El recuento de los votos de los cántabros residentes en el extranjero está condicionando el resultado final de las elecciones autonómicas celebradas en la comunidad autónoma el pasado 26 de mayo. Un puñado de votos en este escrutinio de infarto ha sido clave para que el PRC de Miguel Ángel Revilla pierda provisionalmente su escaño número 15 en favor del PSOE, que se había quedado a tan solo 59 papeletas de conseguir su séptimo representante en la Cámara.
El caos y la confusión está siendo la tónica general de las últimas horas, por lo que la Junta Electoral se ha rectificado a sí misma y esta revisando todas las actas de Cantabria por posibles errores en los resultados de los comicios del 26M. Esta revisión se produce después de que al mediodía, y tras el recuento del voto de los residentes en el extranjero, se confirmara que el PRC conservaría el diputado número 15 que arrebató al PSOE 'in extremis', de madrugada y en la recta final del escrutinio.
Tras un proceso lento y farragoso, que se ha dilatado durante horas, el voto del Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) ha dado la victoria parcial al PSOE, con 236 papeletas, frente a las 218 que ha conseguido el PRC, 167 el PP, 124 Ciudadanos, 83 Podemos, 81 Vox, 45 IU+Equo-Marea Cántabra, 24 PACMA, 13 OLACantabria, 6 Cantabristas, y 3 PCTE.
Tras contabilizar este miércoles ese 0,15% del censo que quedaba pendiente desde el domingo, el resultado final deja al PRC con 14 escaños, al PP con 9, al PSOE con 7, a Ciudadanos con 3 y a Vox con 2, que finalmente supera por la mínima el umbral del 5% que también estaba en juego en este escrutinio del voto de los cántabros residentes en el extranjero, por lo que la extrema derecha tendrá sus primeros representantes en el Parlamento de Cantabria.
Por otra parte, ese escaño número 15 del PRC cierra momentáneamente la puerta a un posible acuerdo de gobierno entre Revilla y Ciudadanos, que ha llegado a estar sobre la mesa por las malas relaciones de los regionalistas con la nueva dirección del PSOE, aunque los socialistas siguen siendo socios prioritarios, tanto para la negociación autonómica como municipal, donde pueden alcanzar muchas de las alcaldías de los municipios más poblados gracias a una coalición PRC-PSOE.
En estos momentos no hay mayorías absolutas ni están cerrados los acuerdos que garanticen la gobernabilidad en los principales ayuntamientos de Cantabria, desde la capital, Santander, a Torrelavega, Camargo, Castro Urdiales, El Astillero, Santa Cruz de Bezana, Los Corrales de Buelna, Cabezón de la Sal, Reinosa, Laredo o Santoña, entre otros.
A nivel autonómico, Revilla ha mostrado su disposición a sentarse a dialogar con el PSOE, al que considera su “socio natural” después de compartir Ejecutivo durante 12 años. Sin embargo, la negociación se prevé larga, ya que los regionalistas quieren hacer valer su clara diferencia de escaños y los socialistas no están dispuestos a perder cuotas de poder después de haber mejorado sus resultados de hace cuatro años.
La falta de sintonía personal entre el actual presidente en funciones y el secretario general de los socialistas cántabros, Pablo Zuloaga, complica las cosas. Además, el PRC quiere jugar la carta de su recién estrenado diputado nacional en Madrid. Para ello, Revilla pretende que la negociación autonómica y municipal tenga reflejo a nivel estatal, con la implicación directa y personal del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Los regionalistas están dispuestos de sumar su voto a los del PSOE para facilitar la investidura del jefe del Ejecutivo central a cambio de una serie de compromisos en materias de infraestructuras, principalmente ferroviarias. Ya ha habido un primer contacto entre Revilla y Sánchez, que se han emplazado a volver a hablar con “más calma” y “en profundidad” en los próximos días.