El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, ha reivindicado este lunes en Cantabria su “defensa” del Estado de Bienestar tras una etapa de “enorme dificultad”, en la que ha exigido un “extraordinario esfuerzo” a los ciudadanos como consecuencia de la situación de “extrema necesidad” que vive el país. Lo ha hecho durante su visita a las obras del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, un “buque insignia” de la sanidad española que se ha comprometido a financiar íntegramente.
De hecho, ha recordado durante su intervención en Santander la importancia de preservar el sistema público de pensiones, la sanidad y la educación con los “máximos estándares” de calidad, después de años de recortes presupuestarios. Según el presidente, existe un consenso en la sociedad española para su conservación, que ha vinculado al crecimiento de la actividad económica y a la generación de empleo durante la próxima legislatura.
Acompañado por el presidente de Cantabria, Ignacio Diego; el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz; el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y la consejera de Sanidad y Servicios Sociales, María José Sáenz de Buruaga, el presidente de España ha recorrido una de las plantas de hospitalización del nuevo edificio y el área materno-infantil todavía en obras.
Y es que Rajoy ha apurado las últimas horas en las que la ley permite realizar inauguraciones antes de la convocatoria de elecciones para visitar el nuevo Hospital de Valdecilla. En realidad, el jefe del Ejecutivo central ni siquiera ha podido inaugurar oficialmente las instalaciones del centro hospitalario, puesto que las obras no concluirán hasta el 15 de mayo y el nuevo edificio no entrará en servicio hasta septiembre.
Por tanto, habrá tiempo suficiente para una inauguración oficial antes de las elecciones generales del mes de noviembre. Sin embargo, y a falta del corte de cinta, el líder del Partido Popular ha querido escenificar la finalización de los trabajos de construcción del hospital y ofrecer una imagen de “compromiso cumplido” con los cántabros ante la inminente cita con las urnas. De hecho, el jefe del Ejecutivo cántabro ha situado Valdecilla como una “prioridad con mayúsculas” para su Gobierno.
Privatización encubierta
Este hospital, que cuenta con casi un siglo de historia a sus espaldas, lleva más de catorce años sumergido en unas obras que han sufrido todo tipo de imprevistos, sobrecostes y paralizaciones. Finalmente, el nuevo complejo hospitalario, que debía haber entrado en servicio en 2007, abrirá sus puertas después del verano tras la firma de un convenio de colaboración público-privada por parte del actual Gobierno de Cantabria.
La sociedad adjudicataria del contrato fue la unión temporal de empresas integrada por Ferrovial y Siec, bajo la denominación Smart Hospital Cantabria, que gestionará durante 20 años una docena de servicios no asistenciales como la seguridad, la limpieza, el mantenimiento, la cocina o la informática. Además, el convenio incluía la conclusión del edificio, la dotación del mobiliario y del nuevo equipamiento por un precio que ronda los 900 millones de euros.
La fórmula elegida para la conclusión de las obras ha generado muchas protestas, llegó a los tribunales y la oposición en pleno se ha mostrado muy crítica al considerar que se trata de una “privatización encubierta” del hospital. Sin embargo, Ignacio Diego ha aprovechado la visita de Mariano Rajoy para reivindicar este convenio como la “mejor solución” para Valdecilla y para Cantabria. “Una solución que permite poner fin a las obras, una solución que nos ha permitido mejorar el proyecto inicial, y una solución que va a ser una potente palanca de modernización e innovación”, ha dicho.
En opinión del presidente de Cantabria, “un contrato tradicional no solo habría supuesto perpetuar las obras, las demoras y los sobrecostes, también habría impedido a nuestra sanidad avanzar como la ha hecho y habría frustrado una legislatura plagada de éxitos en materia sanitaria”. De hecho, ha considerado que su Gobierno ha mantenido una posición “valiente y activa” en la búsqueda de soluciones.
“Hemos logrado hitos históricos, porque Valdecilla estará terminado el 15 de mayo, lo pagará el Estado y nuestra sanidad seguirá siendo pública, universal, gratuita y de excelencia. Nadie tiene ninguna duda, ni siquiera aquellos que tratan de sembrarlas con mentiras y manipulaciones”, ha subrayado Diego.
Seña de identidad
Mariano Rajoy, por su parte, ha insistido en que Valdecilla es un hospital llamado a jugar un “papel protagonista” en el presente y en el futuro de la sociedad española y ha destacado que es un “referente”, tanto en asistencia sanitaria como en docencia o en investigación aplicada. “Es orgullo, es tradición y es una seña de identidad de Santander y Cantabria”, ha ratificado el presidente.
Por este motivo, ha reiterado que el Gobierno de España mantiene su compromiso de financiación de las obras, a las que su Ejecutivo ha aportado 57 millones de euros durante esta legislatura de los 200 que quedaban pendientes. “Que nadie tenga la más mínima duda de que vamos a seguir por este camino”, ha asegurado durante una declaración sin preguntas ante los periodistas.
Las obras se encuentran en su recta final y darán como resultado un nuevo edificio con tres torres de doce plantas, con una superficie de 86.700 metros cuadrados. El nuevo complejo hospitalario contará con casi 600 habitaciones y el área de mayor relevancia del nuevo Valdecilla será el hospital materno-infantil, que ocupa 7.800 metros y reemplazará al situado ahora en la Residencia Cantabria. Además, dispondrá de 28 nuevos quirófanos y todo el edificio contará con tecnología punta para transformar las instalaciones en más eficientes y menos contaminantes.