desarrollado en Andalucía puede ser un buen punto de arranque”, explica Iglesias, que trabaja en coordinación con el departamento que actualmente dirige el también socialista Francisco Fernández Mañanes.
Tiempo perdido
A lo largo de la presente legislatura se ha hablado en reiteradas ocasiones de la necesidad de sacar adelante esta norma, tanto desde las asociaciones memorialistas, que lo han reclamado insistentemente, como por parte de los propios responsables políticos, pero no ha habido el impulso o la voluntad suficiente para poner en marcha el proceso hasta ahora, que puede ser la definitiva.
De hecho, Ramón Ruiz llegó a señalar tras acceder al cargo que “Cantabria, sus instituciones y su sociedad no pueden seguir indiferentes ni pueden seguir desamparando los derechos de los descendientes de las víctimas del franquismo”, por lo que aseguró que “sería deseable darle la máxima celeridad a esta iniciativa” y estableció un plazo incumplido: “La idea es que la Ley de Memoria Histórica esté plenamente operativa antes del ecuador de la presente legislatura”.
Sin embargo, su equipo redactó un documento que se quedaba a medio camino, con un borrador que se remitió a las asociaciones que reclamaban esta ley el mismo día en el que se confirmaba su cese como consejero de Educación, Cultura y Deporte después de meses sobre la mesa de su despacho, y que incluía como principales novedades la creación de una Comisión de Memoria Histórica de Cantabria o la inclusión de la materia en los temarios de Secundaria y Bachillerato.
Aprobación exprés
Ahora, cuando se cumple el décimo aniversario de la entrada en vigor de la norma estatal, el PSOE retoma esta promesa con un planteamiento inicial que pasa por aprobar la norma esta legislatura, aunque los plazos son los que son y el tiempo apremia. De hecho, dada la lenta tramitación parlamentaria que queda por delante, tampoco descartan que se quede “a punto de caramelo” y se retrase al próximo periodo de sesiones, aunque la dirección socialista confía en que, con la luz verde del nuevo consejero, se agilice al máximo el proceso.
“Sería espectacular para nosotros que pudiéramos aprobar la ley esta legislatura, pero hay que tener en cuenta que no solo depende del PSOE, sino que hay que consensuar primero la norma con el PRC y luego aprobarla con el resto de grupos parlamentarios buscando el máximo consenso. Todavía no ha habido contactos en este sentido, pero hemos hablado con la Consejería de Cultura y serán ellos los que impulsen esta iniciativa legislativa”, subraya Mario Iglesias.