Revilla abre el 'casting' para su sucesión con tres consejeros como protagonistas

Laro García

15 de enero de 2023 22:03 h

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Miguel Ángel Revilla fue reelegido secretario general del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) el pasado mes de noviembre con el 99,45% de los votos. Es su décimo mandato consecutivo al frente de una formación política que fundó hace más de cuatro décadas y que a lo largo de estos 40 años ha ido creciendo poco a poco hasta convertirse en hegemónica en la comunidad. Entre los casi 800 militantes que participaron en el Congreso que lo situó de nuevo como cabeza de cartel del PRC en las próximas elecciones del mes de mayo tan solo hubo dos votos en contra y dos abstenciones.

La broma en los pasillos del Palacio de Festivales de Santander en el que se celebró este cónclave era que esos cuatro 'díscolos' ni siquiera lo eran como tal, sino que respondían a un encargo del propio Revilla para no ser reelegido con el 100% de los votos, una elección 'a la búlgara' que transmitía una imagen de nulo debate interno en el partido. Pero más allá de los chascarrillos, lo que no cabía duda en las filas regionalistas era que su líder debía de seguir siéndolo otros cuatro años más, o hasta que el cuerpo aguante, porque su autoridad y control del PRC es indiscutible. Y al mismo tiempo, por primera vez, se vislumbraba la posibilidad de que Revilla diera un paso atrás y comenzara a preparar su relevo. Así lo anunció durante su discurso.

Ahora ha empezado a hacerlo. Dos meses después de aquel Congreso, Revilla ha reforzado su núcleo de confianza y ha ampliado la Ejecutiva del PRC con más miembros, además de abrir el 'casting' para su sucesión durante la próxima legislatura, situando a tres de sus consejeros en el Gobierno de Cantabria al mismo nivel orgánico dentro del partido y como principales protagonistas: Paula Fernández será la nueva vicesecretaria de Organización, Francisco Javier López Marcano ha sido nombrado vicesecretario de Acción Territorial y Guillermo Blanco ocupará el cargo del vicesecretario de Acción Sectorial.

Todos ellos formarán parte además del Comité de Dirección del PRC, el órgano delegado para resolver asuntos de urgencia, y han sido designados también como miembros del Comité Electoral que se encargará de organizar la participación del PRC en las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo, copando todos los órganos de poder del partido en esta nueva estructura que arropará a Miguel Ángel Revilla en su nueva cita con las urnas, donde el veterano político tratará de revalidar la Presidencia de Cantabria con 80 años.

Una retirada que no llega

Las quinielas, en cualquier caso, no manejaban muchas más opciones. Fernández, Marcano y Blanco están en la mente de todos los militantes regionalistas como los aspirantes con más posibilidades. Hasta ahora, nunca se había producido un señalamiento tan claro por parte de Revilla sobre quiénes podrían sucederlo. Quizás porque el secretario general del PRC tampoco había barajado abiertamente esa opción, a pesar de que lleve 'amenazando' desde el año 2007 con su cercana jubilación.

Más de 15 años después de esa carta electoral dirigida a los cántabros y cántabras en la que dejó por escrito que esos comicios serían los últimos como candidato, Revilla aspira de nuevo a la reelección en mayo de 2023. De conseguirlo, sería su tercera legislatura consecutiva como presidente autonómico –la quinta a lo largo de su carrera, con un breve paréntesis en la oposición durante la mayoría absoluta del PP– y su intención en todo caso es cumplir con el mandato completo, no ceder el testigo desde el poder. Al menos, así lo ha expresó cuando confirmó su candidatura una vez más.

Trío de aspirantes

Entre los nombres que ahora suenan para tomar el relevo cuando llegue el momento está el de Francisco Javier López Marcano. Es el más veterano de los tres aspirantes –va a cumplir 68 años– pero también el dirigente regionalista más conocido después de Revilla, y el más querido entre la militancia si se tiene en cuenta la fortísima ovación que recibió en el pasado Congreso Regional cuando le tocó intervenir. Su carrera al lado del líder del PRC es larga, siempre en puestos de poder, y controla algunas de las agrupaciones más importantes.

Se reincorporó a la primera línea política esta misma legislatura, volviendo con plenos poderes al Gobierno tras superar un “calvario judicial” que a punto estuvo de acabar con su carrera. Marcano ha ejercido como número 2 del partido durante mucho tiempo, maneja los resortes de la militancia en la comarca del Besaya y su hijo es el actual alcalde de Torrelavega. Consiguió la ansiada “rehabilitación” política y social tras salir indemne de las numerosas imputaciones de las que fue absuelto en media docena de piezas separadas que ponían en jaque su gestión como consejero de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria en el primer bipartito PRC-PSOE entre 2003 y 2011.

Además, entre los candidatos a la sucesión siempre se ha situado a dos personas que, como Marcano, también se sientan en el Consejo de Gobierno: Guillermo Blanco, el que fuera jefe de Gabinete de Miguel Ángel Revilla durante más de dos décadas y actual consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, y Paula Fernández, consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, y la mujer que mueve los hilos en clave interna en el PRC.

Blanco ha crecido políticamente junto a Revilla. Siendo su sombra, casi literalmente. Ha manejado su agenda, lo ha acompañado en sus viajes, ha compartido horas y horas con el líder del PRC, al que al comienzo de esa legislatura pidió liberarse de esas funciones para comenzar su propia carrera bajo los focos. A sus 58 años, esta legislatura ha disfrutado de un gran protagonismo, principalmente por su duro enfrentamiento con la ministra Teresa Ribera a cuenta de la prohibición de cazar lobos en Cantabria, tomando decisiones que lo han acercado incluso a la imputación tras las acusaciones en sede judicial de grupos ecologistas.

La tercera en liza es Fernández, la primera mujer consejera de la historia del PRC, y que lleva varias legislaturas ocupando un papel preponderante dentro de la organización del partido. A punto de cumplir 52 años, ha dedicado la práctica totalidad de su vida profesional al desempeño de la política en distintos cargos de confianza, hasta que saltó a la primera línea del Gobierno. Como suele destacar Revilla de ella, es “alumna aventajada” de la escuela de Rafael de la Sierra, otro de los impulsores del regionalismo en Cantabria y persona de su máxima confianza hasta su fallecimiento en 2019.

Los tres señalados ahora como 'delfines', sin embargo, no muestran sus cartas ni hacen públicas sus aspiraciones en el caso de que Revilla deje paso. El líder es indiscutible y así lo hacen saber a quien les pregunte. Saben que exponerse de esa manera solo puede frustrar sus expectativas, y esperan cautos a los próximos movimientos. La madrugada del 28 de mayo, con los resultados electorales sobre la mesa, se verá más claro cómo de fuerte es el liderazgo de Revilla entre la sociedad de Cantabria. Un traspiés inesperado puede precipitarlo todo. Y con la preocupación no disimulada del propio Revilla de que su marcha provoque una guerra civil en el PRC, que lleva más de dos décadas instalado cómodamente en el poder.